HERMOSA NOTICIA

Adriana, al regresar a la clínica, continuando laborando, hasta que llegó la tarde, caminaba por los pasillos rumbo al laboratorio para entregar las muestras de los pacientes y se encuentra con Carlos Arteaga.

—Doctora Montenegro ¿Podría acercarse a mi oficina, por favor?-dijo Carlos al verla.

A ella se hizo un nudo en la garganta ¿He hecho algo mal? ¿Si fue así porque no me lo dice ahora? Son preguntas que se le venían a la mente. Se sentía mal porque pensaba que había hecho algo mal.

—Si claro doctor Arteaga, dejaré estas muestras en laboratorio y voy a su oficina-Adriana, todo fuerzas de donde no las tenía para pronunciar esas palabras

—Perfecto-respondió Carlos continuando su camino. No tenía expresión alguna en su rostro.

Adriana fue directo al laboratorio, se le hizo una eternidad poder llegar, estaba muy intrigada por saber que era lo que Carlos le tenía que decir.

Al llegar a su oficina toco la puerta.

—Adelante-dijo Carlos al escuchar que tocaban la puerta. Adriana entró

—Gracias por venir, te pedí que vinieras porque quiero hablar contigo, he visto tu desempeño en el área de emergencias y por ello he tomado una decisión, pero antes esperemos a alguien que también quiero que esté presente—empezó Carlos.

—Si claro doctor, no hay problema-respondió Adriana.

(Como lo imaginaba esto no debe ser nada bueno-pensó ella)

Adriana estaba reflexionando en que es lo que pudo haber hecho de malo, hasta que se escucha a alguien entrar a la oficina. Adriana no podía creer que Carlos había llamado a Jacqueline.

—Ahora que las dos están, les diré a que las llame-Carlos se levantó de su silla— he visto que han tenido un desempeño impecable en emergencias, por ello quería proponerles que ambas dirijan el área de emergencias

Adriana y Jacqueline se miraron, a Adriana nunca se le pasó por la mente que la llamarían, para eso. Tenían emociones encontradas porque eran, consientes que era una gran responsabilidad.

—Y bien ¿Qué dicen?-pregunta Carlos al verlas sorprendidas

—Aceptamos-dijeron ambas a la vez

—Me alegra que hayan podido aceptar-Carlos estaba más que gustoso con tenerlas dirigiendo el área de emergencias

Al salir de la oficina de Carlos, Adriana aún no podía asimilar lo que había pasado para ella, estaba en un sueño del cual no quería despertar.

—Es increíble ¿Verdad?-dijo Jacqueline sacándola de sus reflexiones

—Yo diría más bien que es irreal-comentó Adriana

Luego de hablar con Jacqueline, Adriana fue a dar unas indicaciones a una de las enfermeras con respecto a la medicación de sus pacientes.

Al terminar su trabajo salió en su camioneta con destino al departamento. Al estar en el tráfico de la ciudad siempre le gustaba poner música a todo volumen y comenzar a cantar.

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Natalia le entregó unos documentos que su padre le había pedido cuando Noah entra en su oficina.

—Papá ya se cerró el caso de Figueroa-dijo Noah al entrar

—cuál fue el resultado-pregunta Maximiano

—Ganamos, obvio-Noah estaba orgulloso

—Vaya que estoy frente a los dos mejores abogados-intervino Natalia. Ambos rieron a su comentario.

—No es para tanto-dijo Noah entre risas

—Como que no, por lo que tenía entendido, Figueroa tenía todas las de perder-replicó Natalia

—Eso es cierto-apoyó Max-por cierto Noah, tu madre, ha organizado una cena porque Bianca y Pablo (padres de Antonio) llegaron a la ciudad.

—¿Qué?-Noah estaba disgustado-perdóname papá, pero yo no estoy de acuerdo.

—Pero que hay malo, ellos son amigos de papá y mamá-Natalia estaba sorprendida por la actitud de su hermano

—Todavía lo preguntas, qué fácil olvidas las cosas hermanita-dijo con ironía Noah, lo cual molestó a Natalia.

— No lo he olvidado y para tu información yo respeto la amistad que tienen nuestros padres con los padres de Antonio, es por eso que incluso yo iré a casa para la cena-Natalia tenía cara de pocos amigos. Si las miradas mataban, Noah estaría tres metros bajo tierra

—Y te lo agradezco, hija-Maximiliano se paró de su silla— tienes que madurar Noah. Noah puso los ojos como platos.

—En serio tiene que madurar-dijo Natalia con una mirada firme

Natalia demostraba madurez, lo cual hacía que Maximiliano se sintiera orgulloso de su hija, que a pesar de ser menor que Noah, era mucho más madura que él.

Natalia se despidió de su padre y hermano, pues ya había terminado su trabajo y pasaría un momento al departamento y de ahí iría a casa de sus padres.

Noah se quedó pensativo ante la actitud de Natalia, ¿En qué momento maduró ese renacuajo (apodo que le puso Noah a Natalia cuando eran niños)? ¿Qué la hizo madurar? Eran algunas de las preguntas que se hacía Noah.

Ante la insistencia de Maximiliano y Natalia a regañadientes, acepto ir la cena.

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Adriana estaba saliendo de su auto después de estacionarlo en la cochera del edificio y recibe una llamada cuando entraba al elevador.

📱¿Aló?

📱 Al fin logro contactarte Adriana-increpó Gonzalo

📱 Perdón tío, estos días he estado muy ocupada estos días

📱 Te entiendo hija, no te preocupes, te llamo porque quiero saber si mañana puedes venir a la casa porque tengo que decirte algo

📱 Tío justo mañana es mi día libre que te parece si mejor voy a la empresa para hablar con más calma-Adriana salía del elevador con destino al departamento

📱 Ok, entonces nos vemos en la empresa

Adriana se quedó pensando en las palabras de su tío “tengo que decirte algo” se hizo muchas preguntas al respecto, lo que hacía que se ponga un poco más intranquila.

Al entrar al departamento soltó un suspiro

—¿qué fue eso?-preguntó Natalia que salía de su cuarto al notar que Adriana suspiró

— Ha sido un largo día —comentó Adriana

—¿Segura?-Natalia no le creía

—Tenemos que irnos Nati te prometo que cuando lleguemos te cuento-Nati-Adriana iba camino a su cuarto

—si porque ya es tarde-Natalia miró la hora en su teléfono

Adriana se cambió de forma rápida y fueron a casa de Maximiliano y Sara en la camioneta de Natalia

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Aranza y Jack estaba con toda la familia conversando en la sala de estar, pues ya habían cenado. Era el momento de anunciar la llegada del nuevo integrante de la familia.

—Bueno, ya que estamos todos aquí queremos aprovechar para darles una noticia— dijo Jack mirando a Aranza quien sonrió

— Si así es-continuó Aranza— estoy embarazada

Cristina y Fernanda gritaron de la emoción y Cristóbal y Jorge los felicitaron, todos estaban felices y muy emocionados por el bebé. La pequeña Kaitlyn se quedó sentada un poco pensativa, no decía una sola palabra.

—Qué hermosa noticia-Cristina abrazó a Aranza y Jack

—Esto tenemos que festejarlo con un brindis-añadió Jorge

—Tenemos que hacer un gender reveal y el baby shower— comento Fernanda muy emociona luego de felicitarlos.

—Fernanda, ¿no es muy temprano para eso?-protestó Cristóbal

—Creo que solo el baby shower estaría bien-dijo Aranza

— No, yo estoy de acuerdo con Fernanda, se tiene que hacer el gender reveal porque si no no sabremos que regalar en el baby shower— apoyó Cristina a Fernanda

Los demás se reían a carcajadas por su comentario, brindaron con champagne por el bebé, Aranza eligió tomar un vaso de jugo de naranja.

 Empezaron a especular sobre si el bebé sería niño o niña, proponían nombres y Jorge y Cristina contaban las travesuras que Fernanda y Cristóbal hicieron de niños. Hasta que llegó la hora de dormir

Jack llegó a Kaitlyn a su cama …

—papá ¿Puedo hacerte una pregunta?-dijo Kaitlyn

—Si claro, princesa, por supuesto-respondió Jack sin saber la pregunta que le haría su hija

—Papi cuando mi hermanito o hermanita nazca tú y mamá ¿Me dejarán de querer?— Kaitlyn, que estaba echada en su cama, mira a Jack esperando una respuesta. A él las palabras de la niña le llegaron a lo más profundo de su corazón.

 —Claro que no mi pequeña el hecho que vayas a tener un hermanito no quiere decir que te dejaremos de querer, no hay un solo día que no bendiga el momento en el que tu mamá me anuncio tu llegada-Jack se acercó a Kaitlyn para cargarla

—¿De verdad papi?— Kaitlyn tenía un brillo en sus ojos

—Si mi niña, ¿Te gustaría dormir con nosotros?

—Siii

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