Ariana del Cassal.
Pasaron varias horas hasta que finalmente logré tranquilizarme.
Ese imbécil realmente me agotó la paciencia.
¡Ahs! ¡Es un maldito!
Aún no entiendo por qué sigo pensando en él; no es más que un hombre machista que se cree el dueño de todo. Pero, conmigo, se ha equivocado de verdad.
De repente, escucho unos golpes en mi puerta y decido dar el pase para que entre.
— Ariana, sé que me acabas de pedir que no te molestara, pero tu hermano está en la sala y quiere hablar contigo — me dice con serenidad.
— ¿Alan está aquí? — le pregunto, y ella asiente con la cabeza.
Salgo de la habitación y bajo las escaleras, sintiendo un ligero nerviosismo, y decido que es momento de enfrentar a mi hermano.
Lo encuentro sentado en uno de los cómodos sofás de la Sala.
Al notarme, me dedica una cálida sonrisa, la cual le devuelvo con gusto.
Luego, me doy la vuelta para dirigirme a Anastasia y pedirle que nos deje a solas.
— Anastasia, ¿podrías dejarnos un momento a solas, por favor? Necesito hablar algo con mi hermano — le comento con cortesía — Después, hablaré contigo. ¿Te parece bien?
— Por supuesto, no hay problema, Ariana. Fue un placer conocerte, Alan — le dice a mi hermano mientras lo mira con una expresión amable y sus mejillas sonrojadas.
— Igualmente, Anastasia — responde él con una sonrisa.
Anastasia, satisfecha con la conversación, se da media vuelta y se retira del lugar, dejándonos a solas.
— Bien, ahora dime, ¿qué quieres? Y luego, vete — respondí de manera contundente.
— Arian, no te expreses así; no fue mi culpa lo que sucedió. Además, ya hablé con el capitán y tú ingresarás a la tripulación del barco. Partimos mañana al mediodía... — lo interrumpí, tratando de explicarle.
— Creo que no escuché bien. ¿Acabas de decir que aceptaron que yo me uniera a la tripulación? — Alan asintió, aunque claramente estaba confundido. — ¿Y tú realmente crees que voy a regresar a ese lugar, después de cómo me trataron? ¡Para ser mi hermano, eres un completo idiota!
— Ariana, eres mi hermana menor y te tengo un cariño inmenso. Así que si sientes la necesidad de insultarme, adelante, hazlo. Pero debes saber que vendrás conmigo, ya sea a las buenas o por las malas, ¿me entendiste? — afirma con un tono desafiante.
Esas eran las palabras que solía decirme cuando éramos pequeños y pasábamos la mayor parte del tiempo peleando.
Siempre intentaba que cambiara de opinión sobre algo, sin importar cuán testaruda fuera yo.
— Lo mismo me decías cuando éramos niños — le recuerdo, y al hacerlo, él sonríe de manera nostálgica. — Pero hay una diferencia ahora — continúo con firmeza — y es que no me dejaré llevar por tus amenazas, ni por tus chantajes, y mucho menos por esos regaños infantiles que solías darme. ¿Te queda claro?
Alan responde con un chasquido de lengua, casi despectivo.
— No era una amenaza, ni un regaño, hermanita — contraataca con una calma aparente. — Fue simplemente un aviso. Así que ya lo sabes: antes del mediodía, no llegues tarde. Te quiero, duerme bien.
Con un gesto cariñoso, me da un beso en la frente antes de darse la vuelta y marcharse.
Yo me quedo allí, completamente sorprendida, procesando lo que acaba de ocurrir.
— ¡Alan, ven aquí! ¡Alan! — grité con todas mis fuerzas, pero sólo escuché el sonido de la puerta cerrándose tras de él.
Anastasia bajó las escaleras a gran velocidad, casi perdiendo el equilibrio en uno de los peldaños.
— ¿Qué pasó? ¿Por qué gritas? — preguntó, visiblemente angustiada.
— No es nada — suspiré, sintiéndome un poco agobiada. — Ayúdame a hacer mi maleta, he decidido que me voy con mi hermano.
En ese momento, ella levantó una ceja, mostrando sorpresa e incredulidad.
— ¿Por fin aceptaste? — preguntó con un tono burlón, mientras yo la miraba con irritación.
— Sí, pero aún tengo la opción de arrepentirme, así que no insistas con eso otra vez — le repliqué, sintiendo que mi paciencia se agotaba.
Luego, sin más preámbulos, me retiré a mi habitación, dejando atrás la conversación tensa.
No puedo creer que esté a punto de hacer esto, y aún peor, que me esté dejando influenciar por Alan.
En algo le doy la razón; hemos estado separados durante años, y no es justo que continuemos así.
Tendré que dejar de lado mi orgullo y regresar allí.
Pero si de algo estoy segura, es que si ese capitán se atreve a meterse conmigo, que se prepare, porque eso le va a salir muy caro.
Yo voy a disfrutar haciéndolo pagar por sus acciones.
Con esos pensamientos en mente, me acuesto en la cama para dormir y de esa manera despejar mi mente de todos los problemas que me atormentan.
...****************...
A la mañana siguiente, tras despedirme de Anastasia, solicité un taxi que me llevara al puerto.
Llegué y vi a Alan esperándome con los brazos abiertos, y no era el único que me esperaba.
Recibí una cálida bienvenida a bordo del barco, donde me hicieron sentir en familia a pesar de ser una extraña.
En fin, toda la experiencia resultó ser bastante interesante.
Tuve la oportunidad de conocer a mis compañeros de tripulación y comencé a disfrutar de mi nueva vida en el mar abierto.
A pesar de que hay algo que me resulta bastante frustrante, es la ansiedad que siento cada vez que se acerca el capitán.
Esa sensación de nervios no ha disminuido, de hecho, parece intensificarse cada vez más.
Es una emoción peculiar y, a la vez, arriesgada, y me cuesta expresarlo con claridad; puede que incluso sea una fuerza que supera mi capacidad de control.
En ocasiones, me da la impresión de que, por la manera en que él me observa, no soy la única que experimenta estos sentimientos, y esa idea me inquieta aún más.
Después de varios días de travesía en el mar, finalmente hemos arribado a un puerto.
Aquí tenemos la tarea de descargar nuestro cargamento y posteriormente volver a abastecer el barco.
El entorno es realmente impresionante, lleno de una belleza natural que cautiva a la vista, con una amplia diversidad de paisajes y colores que parecen sacados de un cuadro.
Me encantaría conocer la ubicación exacta en la que nos encontramos, pero recibimos instrucciones claras:
Nadie puede desembarcar hasta nuevo aviso.
Sin embargo, hay un aspecto que me ha llamado particularmente la atención tras haberlo descubierto: se trata de una mercancía peculiar y misteriosa.
Esta mercancía, que se mantiene en secreto y se oculta de las miradas curiosas, es comercializada en el momento en que la ley abandona el puerto, cuando los ladrones salen a la luz para cometer los actos más bajos de sus oscuros corazones.
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Comments
💞Agustina Intriago 💕🌙
Ese par están para entregar sus destinos
2025-04-25
2
Maria Eugenia Romero Viñoles🤡
Qué esa mercancía no sea la que me estoy imaginando 🙉🤦
2025-03-28
3
Maria Eugenia Romero Viñoles🤡
Esto es amor confundido pero amor al fin 😜
2025-03-28
3