Capítulo 5: Planeando escape

El resto del viaje Luke se la pasó en silencio, en su mente sé debatía las mil formas de escapar de la situación e ir con su padre. Tal vez podría hacer que el rector no dejara que ese loco se le acercara. Parecía un buen tipo, además de guapo también era simpático, se le vía comprensivo, por lo que se podía razonar con él. Si hablaba bien y daba sus razones podría salir rápido de esto, aunque quisiera solucionar su problema, solo no podía, ese Alfa todavía le podía manipular. ¿Sería correcto ir con un brujo para que rompa el lazo sin dolor? Tal vez. Eran muchas opciones, muchas maneras y un solo cerebro, le iba a dar migraña.

Los minutos pasaron y Luke notó como el carro tomaba una curva para ingresar por una Arboleda, frente a ellos había un camino de tierra, por dónde el auto siguió por varios minutos hasta divisar una construcción a lo lejos.

Cuando llegaron, Luke miró mejor la construcción, que en realidad era una mansión, en donde en la puerta, estaba un hombre de traje, a su derecha y, con unas tijeras de jardinería, el jardinero arreglaba las plantas pegadas a la pared sin ventanas, eran unas rosas rosadas, en las paredes estaban colgadas platas de una maceta, lo que le hacía ver mucho más bonita, cómo una construcción hecha por la naturaleza.

Observó como el Alfa bajaba del auto y lo rodeaba, hasta llegar dónde estaba él.

- Bájate - Le ordenó.

Luke siguió su orden y bajó, observando sus alrededores con curiosidad, le hizo preguntarse, ¿Será mafioso?, Pero luego descartó la idea, los lobos no consumían drogas ni traficaban nada, esos eran los humanos en los tiempos de antes, cuando todavía no se extinguían, leyó sobre eso en un libro de historia, como los humanos, egoístas, se acababan entre ellos mismos y peleaban por el dinero, así fue como esa raza se extinguió, el último humano en la tierra fue asesinado por un lobo cuando esté intentó apoderarse de su manada. ¡Ja!, Pobre iluso, el Alfa luego de torturarlo, lo mató, le atravesó el pecho con sus garras y tiró el cadáver por la ventana, dejando que los animales se lo comieran, actualmente hay una estatua de este hombre, Alfa, en un museo de historia allí en la manada. Aun así, los lobos habían seguido su ejemplo y se han adaptado a las condiciones humanas, todo en su ahora mundo procede de humanos, incluso su poeta favorito era humano: Federico Lorca.

- ¿Para qué me trajiste aquí?- Preguntó Luke con sigilo\, procurando no apartarse mucho del auto. No sabía si lo podrían atacar en cualquier momento.

- Eres mi pareja. Mi reina\, y de ahora en adelante vivirás conmigo - contestó el contrario simple\, haciendo al Omega abrir sus ojos en grande\, casi saliéndosele de sus cuencas.

¡¿Qué?!

- No. Estás loco – Vociferó y en la primera oportunidad que vio salió corriendo. Corrió\, pero no llegó muy lejos antes de ser levantado por los aires y depositado sobre un hombro. Pataleó y agitó\, queriendo que lo soltaran\, pero el agarre era muy firme y no pudo hacer nada.

- Bájame - Exigió\, recibiendo una nalgada como respuesta - Ay - se quejó\, queriéndose sobar la zona afectada\, pero tenía miedo de soltar la espalda del más alto y caer volteado en el piso\, esa sí sería la mayor humillación luego de esta.

Comenzaron a caminar, subiendo las escaleras principales y entrando por la puerta grande, hasta un gran vestíbulo, la sala, y caminar hasta unas escaleras, por dónde empezaron, o el Alfa empezó a ascender, hasta llegar al segundo piso, donde en el pasillo había muchas puertas del mismo color negro, contrastando con las paredes de color blanco. Aun así, Luke pensó que esto se veía como un hospital y no como una casa. Siguieron avanzando hasta llegar a la última de frente. El Alfa la abrió y tiró no muy suavemente el cuerpo del Omega en la cama, quien rebotó un par de veces.

Luke se quejó, pero el Alfa no le prestó atención, caminó por la habitación y se agachó al suelo, sin que el Omega se diera cuenta de lo que agarraba, y viró su cuerpo caminando a la salida.

- En la noche vuelvo y ni se te ocurra intentar algo - Dijo para luego salir.

Lo que me faltaba.

Luke desde su lugar, empezó a recorrer la habitación con la mirada, se encontró con que era muy bonita y espaciosa, estaba equipada con una cama estilo matrimonial, una mesita de noche color caoba, un ventilador de techo, que estaba bastante alto por lo que no tendría problema al prenderlo y en la esquina de todo, una puerta color negro.

Caminó por la habitación hasta abrir la puerta y se encontró con el baño. Todo en él era blanco, tenía una gran bañera, incluso un gran espejo pegando a la pared. Aunque le gustó la habitación no estaba dispuesto a quedarse, ni en ella ni es la casa y mucho menos con ese Alfa merodeando por allí como un perro guardián. Nop. Jamás.

No te puedes ir. Replicó su omega

Claro que sí. Y lo voy a hacer. Dijo Luke, sin un atisbo de duda en su tono.

Luke, Aquí está nuestra pareja. Se quejó el otro desde su mente.

No me importa, yo voy a salir de aquí. Le respondió Luke encogiéndose de hombros.

Haz lo que se te dé la gana. Dijo, muy enojado, para luego cerrar la conexión. Luke viró los ojos.

Omega pinchado. Antes de decidir tomar un baño en la gran bañera. Luego vería la manera de salir de allí, tal vez por una ventana, un pasadizo secreto si lo encontraba, o tal vez se podría meter dentro de la canasta de la ropa sucia para que la lavandera se lo llevara, después saldría por la lavandería y seguiría buscando el camino para salir por la puerta de atrás. Aunque sonaba a mucho trabajo, tan vez elegiría la primera, era más sencilla.

^^^Letters_Im^^^

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***