Siento un pinchazo, finjo dormir, no sé qué diablos me han inyectado, pero supongo que es para dormir, así que siento que me cargan y me suben en la parte de atrás de un auto. Siento que abren las puertas, se suben y empieza a moverse. Abro mis ojos, trato de buscar algo con qué defenderme y para abrir la cajuela.
—Escucho que dicen: "Llama al jefe, dile que tenemos el paquete". Nunca pensé que esa perra puede defenderse también, mira cómo me dejó la cabeza —dijo uno de ellos.
Hasta que siento el sonido de varios carros y se detienen; me imagino que estamos en un semáforo. Busco con qué abrir hasta que hallé unas herramientas, tomo el destornillador para abrir el seguro y con el gato forzar la cajuela. Salgo sin que ellos se den cuenta, escondiéndome detrás de los otros autos.
Hasta que observo un grupo de personas y me mezclo entre ellos. Siento que voy lejos de ellos, observo a un chico en una moto.
—Hola, disculpa, ¿puedes ayudarme? ¿Puedes llevarme lejos de aquí? —desesperada y agitada.
El hombre se quita el casco y observo al hombre más hermoso que he visto en mi vida: cabello castaño oscuro, ojos verdes, un poco de barba; me mira de la cabeza a los pies.
—Hola, bonita —me sonríe.
—Por favor, ¿puedes llevarme? Que unos hombres me siguen —de forma desesperada, mirándolo.
—¿Por qué te siguen? —me pregunta él.
—Si me llevas lejos, te contaré —un poco seria, pero le sonrío al final.
Me entrega su casco y me lo pongo, y me subo a la moto; debo admitir que huele delicioso. Conduje como unos quince minutos, me bajé de la moto, me quité el casco y me arreglé el cabello.
—Chica bonita, ¿cuéntame? —dijo, intrigado y expectante por mi respuesta.
—¿Cómo te llamas? —me pregunta.
—Soy bonita, ¿y tú? —le sonrío.
—Soy chico guapo —me sonríe y guiña el ojo.
Le entrego el casco.
—Gracias, chico guapo —le doy una sonrisa y me volteo para irme.
—¡Eeeey! ¿Para dónde vas, bonita?
—Me tienes que contar. ¿Por qué te siguen? Tal vez pueda ayudarte —dice él, intrigado.
—Chico guapo, no creo. Solo te traería problemas —suspiro y le sonrío.
—Bonita, te invito a comer pizza y me cuentas. Yo decido si meterme en un hermoso problema como tú —en un tono coqueto.
Se baja de su gran moto de color rojo y negro; puedo ver lo bien que se le ven esos jeans, suéter negro y una chaqueta de cuero, tan malditamente sexy.
Me toma de la mano y entramos a una pizzería que está cerca; nos sentamos en una mesa frente a la ventana.
—Ahora sí, bonita —me mira un poco intrigado; en ese instante llega la mesera.
—Puedes traernos una pizza grande y una Coca-Cola —dice, serio pero mirando a la mesera.
—Ahora sí, dime bonita, ¿por qué te siguen? —me mira fijamente, sonriéndole.
—Por un simple error —suspiro un poco cansada.
—¿Cómo así? —pregunta, confundido. En ese momento suena el celular.
—Espera un momento, bonita, es mi trabajo.
—Ok —digo, tranquila, viendo a la mesera. Lo observé salir del lugar y hablar por celular.
Gael salgo a tomar la llamada, puedo ver a través del vidrio de la ventana, revolviendo un poco su cabello.
📱—Sí —serio.
📱—Jefe—un tono nervioso.
📱—¿Qué? —serio.
📱—El paquete se nos escapó—
📱—Sí, no me digas—mirándola por las ventanas y riéndose.
📱—Sí, jefe, es muy lista, sabe defenderse. Pensamos que se había dormido con lo que le inyectamos. Pero Marcos se equivocó de frasco y le pusimos otra cosa—
📱—¿Qué le pusieron?—intrigado y sorprendido.
—Vitaminas, jefe—suspira al escuchar.
—La dejaron escapar y le pusieron vitaminas—suspira de frustración.
—📱Se supone que son mis mejores hombres, luego arreglamos eso—serio.
—Dile a Carlos que active los rastreadores y dejen a la chica en paz, yo me encargo—
—Entró a la pizzería. Disculpa, mi trabajo. Ahora sí, cuéntame, bonita—sonríe. En ese instante llega la mesera con la pizza y la Coca-Cola. Él suspira.
—Fue por un error. Todo empezó hace 24 horas cuando se me ocurrió la idea de vengarme del profesor de cálculo. Por acosar a mi amiga, accidentalmente terminé hackeando a otro hombre. Entre pánico, descubrí el error de lo que había hecho, pero devolví el dinero que saqué sin querer y mejoré su sistema, e incluso le envié una nota de disculpa. Hasta que hoy me di cuenta de que unos hombres me seguían, con su cara de matones—
—¿Y si ese hombre solo quiere hablar contigo?—forma tranquila, observándola.
—No creo, no vino él mismo y mandó a varios tipos. Me atacaron y logré defenderme y escapar—negando con la cabeza, cuestionando.
—Bonita, ¿y qué piensas hacer ahora?—pensativo.
—No sé—encogiendo los hombros.
—Por ahora, me comeré esta pizza.—
Lo hace tomando un pedazo de pizza.
La observé y las fotos no le hacen justicia, es más hermosa en persona. No tiene ni una gota de maquillaje, su cabello es largo con ondas negro azabache, sus ojos son negros y sus labios carnosos. Su cuerpo es curvado, un buen trasero redondo y sexy, sus senos ni tan grandes ni pequeños, es simplemente hermosa en todo el sentido.
No sé qué tiene esta mujer. Pero todo en ella me atrae, viéndola y admirado cada rasgo de ella.
—Chico guapo, gracias por salvarme—
—Yo invito, me toca irme— sonríe.
—¿A dónde vas?— pregunto, mirándola un poco confundido.
—Voy a buscar dónde pasar el resto de la noche y luego pensaré qué haré—
—Gracias— le doy una gran sonrisa y me levanté, poniendo dinero en la mesa, cuando siento que me toma de la mano.
—Quédate conmigo— dice serio.
—Mi apartamento no está lejos de aquí—
—No, gracias— responde un poco seria.
Pero él se levanta, toma mi mano y me lleva hacia la moto, me entrega el casco. No sé qué me pasa con este hombre que no conozco.
Pero me atrae tanto, así que subo en su moto hasta que llegamos a un lindo apartamento.
Nos bajamos, él se acerca a mí para quitarme el casco y siento que se me acelera el corazón.
—Entremos, bienvenida bonita—
—Siéntete cómoda— su rostro me brinda calidez, me quito el buzo y el bolso.
—Es lindo tu apartamento— digo, observando admirada.
Él sale rumbo a una habitación y me trae un suéter grande.
—Puedes ponerte este. Hay una habitación, hay baño— señala una puerta.
—Gracias, ¿por qué me ayudas? No me conoces, no sabes si puedo ser una maniaca loca— sonrío.
—Y tú no sabes si puedo ser un asesino en serie— me guiña el ojo, sonriendo.
Salgo para la habitación que él me indicó, todo es elegante, pongo mis cosas en la cama, me ducho y hasta encontré un cepillo de dientes.Salgo más relajada.
Salgo de la habitación y lo observo a él con su cabello húmedo, en una sudadera de color gris y un suéter sin mangas de color blanco; puedo ver sus tatuajes en sus brazos.
Yo me bañé y me senté en el sofá con una cerveza en la mano, cuando la observé salir con mi suéter de color azul turquesa, que le llega hasta la mitad de sus muslos. Se ve tan malditamente sexy, la observé que se acerca a mí. Su cabello está húmedo que humedece el suéter. Al sentarse a mí lado el olor a lavanda del jabón invade mis fosas nasales, haciéndome sentir embriagado de deseo por ella. Solo intentó reprimir mis deseos de tomarla y hacerla mía. Pero su voz me saca del estado del que ella me tiene.
—Chico guapo —sonríe se sienta a mi lado.
—¿Vives solo?—intrigada mirándome.
—Si porque quiere hacerme compañía? ¿Quieres una cerveza?— de forma coqueta.
—No tomo, pero por hoy la aceptaré. No se sabe si me muera a los 22 años—. Le sonrió.
Él me entrega la cerveza, tomo un trago él me observa, hasta que siento que jala hacía a él, siento sus labios en mí, nos damos un beso con intensidad, deseo y lujuria, estamos en el sofá y yo estoy arqueada sobre él besándonos, siento como el suéter es sacando de mi cuerpo, estoy tan caliente, con cada toque que él da, me genera placer, él empieza jugar con mis senos y yo empiezo a simular moviendo mis caderas sobre su hombría.
"Me estás volviendo loco bonita" Me carga no sé en que momento me lleva a su habitación, estamos completamente desnudos, él introduciendo sus dedos en mi intimidad, solo se escuchan mis gemidos en toda la habitación, nuestros beso lleno de deseo y hambrientos, sentía que devoraban todo mi ser, pero quería más, esto se ha salido de control. Hasta que siento el dolor cuando entrar en mí, estamos sudados solo se escuchan nuestro gemidos, sonido que produce nuestro cuerpo al chocarse.
Gael:
La estoy haciendo mía cada parte de ella es deliciosa y adictiva, nunca he estado tan segado por el deseo de hacerla mía y hacerlo en toda las posiciones con ella. Ella era virgen; aunque ella no me lo dijo pude, sentirlo. No sabe lo hermosa que se ve sudada y gimiendo por mí.
¿Como le diré que soy del que ella huye?. SOLO SE QUE NO LA DEJARE IR, DE AHORA EN ADELANTE ELLA ME PERTENECE ...
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 45 Episodes
Comments
RINA DEL CARMEN ROJAS
Me está gustando mucho la historia, felicitaciones autora
2025-05-02
0
Gilda Herrera
El destino intervino en este par pq casualidad no fue
2025-03-31
0
Gilda Herrera
Es Gael si próximo jefe
2025-03-31
0