CAPITULO 2

Juan David se dirigía a su casa por la vía principal, cuando siente un fuerte impacto en costado derecho, se despierta aturdido y con mueca de dolor, abro los ojos, observa que esta acostado en una cama, levanta el brazo y nota que  está conectado a un aparato confundido pregunta, - “que me paso, donde estoy”.

Mariana: preocupada, con una enorme barriga, - “hola hermanito, tuviste un accidente, un carro que estaba sin freno, te impacto, gracias a dios no hubo fallecidos solo lesionados”.

Juan David: “hermanita que haces aquí, pareces una ballena, me duele las piernas izquierda y la cabeza me quiere explotar”.

Mariana: sobándome la barriga, estaba en la espera de una hermosa niña, Fabiana esta fascinada por otro hermanito, - “que susto nos has dado, cuando me llamaron que habías tenido un accidente de tránsito, me entraron los nervios, Darío me tranquilizo y agarráramos el primer avión para acá, Darío está afuera no me quiso dejarme sola, nuestros padres estaban angustiados, cuando el doctor me informo como estabas, los tranquilice”.

Juan David: molesto maldigo y con gesto de dolor, dice - “joder mañana teníamos un concierto, que hago ahora, que te ha dicho el médico, porque estoy conectado”.

Mariana: “tuviste un golpe fuerte en la cabeza pero nada grave y la pierna izquierda fue la llevo el impacto, tienes facturada te operaron y tienes que hacer rehabilitación”.

Juan David: “demonios, como me vino pasar esto a mí y justo ahora que estamos negociando contratos y conciertos en otras ciudades” – empiezo a gritar como loco.

Mariana: con una mirada triste, - “cálmate con maldecir no vas a solucionar nada”.

Juan David: con cara de frustración, observo que entra el médico y el Señor Noriega.

Doctor. “como estas mi paciente, como te sientes”.

Juan David: “Doctor cuánto tiempo lleva mi recuperación”.

Doctor: "eso va a depender de ti, llegaste con la pierna facturada, te operamos de emergencia y te colocamos unos clavos, en unos días te daremos de alta y debes comenzar con la rehabilitación".

Juan David: lo que escucha sobre esos clavos que me colocaron, sonaba espeluznante, gruño - “porque justo ahora”.

Señor Noriega: tomo una silla y se sentó junto a él, esta cociente de la desesperación del muchacho, trato de calmarlo, - “esa pregunta no te la puedo responder, pero si te calmas y dejas que te ayuden, puedes salir rápido de aquí y recuperado, afuera están los chicos preocupados, ellos te estarán esperando para continuar con la banda".

Mariana: “el Señor tiene razón Juan David, mientras estés más sereno, te puede recuperar rápido, con esa actitud no vas a lograr nada”, - verlo así prostrado en una camilla me arruga el corazón”.

Doctor: mirando a Mariana, - “señora debería ir a descansar, comprobó que su hermano se está recuperando, ahorita le van a suministrar unos calmantes para que se relaje, si surge algún inconveniente se lo estaremos participado”.

Señor Noriega: “deme su número de teléfono, yo me voy a quedar con él, cualquier cosa que pase, le estaré comunicando”.

Juan David: “doctor no debería permitir que ballenas como ella entren a este hospital, si hermanita regresa con Darío y los niños, mira que pronto explota la piñata y allí va ser peor, te conozco, si no te vas llamo a Darío para que te saque de aquí”.

Mariana: lloriqueando, protesto, - “está bien, pero si me entero que no te estas cuidando, y no haces lo que el medico te indica, vengo y me instalo con los niños en tu casa hasta que te recuperes”.

Juan David: trato de reírme pero el dolor no lo deja y asiento con la cabeza, ella se acerca y le da un beso en las mejillas, con lágrimas sale de la habitación, escucho al doctor que le habla.

Doctor: “tienes que relajarte, molestarte no te favorece en nada”.

Juan David: “¿cuánto tiempo estaré de baja?”, - como no le responde exigió, - “¿cuánto?”.

Doctor: “de cuatro a seis meses”.

Juan David: “¿seis meses?, ¿voy a tardar medio año en recuperarme?,  ¿porque tanto?”.

Doctor: "si colaboras con la rehabilitación, intentaremos que sea menos”.

Juan David: la furia que sentía lo hacía querer golpear lo que fuera cuando escuchó decir".

Señor Noriega: con voz profunda, - “hijo, lo ocurrido fue un accidente, nadie tiene la culpa, debes ser paciente contigo mismo, solo tu paciencia y tu lucha te harán ganar la batalla, sé que esto es desagradable para ti, pero también lo es para mí, eres una piezas clave para la banda y te quiero al cien por cien lo antes posible, ¿entendido?”.

Juan David: sabía que el doctor y el Señor Noriega tenían razón, no quedaba de otra.

Aquella noche desde el hospital llamó a sus padres, tuvo que aguantar los llantos y lamentos de su madre, después de un rato logro tranquilizarla y pudo colgar e intentar dormir.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play