A sus 17 años Derek tenía todo lo que un joven de su edad pudiera desear o necesitar, era guapo, popular, exitoso y un deportista destacado, pero carecía de algo muy importante a lo que le restaba importancia: disciplina y compromiso.
Su padre, David, era un hombre muy trabajador. Dirigía una compañía explotadora de madera, que a veces funcionaba muy bien económicamente y otras no tanto. Por este motivo el dinero era algo que al hombre le preocupaba constantemente, razón que lo hacía sentirse enojado cada vez que su hijo abandonaba alguna actividad que le hubiera representado invertir dinero en vano.
Él procuraba que a Derek no le faltara nada; su niñez no había sido fácil y muchas veces su familia pasó por grandes necesidades a causa de la falta de dinero, por eso trabajaba con ahínco para lograr que en su casa todo funcionara de la mejor manera.
Su esposa Louise, era una hermosa mujer italo americana, de piel blanca y cabello oscuro, a quien había conocido en un recorrido turístico por Europa. El se había tomado un año sabático después de enfrentar algunos problemas personales y familiares generados por el alcoholismo que ya había superado. Ella pasaba una temporada en Italia, a dónde había viajado para conocer mejor la cultura de su familia y para superar su divorcio reciente.
Ya no eran unos jovencitos y al conocerse y enamorarse perdidamente no dudaron en casarse e iniciar una vida juntos. Louise se mudó a Canadá cuando su esposo decidió retomar los negocios de su familia.
Ambos se esforzaban en llevar lo mejor posible su hogar, tener una buena casa, auto y darle a su hijo todo lo que necesitara, alguna veces corriendo el riesgo de malcriarlo, después de todo era su único hijo y lo habían tenido después de varios intentos fallidos pues eran algo mayores cuando Derek nació.
Desde pequeño Derek había sido un buen deportista, baseball, socker, hockey, pero nunca permanecía mucho tiempo en un equipo, a causa de su falta de compromiso. Sus padres habían intentado muchas maneras de mantenerlo motivado, sin embargo al final siempre decía que estaba aburrido.
En lo único que Derek había mostrado un interés verdadero era en sus clases de natación. A los 10 años ingresó al equipo infantil de la escuela. Su primer entrenador notó enseguida el potencial de Derek, por ello instó a sus padres a que lo enfocaran por ese camino.
Al ingresar a la secundaria, Derek se había convertido en un joven muy guapo, con el cabello oscuro de su madre y unos profundos ojos azules heredados de su padre.
Se inclinó más a la práctica de la natación, en la que se manejaba, literalmente, como pez en el agua. Se volvió un poco más dedicado y responsable, participaba en cada competencia, y lo mejor de todo, siempre ganaba.
Sin embargo al relacionarse con sus compañeros de escuela e interesarse más en la vida social, las chicas y las fiestas, su tendencia a la indisciplina regresó. El ser del tipo atlético y guapo lo hacía popular entre las chicas, y esto era una enorme distracción para su disciplina.
Estando a puertas de una competencia estatal tuvo que ser apartado del equipo, lo cual significó para él un duro golpe.
Su entrenador, el señor Ming, era experto en preparación para competencias de clasificación para encuentros internacionales, y sabía que Derek podría ganarse cualquier medalla que quisiera.
Pensando en explotar todo su potencial, le propuso a sus padres enviar a Derek de intercambio a Beijing, donde se vincularía a un equipo de natación, con uno de los mejores entrenadores del país.
Al comienzo Derek no estuvo de acuerdo, no podía imaginarse estar en otra escuela, lejos de sus amigos y de su familia, en un país con una lengua diferente y muy difícil de aprender. Su padre tuvo que ponerse firme con él.
-Durante años he tolerado muchas cosas de ti hijo- le dijo su padre, -pero si continuas así, dejando todas las cosas que inicias a medias no vas a lograr nada en la vida-, añadió.
>>Míranos- decía mientras señalaba a su esposa sentada a su lado.
>>Tu madre y yo no tuvimos las oportunidades que tu tienes y nos ha costado un arduo trabajo y mucho sacrificio lograr lo que tenemos y brindarte los medios para que seas mejor que nosotros- decía su padre en tono exhortativo.
>>Tu eres un joven inteligente\, no te cuesta aprender y además eres un deportista muy capaz\, pero tu falta de disciplina y compromiso puede llevarte al fracaso- decía el hombre mientras lo miraba con algo de decepción.
>>Así que tienes dos opciones\, aceptas ir a prepararte para los olímpicos en China o entras a la escuela militar- sentenció antes de levantarse y dejarlo a solas con su madre.
A Derek no le desagradaba la idea de la escuela militar pues en alguna oportunidad había considerado la opción de irse al ejercito, pero sabía que eso le destrozaría el corazón a su madre, así que tendría mucho en que pensar.
-Será sólo un año hijo- dijo su madre mientras acariciaba el cabello oscuro de Derek, -verás que el tiempo pasará rápido y regresarás preparado para ir a las olimpiadas y ser todo un campeón.
El chico al final tomó una decisión y optó por el viaje a China. El entrenador se había encargado de convencerlo mostrándole las grandes oportunidades que se le abrirían de participar en las siguientes olimpiadas, además podría conocer un país con una hermosa y milenaria cultura. Así que con grades expectativas Derek comenzó a organizar su viaje a la gran China.
Durante el tiempo que restaba para terminar ese año escolar se registró en clases de mandarín, no quería llegar a Beijing y no entender nada de lo que le hablaran, aunque sabía que los asiáticos aprendían inglés en las escuelas y muchos lo dominaban. Después de todo como buen canadiense hablaba dos idiomas, inglés y francés, y había tomado clases intensivas de italiano, le encantaba escuchar a su madre hablarlo y le parecía que era un hermoso idioma.
Además ya había comprobado que hablar italiano era una herramienta efectiva cuando de atraer a las chicas se trataba.
Louise, se encargó de gestionar todo lo necesario para que el intercambio de Derek con la escuela en China se llevara a cabo sin ningún inconveniente. Por esta razón se había tomado el trabajo de contactarse con la familia con quien su hijo se hospedaría, y quienes al mismo tiempo enviarían a su hija a alojarse en su casa.
A riesgo de parecer una madre sobre protectora, Louise realizó una lista con todas las actividades que Derek debía realizar para organizar su viaje a China. Pero el chico confiaba en que su madre haría todo lo necesario y por eso prefería pasar el tiempo que le quedaba antes de viajar, con sus amigos quienes le hicieron varias fiestas de despedida.
Llegó el día de su viaje y Derek se preparaba para enfrentar la aventura más grande de su vida, lejos de sus padres y de todo lo que conocía, en un país lejano y muy distinto al suyo, en el que había vivido siempre.
Sería un largo viaje hasta su destino. Los padres de Derek no pasaban por el mejor momento en lo económico, por eso no pudieron costear un vuelo con menos escalas.
A él le hubiera gustado viajar directamente de Montreal a Beijing, pero esa era la opción más demandada, por consiguiente la más costosa, así que abordó su vuelo con destino a Nueva York-Londres-Moscú-Beijing.
Al menos tendría la oportunidad de conocer varios aeropuertos, pensaba mientras se dirigía en compañía de sus padres al aeropuerto.
Louise, no dejaba de hablar, dándole consejos de qué hacer y qué no durante el viaje, cómo comportarse durante la estancia, y le rogaba que por favor aprovechara todo el tiempo y se enfocara solo en prepararse para las olimpiadas.
Su padre, por el contrario, conducía el auto en silencio, y de vez en cuando lo miraba a través del retrovisor. A veces parecía que iba a decir alguna cosa, pero luego respiraba y miraba hacia el camino.
Al llegar al aeropuerto, algo retrasados, apenas si tuvieron tiempo de que Derek realizara su check-in. Su madre comenzó a llorar y lo abrazó muy fuerte mientras le decía
-Te amo hijo, te voy a extrañar muchísimo.
Derek la abrazó con fuerza y dijo
-Yo también te amo mamá.
Su padre sostenía las maletas mientras Derek se despedía de su madre. Al entregárselas, no pudo evitar que las lagrimas se asomaran a sus ojos, tomó con fuerza a su hijo por los hombros y le dijo:
-No importa lo que suceda, siempre serás mi mayor orgullo hijo, te amo...
Derek abrazó con fuerza a su padre y le dijo con la voz entrecortada
- Gracias papá\, también te amo... Haré que te sientas orgulloso de mi...
Derek tomó su equipaje y se dirigió a la sala de abordaje, giró su cabeza para mirar a sus padres y decirles adiós con la mano y no pudo evitar sentir un nudo en la garganta mientras subía por las escaleras eléctricas.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 134 Episodes
Comments
Claudita Caro Cabrera Caro Cabrera
🤧❤😘
2023-03-15
0
Luli Rasch
Por alguna razón siento que Derek no me va a caer bien
2022-02-17
1
Serendipity
Ya lo amo!!!
2022-02-11
0