Regreso A Beijing
Beijing 2015...
Había sido un largo viaje de 12 horas...
Derek estiro sus largas piernas hasta donde el reducido espacio existente entre los sillones del avión se lo permitía mientras escuchaba la voz del piloto informando que ya podían soltar sus cinturones y prepararse a descender.
Casi siete años habían transcurrido desde aquella vez, cuando había abordado desde aquí su vuelo de regreso a Canadá. En aquella ocasión la emoción que sentía de regresar a su hogar fue una mezcla de dolor, rabia y ansiedad. Aquel retorno abrupto cambió sus planes de vida para siempre.
Volver a Beijing después de tanto tiempo le generaba mucha ansiedad, pero también nostalgia, después de todo, fue en esta ciudad donde pudo ganar la medalla de oro olímpica de natación en representación de su país, fue donde se enamoró realmente por primera vez, donde vivió los mejores momentos de su vida, pero también los más dolorosos y desconcertantes.
El ser un campeón olímpico era la razón de su regreso. Había recibido una invitación del Comité Olímpico Internacional para la inauguración del mundial de natación que otorgaría cupos para las próximas olimpiadas, en compañía de otros campeones.
Había sido una bella época aquella, la escuela, la juventud, los amigos y el amor... pero también representaba enfrentarse al peor dolor que había sentido en su vida, un dolor que a pesar de haber pasado ya tanto tiempo, continuaba presente en su corazón.
Al salir del aeropuerto, Derek se dirigió directamente al Centro Acuático, había escuchado que las piscinas nuevas eran fantásticas y era ahí donde se llevarían a cabo las competencias dentro de algunos días. No podía esperar para ver el lugar y aprovechar, en su calidad de invitado especial, para darse un chapuzón y ponerse en forma para el espectáculo de inauguración. Eran casi las 3 de la tarde, por lo que seguramente la temperatura sería agradable en el agua.
Durante el trayecto desde el aeropuerto Derek observaba la ciudad, había cambiado mucho desde la última vez que estuvo allí, sin embargo algunos sitios permanecían iguales lo que le producía algo de nostalgia.
Al ingresar a la magnifica estructura, sintió la misma admiración por la cultura china que tanto le apasionaba, y la misma emoción de cuando por primera vez ingresó a ese lugar hacía casi 10 años atrás....
Aunque su dominio del idioma local era relativamente bueno, prefirió hablar en inglés a la dama encargada del ingreso a las instalaciones.
Luego de identificarse, la mujer lo guio hacia un salón donde se encontraban varios deportistas veteranos de diferentes nacionalidades. A algunos los reconoció, pero prefirió no acercarse, después de todo, él había dejado las competencias atrás y no se mantenía en contacto con sus colegas.
En las paredes del salón se encontraban colgadas las fotografías de cada uno de los invitados, con cortes de momentos de sus competencias y recibiendo sus medallas. Y ahí estaba la suya. Derek no pudo evitar sonreír con nostalgia.
Salió de sus pensamientos al escuchar la voz del encargado solicitándole que lo acompañara hasta las piscinas. Al acercarse al lugar, podía escuchar las voces y las risas de los niños que a esa hora practicaban, y también los gritos de los entrenadores. Recordó entonces la disciplina que aprendió al entrenar en este país, gracias a la cual pudo llegar a conseguir sus triunfos deportivos.
Derek se dirigió a los camerinos, se quitó su ropa de viaje y tomó una corta ducha para humedecer su cuerpo y ponerse su traje de nadador.
Al mirarse al espejo no vio a ese joven de 19 años que ganó una medalla olímpica. Aunque conservaba un físico excelente, pues aún realizaba su rutina de entrenamiento personal que incluía tiempo en la piscina. Pero sus actividades cotidianas y las actuales responsabilidades que tenía opacaban poco a poco al joven atleta.
Al estar frente a las hermosas piscinas sintió el impulso de lanzarse inmediatamente, pero recordó lo estricto de los entrenadores quienes no permitían la presencia de otros nadadores mientras los equipos estuvieran en el agua, así que decidió calentar trotando alrededor de las piscinas.
Poco a poco se fueron retirando los equipos y solo quedó al final un reducido grupo de niños que no superaban los 10 años, algunos de ellos practicaban sosteniendo la respiración bajo el agua mientras su entrenador les tomaba el tiempo, al finalizar se retiraban y se dirigían a los camerinos.
Al irse todos, Derek se dirigió a una de las piscinas más profundas para realizar su rutina de nado. Durante 15 minutos nadó de lado a lado, en diferentes modalidades, hasta que se sintió agotado.
Al momento de salir sintió el sonido ocasionado por un cuerpo ingresando al agua. Salió de la piscina y volteó para ver de quién se trataba, pero la poca luz no le dejaba observar bien. Mientras secaba su cabeza con la toalla, las luces del centro acuático fueron encendidas. Fue entonces que vio casi en el fondo de la piscina una pequeña silueta tratando de subir.
Sin pensarlo se arrojó al agua y rápidamente llego hasta el cuerpo de un niño, lo tomó por sus brazos y lo sacó de la piscina. Casi a punto de ahogarse el pequeño tosía y respiraba con dificultad. Derek recordó que cerca de las piscinas siempre hay botones de alarma en caso de ahogamientos, así que presionó el botón para que el personal de emergencias se hiciera presente, mientras ayudaba al pequeño a recuperar su respiración.
El personal de urgencia llegó muy rápido y se encargaron de tomar al niño y llevarlo a la enfermería. El médico de turno lo revisó, mientras el pequeño decía que se encontraba bien. En su pequeño rostro solo se veía una vaga sombra de temor y su mirada reflejaba más frustración que miedo. Derek los había seguido hacia la enfermería interesado en saber si el pequeño se encontraba bien.
Luego de comprobar que el chico se encontraba en buen estado, el personal médico se fue retirando y una enfermera mencionó que llamaría a la madre del pequeño para informarle la eventualidad y que pasara a recogerle.
Cuando se encontraban a solas Derek se acercó al pequeño y en mandarín le habló:
-Uff- dijo, -tremendo susto hemos pasado-....
>>¿Por qué saltaste a la piscina?- Preguntó.
El pequeño bajó la mirada y en voz baja dijo
-No me he asustado.... solo quería mejorar mi tiempo bajo el agua...
Derek se admiró ante la respuesta del pequeño quien volteo para mirarlo y le preguntó:
-¿Eres Derek Grant, cierto?
Derek se extrañó de que un niño tan pequeño lo reconociera, y respondió
-Si soy yo...
El niño dijo
-Tengo un poster tuyo en mi habitación.
-¿En serio?- dijo Derek sonriendo mientras el pequeño asentía con su cabeza.
Derek decidió quedarse al lado del chico para acompañarlo mientras su madre llegaba; transcurrieron algunos minutos cuando a lo lejos se escuchó el sonido de unos tacones y una mujer joven apareció desde los camerinos corriendo hacia ellos, hablando en mandarín al pequeño mientras lo abrazaba, Derek entendió que se trataba de su madre.
La mujer volteó a mirar al hombre que se encontraba al lado de su hijo, su rostro palideció y sus ojos se llenaron de sorpresa y dijo
-¿Derek? Eres tu....
El corazón de Derek dio un vuelco en su pecho
-Mei.. Mei-Ling...- dijo el hombre muy asombrado...
La mujer bajó su mirada y rápidamente acomodó el bolso del pequeño a su espalda y lo tomó de la mano para rápidamente salir del lugar.
Derek caminaba muy rápido detrás de ella, se encontraba descalzo y aún en traje de baño
-Mei-Ling... Mei-Ling!!-
La llamaba mientras trataba de alcanzarla, pero al llegar a la salida de las piscinas, el vigilante le impidió salir señalándole su ropa.
La mujer bajó las escaleras muy de prisa, mientras Derek regresaba corriendo a los camerinos para vestirse y recoger su equipaje. Lo más rápido que pudo se cambió y tomó su maleta. Corrió en dirección hacia donde la mujer había ido, bajo las escaleras casi saltando y al llegar a la calle miró con desesperación a todos lados mientras halaba la parte trasera de su cabello.
Resignado a no encontrarla, cruzó la calle hacia el otro lado para caminar unas cuantas cuadras hacia el hotel donde se alojaría. Se registró y subió a una pequeña pero muy cómoda habitación decorada tradicionalmente. Sintió una gran nostalgia y sus ojos se humedecieron.
-Mei-Ling... Mei-Ling... -decía, -por fin te encontré...
Se preguntaba quien sería el padre de ese niño, quien sería su esposo, seguro estaba casada... Por supuesto, ella nunca tendría un hijo sin casarse.
Al pensar en esto sintió un nudo en su estómago y una desesperación que no sentía hace mucho tiempo. Miles de recuerdos se agolparon en su mente.
-Seguro se casó con él....
Dijo Derek para si mismo, mientras se sentaba sobre la cama y sostenía su cabeza con las dos manos.
-0-0-0-0-0-
La mujer corría lo más rápido posible mientras el niño le decía
-¿Por que corres mamá?, no lo saludaste y es él, el que está en el poster de mi habitación...
Lagrimas abundantes corrían de sus ojos mientras ella pensaba que había dejado su auto estacionado muy lejos. Sabía que Derek saldría a buscarla y si caminaba hacia el parqueadero probablemente el la alcanzaría.
Decidió entrar a un café justo en la otra acera, alzó a su hijo en brazos y cruzó esquivando el tráfico. Se sentó en una mesa, pidió un té y una bebida para su niño. Desde el lugar ella podía observar cuando Derek saliera.
Unos minutos después lo vio. Miraba de un lado a otro, buscando. Le pareció que el podría verla en la posición en la que ella y su hijo se encontraban, por eso se levantó rápidamente y se ocultó junto al muro, mientras lo veía alejarse.
La mujer pagó rápidamente la cuenta y se dirigió muy rápido hacia el lado opuesto al que Derek había ido.
Al llegar al parqueadero buscó de prisa su auto y subió mientras su pequeño se acomodaba en el asiento trasero.
-Mamá, ¿Qué te pasa?- preguntó el chiquillo, -¿por qué lloras? -insistía.
-Ponte el cinturón hijo.
Fue la única respuesta de Mei-Ling...
Encendió el auto y no pudo evitar romper en llanto mientras inclinaba su cabeza sobre el volante. Su pequeño hijo soltó su cinturón y se pasó al asiento del pasajero al lado de su madre, se arrodilló y la abrazo mientras le decía
-No llores mamá...
Ella giró hacia su hijo y lo abrazó con fuerza mientras continuaba llorando.
-Ahora, dime Martin... ¿Qué pasó en esa piscina?-
-No pasó nada mamá- dijo el chico.
-¿Nada? No es nada terminar en el fondo de una piscina profunda hijo- dijo ella
>>¿Qué hacías allí?
-Nada mamá- dijo cruzando los brazos-, los otros chicos se rieron por mi tiempo bajo el agua, yo solo quería practicar un poco más para poder ganarles....
-Pero hijo, tu no tienes nada que demostrarle a nadie, solo a ti mismo- dijo ella, -además me moriría si te pasara algo- agregó
-Pero no me pasó nada- dijo el chico, -ese hombre me sacó.
-¿Quien?- preguntó la mujer.
-El de mi poster, Derek Grant- respondió el chico.
Mei-Ling llevó su manó a su boca y no pudo evitar que su llanto aumentara, se acomodó en el asiento del conductor y soltó el freno de mano.
-Vuelve a tu puesto hijo y abrocha tu cinturón...
-Lamento haberte hecho llorar mamá- dijo el chico.
Mei-Ling lo miró a través del retrovisor y dijo
-Lo sé cariño...
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Updated 134 Episodes
Comments
Eret Lopez
UN HIJO debe disfrutar a sus DOS PADRÉS
2024-05-04
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Martha Padilla
Es hijo de Dereck 😨😨😨 Pero por qué lo oculta su madre ??? 🤔🤔🤔
2023-04-30
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Claudita Caro Cabrera Caro Cabrera
woow ya me gusto
2023-03-14
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