Crisis

Estoy sola en mi cuarto, viendo el espacio vacío que hay en mi cama, siento como si el tiempo se hubiera detenido, mi vida ha cambiado y no lo asimilo, me siento en un laberinto sin salida, en un hueco oscuro atrapada por el dolor. Tengo miedo, no quiero salir, no quiero hacer nada. El llanto es mi mejor aliado en este momento, me refugio en él. Solo quiero dormir y soñar con Taeyang, mi vida sin él no tiene sentido, jamás pensé que algo así me pasara, aún recuerdo cuando mi padre murió, no era consciente de lo que sufría mi mamá, estaba muy pequeña, ahora puedo entender su dolor y la admiro, porque no la vi flaquear ante el dolor, al contrario, siempre la vi fuerte, decidida, me crió y me sacó adelante, me pregunto cómo lo hizo, cómo pudo superar esa tragedia.

Yo siento que no puedo, no tengo fuerzas ni motivos para hacerlo.

Cierro mis ojos, quiero ver a Taeyang.

— Hana, mi amor aquí estoy.

— Taeyang, amor ¿dónde estás?

— Aquí, junto al árbol.

Logro ver a lo lejos una hermosa cascada, Taeyang está junto a un frondoso árbol, me sonríe. Yo camino hacia él, lo abrazo y lo beso.

Lo miro fijamente, pero no pronuncio palabra.

— Hana, yo no quiero que sigas sufriendo. Tu dolor es mi dolor. Aquí estoy, siempre estaré en tus sueños, hasta que lo necesites.

— Esto no basta, prefiero morir. Así estaría contigo donde tú estás.

— Eso no funciona así.

— Entonces ¿qué hago? ¿Me la paso durmiendo todo el día para poder verte?

— No Hana, vive tu vida y me encuentras en tus sueños cada noche. Será nuestra cita diaria.

—¿Hasta cuándo? ¿Cómo sé que esto no acabará algún día? ¿Cómo sé que no me lo estoy imaginando? No eres real, solo eres un sueño.

Tapo mi cara y mis lágrimas se asoman.

— Este espacio lo hemos creado los dos, nuestras almas encuentran consuelo aquí, si me necesitas aquí estaré.

— Te fuiste, te moriste, estoy sin ti! Te necesito vivo, no muerto. Esto no es suficiente, porque al despertar regresaré a mi nueva realidad, en la que tú ya no estás.

— Hana, esto es lo que puedo darte. Lo siento.

— Creo que lo mejor es no verte más en mis sueños, me hace daño.

— Si eso es lo que deseas, no estaré más en tus sueños, pero seguiré a tu lado, así no me veas. Tienes razón, debes olvidarme.

— No, olvidarte no, sólo afrontar mi realidad, esa a la que ya no perteneces, en la que no estás presente, en la que no existes, necesito vivir eso y aceptarlo. Mientras te vea en mis sueños, no aceptaré mi realidad, seguiré aferrada a ti.

— Tienes razón, te estoy haciendo daño.

— Yo quiero que estés allá en la vida real conmigo, no aquí. Verte así, sólo me anima a querer morir.

— Te amo y siempre te amaré.

— Y yo a ti.

— Recuerda que cuando quieras verme solo pídelo y ahí estaré en tus sueños.

—¿Es esto es una despedida?

— Aún no, estaré cerca, sana tu dolor y cuando sea el momento nos veremos nuevamente.

Mi madre entra en la habitación, lo cual me despierta de inmediato.

— No quería despertarte, solo quería ver cómo estabas.

— Tranquila mamá, estoy cansada.

— Quieres dormir un poco más.

— No, yo solo quiero dejar de sufrir.

— Lo sé, es duro. ¿Has seguido soñando con él?

— Sí, ahora mismo soñé con él y le pedí que no estuviera más en mis sueños, pero ahora me arrepiento de lo que hice.

—¿Pero en tus sueños tienes conversaciones lúcidas con él?

— Sí, es algo que no me lo creo, me asusta pero al tiempo me satisface, porque al menos puedo verlo allí y tocarlo.

Mi madre me mira de manera extraña, como si estuviera loca.

— Mamá no estoy loca, no me mires así. Los seres humanos no solo somos cuerpo físico, tenemos un alma, espíritu o como quieras llamarlo, su alma se comunica conmigo a través de los sueños, allí puedo hablar con él, como si lo tuviera aquí presente, es algo increíble, pero cada vez que lo veo en mis sueños y me despierto, vuelvo a esta realidad que no quiero aceptar y eso me perturba aún más, porque quiero seguir durmiendo para verlo nuevamente o simplemente dejar de vivir e irme definitivamente con él.

— Hana, entiendo lo que me dices, pero me asusta.

— Lo sé, es algo difícil de entender, yo misma no lo creo, pero nuestras almas están unidas por un lazo muy fuerte que nos permite seguir comunicándonos aún después de la muerte.

— Eso suena algo extraño, por favor no se lo menciones a nadie más.

— Sigues creyendo que estoy enloqueciendo.

— No, no es eso, tal vez si lo mencionas a alguien más, pueda tomarlo mal, ¿entiendes?

— Si, lo entiendo.

— Recuerda que aún tienes la posibilidad de ir a terapia.

— Mamá, no quiero hablar de eso ahora.

— En algún momento deberás tomar una decisión al respecto.

— En este momento solo quiero llorar y gritar, sacar todo el dolor de mi corazón.

— Es tu derecho hacerlo.

— Quiero estar sola por favor.

— Estaré allá afuera, te prepararé algo de comer.

— No quiero nada mamá.

— Debes alimentarte, soy tu mamá y te cuidaré.

— Yo solo quiero descansar.

Mi madre cierra la puerta, mis ojos se llenan de lágrimas, no puedo creer que fui capaz de decirle a Taeyang que no estuviera en mis sueños, en que carajo estaba pensando, porqué actué así en mis sueños. Lloro desconsolada y empiezo a gritar su nombre. Golpeo el colchón y tiro todo lo que está sobre la cama. Siento una opresión en mi pecho, me falta el aire, siento que me muero, que es esta sensación tan horrible que siento.

Mi madre entra a la habitación asustada, me abraza y me pide que me calme, yo no me acuerdo de cómo respirar, el pánico se apodera de mí.

— Trata de respirar, mírame, aquí estoy, es una crisis, tienes un ataque de pánico, acéptalo, no luches contra él. No estás sola, me tienes a mí, ya pasé por esto.

Mi madre me consuela y frota mi espalda, tratando de transmitirme calma, yo solo puedo sentir un enorme pánico, tiemblo, mi corazón late desbocado, pero poco a poco, va regresando mi respiración normal.

— Ya pasó, poco a poco te irás calmando.

— Jamás había sentido algo así mamá — Le digo con la voz entrecortada y nerviosa.

— Yo sufrí muchos ataques de pánico, tuve que aprender a manejarlos, tomé terapia y eso me ayudó bastante.

— Nunca te ví así mamá.

— Fui muy cuidadosa con eso, jamás dejaría que me vieras en ese estado, hubiera sido muy perturbador para tí. Por esa razón, tomé terapia, no podía permitir que mi hija sufriera por su mamá, además de lidiar con la muerte de su padre, era una carga muy pesada para tí.

— Lo siento mamá, no lo sabía.

— No te preocupes, una madre solo quiere el bien para sus hijos, tenía que protegerte.

— Mamá eres una mujer muy fuerte, te admiro mucho más ahora.

— Ay hija, la vida no ha sido nada fácil, ahora tú estás pasando por lo mismo, pero estás joven, no tienes hijos, puedes rehacer tu vida, ser feliz.

— Mamá no quiero rehacer mi vida, yo solo quiero dejar de sentir todo este sufrimiento.

— Lo sé, simplemente te muestro un panorama de tu vida, tu futuro.

— Acaso no fuiste feliz en tu vida, por mi culpa.

— No Hana, no me malinterpretes, yo no pude vivir mi duelo tan plenamente como tú lo estás haciendo, a mí me tocó tragarme mi sufrimiento, mi dolor, tuve que ser fuerte por las dos, salir adelante para poder darte una vida decente. No pude pensar en mí solamente, tenía que pensar en esa niña de 4 años que ya no tenía un papá, que debía criar yo sola, en esta sociedad machista, llena de prejuicios. No tenía tiempo de echarme a llorar ni sufrir un duelo, tenía que ir a trabajar y ser fuerte para ti.

— Eso te dañó mucho mamá.

— Sí, fue allí donde empezaron los ataques de pánico, por guardarme todo, muchas veces me dió en el trabajo o estando en mi habitación. Asistí a terapia, eso me ayudó a manejarlo.

—¿Los tienes aún?

— No, fueron desapareciendo con el tiempo.

— Entonces debo ir a terapia.

— Sería lo mejor, pero es tu decisión.

— Me generó angustia no poder ver a Taeyang ni siquiera en mis sueños, deseo verlo, aunque solo sea allí.

— Hana, debes soltar, dejarlo ir.

— Es muy difícil mamá, pero asistiré a terapia.

— Buscaré la tarjeta que me dieron en el hospital.

— Está bien mamá, creo que es hora de buscar ayuda.

— Me alegra que lo aceptes. Ya regreso.

Siento un dolor en mi pecho, siento miedo, mucho miedo, no quiero enloquecer. He perdido a Taeyang incluso en mis sueños, no puedo soportarlo.

— Taeyang te pido que no me abandones, sigue en mis sueños por favor.

Más populares

Comments

Yaneth Garizabal Hernández

Yaneth Garizabal Hernández

exelente

2025-08-13

1

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play