Al día siguiente, en la universidad, la maestra Jessica estaba dando su clase tranquilamente y Alexander estaba escuchando feliz. A pesar de que Mark no asistirá a clase, eso no era motivo para estar triste, la maestra estaba con la sonrisa de siempre y eso era lo más importante para él. El proyecto estaba casi terminado y solo faltaban unos detalles. Cuando la clase terminó, Alexander se acercó a la maestra.
—Maestra miré el trabajo, dígame qué hace falta.
—Mmm… Ya está completo, solo corrige las faltas de ortografía y te lo recibo.
Después de agradecerle, Alexander regresó a su asiento mientras los demás se retiraron. Unas chicas compañeras de Alex se acercaron a él.
—Alex, vamos al cine hoy.
—Discúlpenme, tengo que terminar un trabajo, pero te prometo que en cuanto termine y llegue Mark, planearemos una salida, ¿quizás una lunada?, ¿les gustaría?
Todas las chicas chillaron emocionadas. La maestra estaba observando la situación y no pudo menos que sonreír. Las chicas se fueron dejando solo a Alexander para que terminara su trabajo y por supuesto, la maestra se retiraba también a su oficina en la sala de maestros.
—Maestra, no se vaya a ir temprano, hoy mismo término las correcciones.
—Está bien Alex, te esperaré hasta las 8, porque tengo que calificar muchos proyectos. Verás que también hay bastantes reprobados como tú y Mark.
—Maestra… Me rompe el corazón —chilló con cara cómica—. Usted es mala.
—Eres un exagerado, apúrate, ¿ok?
La maestra se retiró y Alexander se quedó en soledad. En eso, llegó Mark sorpresivamente, Alex no podía creerlo, pensaba que veía un espejismo.
—¿Mark? ¡Ya estás aquí tan pronto! ¿Cómo te fue en el viaje de regreso?, ¿cómo estás?, ¿resolviste todos tus asuntos?
—Estoy bien gracias, necesito que me ayudes con algo —pidió inocentemente.
—Claro, lo que necesites —respondió Alexander cavando su propia tumba.
—En unas semanas leerán el testamento de mis padres, es algo sorpresivo, porque dejaron muchos negocios pendientes y aparte necesitan un sucesor para las tierras que dejaron y la casa… Todo. Gracias a dios estuvo mi tío y me ayudará con los negocios, él siempre estuvo interesado en ello. Bueno a lo que voy es que necesito que me acompañes.
—Claro que sí, te ayudaré en lo que pueda, soy tu mejor amigo, ¿lo sabes verdad?
—Si, por eso te dije a ti y no a otra persona. Y por cierto, salgamos hoy a un café, ¿qué dices? Así podemos hablar sobre varios asuntos.
—¿Un café? No lo creo, me gustaría mucho, pero, es más, unas chicas me dijeron que saliéramos al cine, pero el proyecto está ya terminado, la maestra dijo que estaba bien así y lo único que falta es corregir ortografía. Tú eres el mejor en eso, ayúdame y luego salimos con las chicas.
—Bueno, pues terminémoslo.
Juntos terminaron el trabajo antes del tiempo, gracias a Mark, las correcciones fueron acertadas y después de recoger las pertenencias de Alex, ambos se dirigieron a su oficina. Alex tocó la puerta de la oficina y abrió casi enseguida.
—¡Maestra! Ya terminamos y Mark ya está aquí.
—Mark, que gusto que estés a tiempo para calificar el trabajo. ¿Estás bien? Si necesitas algo dímelo.
—Gracias, maestra… Estoy bien.
—Sí, mi amigo es fuerte.
Mark sonrió, pero algo había en esa sonrisa, no era genuina, era algo siniestra. Alex pensó entonces que la muerte de sus padres le dio muy fuerte, la estaba pasando sumamente mal. Deseaba poder apartar el dolor de su corazón, pero no sabía qué más hacer.
Un momento después, la maestra se puso a revisar el trabajo de los chicos y después de darles su calificación, ellos salieron al pasillo a platicar, muy cerca de la oficina de la maestra.
—Mark… Sobre lo de aquel día, déjame decirte que, bueno, eres mi mejor amigo y no quiero verte de esa manera.
Esperó pacientemente la respuesta de Mark, pero en cuanto lo miró a los ojos, supo que él reaccionaria muy mal.
—Alexander. ¿Crees que fue juego lo que hice aquel día?
—¡Sí!, porque estábamos borrachos y pues en ese estado, uno hace cosas fuera de su juicio.
—Fuiste tú el que me dio cocaína…
—Fue lo que me regalaron, además eso no es excusa. ¡Tú no estabas borracho, yo sí!, ¡tú abusaste de…!
—¿Disculpa? ¿Quién fue el que se quedó quieto y estaba disfrutándolo? —argumentó el castaño.
—Estaba drogado Mark. No te atrevas a decir que lo disfruté.
—¡Tú en serio que…!
Ya estaban hablando muy fuerte, la maestra se paró de su asiento disimulando que se iría por un café, pero solo acomodaba sus libros. Los chicos dejaron la charla y esperaron a que la maestra terminó de calificar. La maestra escuchó la conversación, pero no le tomó importancia de inmediato, sabía que los chicos de esa edad solían hacer cosas prohibidas. Estaría preocupada si se tratase de otros jóvenes, pero siendo Mark y Alexander, no se preocupaba tanto.
—Chicos, los felicito, el trabajo está completo y las correcciones están excelentes, sin duda podrán graduarse.
—Muchas gracias, maestra, puedo respirar tranquilo —Alexander confesó—. Ya no me seguirán regañando.
—No te preocupes, ya pueden ir a festejar ahora.
Ni tardos ni perezosos, los chicos se fueron corriendo a celebrar, se olvidaron completamente de su problema por ir a celebrar como se debía, pero en eso, Alexander regresó a la oficina de la maestra y le robó un beso.
—Lo siento, maestra, estoy feliz.
Alexander cerró la oficina de la maestra Jessica, dejándola petrificada. Inmediatamente, se fue corriendo alcanzando a Mark para llamar a sus compañeras de clase para encontrarse en la playa.
Asistieron varios chicos de la clase y se agregaron algunos de otros salones, sumándose los chicos deportistas y uno que otro nerd.
—¡Traje más bebidas! —gritó Mark.
—¡Siii! ¡Vamos a beber hasta quedar borrachos! ¡Yujuu! —aseguró Alexander.
—Ahora, hagamos un juego, ¿qué dicen? —dijo Krystal, una de las compañeras.
—Yo digo que el más famoso, el de la botellita —interrumpió Iris.
—Pero… hay más chicos que chicas, y, ¿si a alguno le toca con el mismo sexo? —Victoria preguntó
—¡Tendrá que besarlo! —mencionó Nancy.
—Bueno, empecemos —Alexander dio la orden.
Victoria fue la primera en hacer girar la botella, pero cuando se detuvo en la persona con la que debía besar, abrió grandes los ojos.
—¡Tiene que ser una broma! —vociferó Victoria, que siempre le había gustado Alexander, pero le tocó Mark.
—Lo siento, todos aceptamos jugar así que… Besa a Mark —Alexander apuntó.
Victoria se acercó a Mark y comenzó a hacer pucheros, por detrás estaba Alexander matándose de risa, porque Mark anduvo con Victoria dos semanas, pero rompieron porque ella era muy celosa. Se besaron como 4 segundos y se regresaron a sus lugares, Victoria miró de reojo a Mark, ese exnovio que tenía era muy guapo. Hasta después de 1 semana que rompieron, siguió insistiendo. Nadie sabía que Victoria andaba con Mark para acercarse a Alexander, pero terminó enamorándose de Mark, eso es lo maravilloso del Karma.
—¡Este juego en serio es genial! —Alexander proclamó muriéndose de risa—. Veamos quien es el siguiente.
Por un largo rato continuaron girando la botella. El juego siguió sin pasar nada extraño, chica con chico, amigos con amigos, hasta que…
—¿Qué? No, eso no lo haré, ya no juego —se quejó molesta Iris
¡Le había tocado con una chica! Y era precisamente la que odiaba.
—Yo tampoco quiero —protestó Nayeli.
—Miren, si ya no vamos a jugar, dejémoslo aquí. No quiero más rajones —sostuvo Alex a punto de enojarse.
La verdad todas querían besar a Alex, por eso nadie se fue. La chica tuvo que besar a la otra que odiaba. Continuaron jugando y esta vez apuntó directo a Alexander y a una compañera nerd, que también le gustaba el mismo chico.
—Yo… Este… No quiero… Pero… No sé.
—Hay, vamos Sulli, eres una afortunada —susurró Nancy al oído a Sulli—. Es el chico más guapo del salón y todas queremos besarlo y a ti te tocó.
La chica no contestó, y como no se movía de su lugar, fue Alexander quien se acercó a ella, la miró con sus ojos llenos de picardía y la besó. La chica se quedó paralizada. Mark miraba de reojo, no podía ocultar sus celos. Apenas si Alexander regresó a su lugar cuando Mark se adelantó y agarró la botella.
—Veamos quien es el siguiente.
—¡Vamos! Haz girar la botella —clamó Nancy.
La botella se detuvo entre Alexander y Mark.
—Bueno, ¿ahora nos dirás que no quieres? —amenazó una chica a Mark
—Claro que lo haré.
Mark se acercó a Alexander y se puso de rodillas, el chico lo miró con el ceño fruncido.
—No te atrevas…
—¿Qué? ¿Cuál es el problema? Como si no… —Mark estaba a punto de soltar la verdad de lo que pasó.
—¿Disculpa, que ibas a decir? —Alexander sabía lo que Mark iba a decir, pero se hizo el que no sabía.
Mark no contestó, se acercó más a Alex, con todo el mundo mirándolos, esperando que besar a su mejor amigo, sobre todo las chicas estaban casi chillando con mirarlos, Alexander se acercó al oído de su compañero bajo el silencio que se formó alrededor.
—Si alguien se entera… estás muerto —amenazó.
Mark lo miró con ojos furiosos y le tomó la camiseta para besarlo a la fuerza. Todas las chicas gritaron de emoción.
—¡Es el mejor beso de la lunada! —Nancy chilló.
—Eso es asqueroso —comentó uno de los chicos que asistió.
Cuando esos dos se separaron del beso, Alexander le pegó en el estómago y se fue.
—¡El juego terminó!
Alex siempre fue el alfa y su orden todos la seguían. Dejando al pobre Mark con dolor de estómago y retorciéndose en la arena. Las chicas se acercaron a ayudarlo.
—¿Qué pasa entre ustedes? —preguntó Victoria, era la más interesada.
—Nada, es que le hice una jugarreta y está muy enojado. No es grave, no se preocupen.
Las chicas acompañaron a Mark a su auto. La lunada había acabado y todos se fueron a sus casas, pero Mark esperó a Alexander, sabía que el chico no tenía auto.
—Dime… ¿Qué rayos fue eso?
—Tú culpa —increpó el chico rubio.
—¿Por qué mi culpa?
—Si, por lo que hiciste, ya no puedo hacer nada tranquilamente contigo. Me siento incómodo —acusó el muchacho aun con un sonrojo.
—¿Tanto te disgusta? —preguntó Mark sacado de quicio.
—No es eso, es que… A los dos siempre nos han gustado las chicas, y que nosotros nos unamos, es raro. Y sigo pensando que está mal.
—Deberías darme un poco de crédito, ya que estoy pasando por un mal momento.
Alexander borró su determinación del rostro. Era verdad, Mark venía del funeral de sus padres y lo que seguía no era bonito. Aun así, Alexander pretendía seguir con su plan.
—Pero no por eso voy a hacer todo lo que me digas.
—Claro que sí, ven aquí.
Mark sujetó a Alexander de su playera y lo besó, Alex abrió sus ojos, estaba sumamente sorprendido y como pudo se alejó.
—¿Qué haces? ¡Nos pueden ver!
—No hay nadie, ya se fueron todos.
—¡Ha! Déjame, me tengo que ir.
Cerró de un portazo el auto de Mark y salió a la carretera a subirse a un autobús, eran de los últimos que salían.
A solas, Mark mascullaba para él solo, estaba muy enojado.
—Pero algún día vas a ceder, quieras o no.
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Comments
Yami👥❤
Wey... no 😭
2022-11-17
3
Mary (Lupis❤️🌹)
Huy esto se está poniendo muy bueno
2021-11-20
4
Fujoshi_18
Su primera pelea awww
2021-09-27
2