Enamorados Por Accidente
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Desde las sombras él la vigila, le encanta admirarla desde lo secreto porque de cerca jamás podrá hacerlo.
Ella tan encantadora, tan sonriente y radiante no sé percata de que hay alguien que la observa, está tan centrada en el momento que comparte con sus amigos que no se molesta en mirar a los lados.
—Es una tontería, sabes que esa película estuvo genial —dice Lucia, mientras intenta convencer a su amigo.
—Tu comentario es una tontería —responde él con burla.
Lucia entrecierra los ojos, lo que provoca que Lucas ría con una estruendosa carcajada.
—Cariño, sabes que te quiero y siempre me mantengo neutral. Pero debes aceptar que Lucia tiene razón. —Agrega Sarah que es la voz de la razón y la que mantiene la paz entre las constantes guerras de su novio y su mejor amiga.
—Aceptar que la pequeña sabelotodo tiene razón es aumentar el ego que se carga.
Lucia abre la boca de forma exagerada.
—Eso es horrible, no soy pequeña. He crecido cinco centímetros desde la última vez —Ella se defiende y provoca que ambos amigos se rían.
Nadie se da cuenta de que hay alguien al acecho, solo se limitan a pasarla bien. No hay necesidad de vigilar a su alrededor porque todo está bien, no hay razón para querer dañar a una chica como Lucia.
—Maldita sea mi memoria —se queja Sarah.
Lucia y Lucas la ven sorprendidos, ya que ella no es de las que suelen lanzar maldiciones al aire.
Lucia ríe porque que Sarah diga maldita con la dulce voz que tiene resulta tierno en vez de algo amenazante.
—Vamos, Sarah que te he dicho de decir ese tipo de cosas. No van contigo.
—Y me vale, he olvidado que tenía que llegar antes de las nueve. De lo contrario estoy jodida.
—¿Qué puede ser más importante que pasarla bien con tu mejor amiga y tu novio?
—Que vendrá la abuela.
—Será mejor irnos —dice Lucas.
—Primero dejaremos a Lucia en casa —le recuerda.
—Te das cuenta de que faltan veinte minutos para que den las nueve, olvídalo puedo irme caminando —dice Lucia.
Siempre queriendo imponer su autosuficiencia, ella nunca ha necesitado que nadie la cuide. Sus padres se la pasan trabajando tanto tiempo que desde pequeña aprendió a solo pedir ayuda si es extremadamente necesario, no importa que su familia sea absurdamente millonaria y pueda tener lo que deseé con tan solo un chasquido de dedos.
Ella se niega a ser la niña protegida y caprichosa de sus padres.
—Y tú te das cuenta de que ya es bastante tarde como para vayas caminando por ahí —la reprende Lucas.
—No me trates como si fuera tu hermana pequeña, tenemos la misma edad. Ni siquiera Jonathan que es mayor me trata como tú.
—No lo tomes mal, querida. Sabes que nos importas y cuidarte forma parte de ello. —Agrega Sarah, ella sabe cuánto le molesta a su amiga que la traten como si fuera frágil.
—Claro, lo siento. De verdad puedo irme sola, ya tienen que irse ustedes también.
Lucas y Sarah intercambian miradas llenas de duda, no les queda más remedio que aceptar.
—Promete que me llamarás en cuanto llegues a casa —dice Sarah.
—Nada de paseos nocturnos —advierte Lucas.
—Nos envías tu ubicación en tiempo real —Ambos piden al unísono y Lucia pone los ojos en blanco.
La protección que sus amigos suelen darle puede ser agobiante para ella; sin embargo, eso hace que ella se sienta más apreciada. Después de todo la quieren y esa es su manera de demostrarlo.
—De acuerdo, lo haré. Ahora váyanse —les ordena.
Ellos se despiden, no sin antes volver a suplicar que tenga cuidado.
Una vez más ella les asegura que todo irá bien, una vez más la paranoia de sus amigos por su seguridad solo es una exageración ¿verdad?
Cuando ellos se marchan Lucia se pone los audífonos y comienza su camino a casa, nunca ha sentido el peligro.
Después de todo no hay razón para que alguien quiera hacerle daño, no tendría sentido cuando su vestimenta no entra en lo provocativo.
Es hermosa, pero nunca ha buscado más allá. Por lo que está segura de que no habrá nadie que la mire con deseo ¿verdad?
Él sonríe al verla sola, al ver las calles vacías.
—Por fin sola —dice desde las sombras, desde lo oculto. Solo basta con cruzar la calle para estar con ella.
Lucia no se percata cuando él comienza a caminar con ella del otro lado de la calle, siempre tan sumergida en su mundo. No sabe que alguien la busca, que alguien la quiere tener.
Pronto los presentimientos hacen de las suyas y eso provoca que ella mire a los lados.
Nada, no hay nadie. Solo una calle vacía, solo ella y esa paranoia que cree que Lucas y Sarah le han contagiado.
—Pasar tanto tiempo con ellos me está volviendo igual de loca, no hay nadie —dice y se ríe.
Sigue con su camino cuando alguien la toma por detrás, abrazándola con rudeza. Lucia se retuerce mientras él olfatea el aroma de su cuello
—Suéltame, idiota. Esto no es gracioso —se queja, sigue intentando zafarse de su agarre.
Es en vano su lucha, él es más fuerte.
No permite que el miedo se apodere de ella, porque sabe que sus fuerzas se reducirían a nada, recuerda que una vez su hermano le enseño un movimiento para defenderse cuando alguien la toma por la fuerza.
Sin miedo a causarle daño al atacante golpea su costado con el codo, logra su objetivo y comienza a correr con velocidad.
No mira atrás, solo quiere huir.
Después de unos minutos se detiene para recuperar fuerzas.
«Solo ha sido un susto». Se repite una y otra vez mientras su respiración vuelve a la normalidad.
Cuando cree que lo peor ha pasado él la toma por sorpresa, le tapa la boca y la lleva a un callejón, su huida o cualquier ataque se ve frustrado cuando él coloca una navaja en su cuello.
Le hace una señal para que guarde silencio, su mano libre se introduce por debajo de la blusa, sus miedos más profundos salen a flote. Sabe que es lo que él quiere.
La quiere a ella.
Traga con fuerza y las lágrimas se le escapan.
—No me hagas daño, por favor —le suplica.
Él la ignora y sigue con esas caricias bruscas, defenderse significaría la muerte, se siente acorralada.
Cuando cree que no puede ponerse peor desabrocha su pantalón.
—No —Lucia comienza a sollozar, lo que viene la marcará de por vida, antes de que él haga algo más comienza a besar su cuello por lo que aleja el arma.
Ella no duda en actuar y suelta un duro golpe en la entrepierna de su atacante.
Lo logra derribar y sin más vuelve a correr, no le importa que esté llorando, solo quiere huir.
Quiere llegar a casa y refugiarse en su habitación, quiere ducharse y eliminar las sucias caricias que todavía siente.
Se atreve a mirar atrás, él se ha recuperado y la persigue.
Lucia está cansada y él lo sabe, todo parece ir en contra cuando llega a la avenida principal.
Duda en cruzar, el semáforo no cambia y los autos que pasan son demasiados.
Sería un acto suicida cruzar.
Sin embargo, él está cerca, no hay tiempo para dudas, no le importa ya nada.
Lucia prefiere arriesgarse a un posible final trágico antes que ese infeliz logré cumplir sus perversos deseos.
Ella corre por la avenida en tránsito, sonríe al ver qué está por llegar cuando un auto impacta contra ella.
Su cuerpo cae en la acera, todo duele. La gente comienza a rodearla, escucha la preocupación de los desconocidos antes de perder la conciencia.
Él ve todo desde el otro lado, frustrado y enfurecido porque ella logró escapar siente que ha perdido y él nunca pierde.
—Esto no se quedará así, te tendré. Es una promesa.
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Updated 51 Episodes
Comments
Maris Benitez
Se salvó de que la violen , pero tuvo un accidente , quién es el maldito que la acosa 😡🤬🤬🤬😡🤬🤬
2024-03-09
0
maggi
🤩😍🥰
2022-09-15
0
Yellow
hola, alguien sabe de dónde es el fondo de la portada de la novela ??
2021-12-27
2