El viento arrasaba con todo árbol frágil que había en la ciudad, era un día gris en verano, lo cual asustaba a muchas personas, rayos cayendo a lo lejano sonaban como si estuvieran en mi jardín.
La tormenta despertó a cada vecino, quienes con su perro miraban desde la húmeda ventana de sus casas, algunos disfrutaban, para otros el mal día arruinó todos sus planes de hoy.
Empezar el colegio un jueves nunca era divertido, ya pasaron dos días, no sabia que hacer con las notas amenazantes que estaban guardadas en el cajón de la ropa interior, las palabras atormentaban a cada segundo mis pensamientos, decidí levantarme para averiguar sobre quién era en verdad ese joven y cuál sería su objetivo.
Lo primero que hice fue entrar en mi usuario, pensaba buscar información a partir de su nombre y apellido, pero recordé que nunca lo menciono.
Desde pequeña mi aspiración fue ser policía o agente, me encantaba la idea de tener una posibilidad para proteger a las personas y mantenia esa carrera en mente, pero en estos momentos no se me ocurría nada para investigarlo.
Mi madre entro al cuarto diciendo que el desayuno estaba listo, acompañe a Mary arrastrando mis peludas pantuflas de conejo hacia la silla. Mire el plato de cerámica que se hallaba en la mesa, encima habían unos esponjosos waffles con miel.
- ¿Como te ha ido en el trabajo?.
- Excelente, estoy ganando buen dinero.
Pude notar su felicidad ante esas palabras, siempre ha trabajado duro, no debió ser sencillo cuidar a su hija sola, ya que mi padre se dió el gusto de dejarnos cuando nací. Jamás lo extrañe porque no lo conocí, salimos adelante en su ausencia, seguiremos así siempre.
- Ma, ¿Cómo haces para buscar información de una persona?.
Mary dejo de masticar por un momento intentando descubrir que planeaba, apoyo su tenedor en el plato y dejó reposar su cabeza entre las manos pálidas que habían estado descansando.
- No preguntaré por qué -río- pero empiezas de apoco, como sus familiares, dónde trabaja, si sabes su dirección averiguas con vecinos.
Investigando en el perfil del colegio podré saber su apellido, hay una página donde aparecen todos los profesores que asisten.
Termine de comer rápido mis waffles, aprovechando que es sábado puse en marcha mi investigación yendo nuevamente al computador.
"colegio pregonas 69" escribí en el buscador, me emocionaba la idea de que apareciera una pequeña pista , pero tenía miedo de estar en riesgo.
Fui al grupo que decía quinto año de secundaria, había una gran lista de profesores ya que los suplentes también estaban anotados.
Cada nombre mencionado era descartado, "Lucke" no sé mostraba en ninguna parte, ¿Cómo buscar información de alguien que no se exhibe?.
Todo este conflicto me traía los pelos de puntas, hasta que logre entender algo que puede ser una huella. Qué no aparezca es señal de que jamás fue profesor ni lo será del colegio. ¿Qué hace con nosotros? ¿Será un criminal?.
La nostalgia vino a mí, recordando cada sensacion que experimente al estar cerca de Lucke, una combinación de miedo, oscuridad, pánico, el estar con él implicaba emociones enredadas que poca veces podía desatar.
Me quedé minutos sentada sobre mi pierna izquierda tratando de reflexionar, mareada por la intensa luz que desprendía la pantalla frote mis ojos. Un sumbido aturdió mis oídos, note como se alejaba dando a conocer su ubicación mire por la ventana de mi habitación, verifique todo el jardín desde aquí pero no había nada, nadie.
Al dar la vuelta, la ventana delantera estaba abierta, en esta posaba un cuervo que me miraba fijamente, mis pies se movieron instintivamente hacia atrás, luego de mirarlo fijamente, el ave salió volando, cerré y trabe la ventana esperando que no suceda nunca más.
Baje las escaleras de mi habitación, mis zapatillas resonaban con cada paso, la tormenta que asustaba a cada mascota de la ciudad había acabado, había niños jugando con pequeños charcos que la lluvia dejó. Un momento inefable recordó mi memoria, cuando era pequeña luego de que terminara la lluvia íbamos con Mary al parque, veíamos el gran arcoiris, ese día mi madre me explico algo, no importa que tan malas estén las circunstancias, al final siempre habrá algo bueno que iluminará tu vida.
Apreciando el día por la ventana, ví a un cuervo nuevamente, estaba apoyado en el buzón con la mirada hacia mi casa, ¿Acaso tendrá hambre? No sé que tan peligrosos sean, salí a verificar si se encontraban cartas ya que podría romperlas.
No había nada en el correo, pero si debajo del ave, al ver el papel este pájaro se fue volando. Me sentía agotada de tanto drama, me gustaría que venga y me dijera las cosas como un adulto si es que lo era.
Pero esta vez me confundió, la ataraxia que permaneció en mi vida se desvaneció con su llegada, me desmorone al entrar a mi hogar y sentarme en el sillón.
"deja de buscar lo que no encontrarás".
Cuando leí esas siete palabras me sentí anonada, ¿Cómo sabía que lo estaba investigando?, decidí llamar al director del colegio, encontraré algo y me enfrentaré.
- Buenas tardes, ¿Director?.
- Sara, ¿A qué se debe la llamada un sábado por el mediodía?.
- Necesito el número de Lucke, nuestro profesor.
Quedó en completo silencio al oír su nombre, impaciente le pregunté.
- ¿Puede dármelo?
- Eso es imposible, no puedo hacer eso.
- ¿Dirección?.
- No preguntes más nada Sara.
No solo se notaba asustado, lo estaba y lo más probable es que no solo sea yo a quien amenace, lo hizo con él.
- Me está amenazando, ¿Acaso permite esto?.
- ¿Cómo que te amenaza?, hablare con él.
- Yo me encargaré, te lo aseguro, no iré sola, irán mi madre y policía
Después de insistir el señor me pasó la dirección, ir acompañada no es una buena idea porque pueden correr otras personas riesgo y siento la impulsividad de ir.
Lleve en mi mochila todo lo necesario, me despedí de Mary comunicándome que iría a la casa de Sivi porque se sentía mal, parte de eso era verdad. No me guío por las calles, a falta de conocimiento en sus nombres, escribí en la aplicación MAPS "calle quince", viendo el recorrido sabía que me cansaría, pero me puse en marcha.
Una vez llegue, en frente de la gran casa antigua, pase por el gran camino de ladrillos perfectos, un ambiente tenso se encontraba al frente de la puerta, pero toque sin más.
No pasaron ni diez segundos que alguien abrió la puerta.
- Sara. ¿Qué haces aquí?
Mi capacidad para comprender las emociones de las personas que me rodean noto la intranquilidad que provocó el verme.
- Obviamente tenemos que hablar. ¿Me dejas pasar?
- Déjala pasar a la pobre Sara, Lucke.
Una voz adulta se escucho al fondo de la casa, moviendo mi cabeza hacia la izquierda note la gran casa de lujo que tenía.
Lucke se corrió dejando la entrada libre, pase viendo el gran Living que encontraron mis ojos, inconcientemente sonreí por la riqueza que este podría tener.
- Pasa querida, siéntate en el sillón.
Hice lo que me ofreció el hombre que reposaba en el sillón del frente, su apariencia era idéntica a la de Lucke pero con años demás, sus rulos caían, pero este tenía una piel más morena, y ojos oscuros pero no aterradores.
- Lucke -me miró al instante- ¿Por qué mandas esas notas?.
- ¿De que hablas?
- Mandaste notas a mi buzón -las saque de mi mochila- ahí tienes, capaz te refresquen la memoria...
El hombre al leerlas comenzó a reírse tapando su rostro, lo mire confundida y Lucke tomo las notas cuidadosamente leyendolas.
- Yo -pronunciaba Lucke mirando al señor- no fuí.
- ¿No? -me levanté bruscamente- ni bien llegue de seguirte esta nota aparecio en mi buzón, luego las otras dos.
- ¡¿Me seguiste?!
Parecía tan sorprendido que por un momento la idea de que el había sido salió de mi mente, no podía creer que este en su casa molestando.
- Si tú no fuiste, ¿Quien fué?.
- Pregúntale a él.
El profesor señaló al adulto, quien tapo su boca ocultando la sonrisa que había provocado está gran escena. Su risa despareció inmediatamente y levantó sus brazos sobre los hombros, haciendo referencia a que no sabía de qué hablaba.
- Creo que nos sabes mentir.
Mi seño se frunció, guarde las notas y cerré la mochila, la puse sobre mi espalda, mirando a los dos hombres no sabía que hacer.
- ¿Estás bien? -dijo Lucke- en verdad yo no fui, nadie querrá hacerte daño, tranquila.
Él tocó mi hombro con el objetivo de transmitir seguridad, pero definitivamente su oscuridad le gana a cualquier emoción positiva que tiene. Al tocarme los sentimientos sombríos vuelven a mi, revolviendo mi ser. Hice un movimiento sobre mis talones y expresión de dolor al ver que su mano se desplazo por mi brazo, lo alejé inmediatamente, haciendo que el señor sentado aún en el sillón reaccionara.
- Eres tú -se levanto del sillón tapando su rostro con desesperación- ¿Qué hace aquí?.
Lucke lo miro preocupado, la primera vez que veía al profesor con esa expresión en su rostro. Confundida me intenté acercar al hombre, pero este se dirigió a otra habitación de la casa, Lucke me hizo señas para que me retirará y sin decir más lo hice.
Me quedé unos segundos observando su puerta, pensando en lo ocurrido fui camino a mi hogar.
La noche había llegado, la luna se percibía más grande, la iluminación que brindaba era espectacular, estaba acostada en el jardín, mirando las estrellas que olvide admirar desde pequeña. Brillan a cada momento, todas las noches iluminan los senderos, por más catástrofes que pasen ellas estarán presentes, como muestra de una luz que nunca apagarán por más que la hieran.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 20 Episodes
Comments