Las Páginas Del Destino

Me encerré en mi habitación a leer mis libros de magia; era muy interesante. Me gustaba leer y escuchar música en mis auriculares; era una combinación perfecta. Y, por supuesto, no podía faltar una taza de café.

Estaba tan sumergida en el libro que no escuché cuando llamaron a la puerta. Era Cristal, mi doncella.

*cristal: "Mi señorita, es hora de su baño", me dijo con una sonrisa.

*Indira: "Ya me he bañado, pero te agradezco", le dije amablemente.

A veces olvidaba que era una niña que le tenían que hacer todo, pero me incomodaba que alguien quisiera bañarme, vestirme y peinarme. Pero bueno, de a poco me iba acostumbrando a este cuerpo y a este mundo.

*cristal: "Mi señorita, ese es mi trabajo: cuidarla y atenderla", me dijo medio triste.

*Indira: "Cristal, no te pongas así. Ya no soy una bebé, puedo hacer estas cosas sin problema. Pero eso no significa que no te necesite. Es más, me gustaría una taza de té", le dije dejando el libro a un lado.

*cristal: "Oh, claro, enseguida se la traigo, dijo nuevamente sonriendo.

Cristal regresó con una bandeja que contenía una delicada taza de té y un plato con galletas.

*cristal : "Aquí tiene, mi señorita", dijo mientras colocaba la bandeja en una mesa auxiliar. "¿Quiere que le sirva el té?"

*Indira: "Gracias, Cristal", le dije sonriendo. "Puedo hacerlo yo misma". Cristal sonrió y se sentó en una silla cerca de mí.

*cristal: "¿Cómo está disfrutando del libro, mi señorita?", preguntó mientras yo servía el té.

*Indira: "Me encanta", le dije, tomando un sorbo del té caliente. "La magia es fascinante. Me gustaría aprender más sobre ella". Cristal asintió y tomó una galleta del plato.

*cristal: "Es un tema interesante", dijo. "Aunque no sé mucho al respecto".

Tomé una galleta y la mordí, disfrutando del sabor dulce.

*Indira: " cristal ¿puedes contarme más sobre mi madre", le pregunté, tomando un sorbo de té.

Cristal me miró con una expresión suave y nostalgiaca.

*cristal: "su madre la duquesa, Leonor de Aragón, era una mujer muy amable y cariñosa, mi Señorita", dijo. "siempre se preocupaba por los demás y hacia todo lo posible por ayudarlos, era una excelente duquesa

La verdadera Indira no tenía recuerdos de su madre ni de dónde venía. Estuve buscando de quién heredé la magia, pero mi poder era muy extraño, no estaba en ningún libro por más que buscara. No había nada, y eso me intriga demasiado.

No tenía recuerdos de la difunta duquesa. El duque no hablaba nunca de ella, supongo porque es doloroso para él haber perdido a la mujer que amaba. Supuse que mi magia la había heredado de la duquesa.

*Indira: "¿y tenía magia poderosa?".

*cristal: "oh no sabría decirle. En el imperio solo la familia real posee magia. Nosotros somos simples mortales, podemos tener magia, pero es mínima y no casi todos la tienen".

*Indira: "entonces los emperadores y sus descendientes son los portadores de la magia, le dije pensativa. "¿mi padre tiene magia?"

*cristal: "si su padre la tiene", respondió.

*Indira : "pero nunca lo he visto usarla"

*cristal: "oh no él la usa cuando es necesario, Me dijo. Mirando por la ventana.

*Indira: "cristal, ¿sabes de dónde vino mi madre? ¿Tenía familiares? Me gustaría saber.

*cristal: "mi señorita, me temo que no puedo darle esa información, es un tema muy delicado, y usted es aún muy pequeña, me dijo. Queriendo terminar esta conversación.

*Indira: "solo quería más sobre mi madre, mi padre nunca habla de ella, ni siquiera se cómo es su rostro, le dije Con la cara medio triste y haciendo un tierno puchero.

Cristal me miró con tristeza, se levantó de su asiento, pensando un momento, y luego me miró. "Aguarde un momento, iré por algo", dijo.

No me dio tiempo a contestar antes de que ya hubiera salido de la habitación. No pasó ni 5 minutos cuando ya había vuelto con algo en la mano.

*cristal: "Esto es algo que no sé si es lo correcto, no sé qué pensaría el duque si se enterase", dijo mientras se acercaba más a mí. "Mi señorita, espero que guarde este secreto y pueda conservar lo que está en esta caja".

La miré dudosa y después de segundos tomé la caja en mis manos.

*cristal: "Ya es tarde, es hora de dormir. Que tenga dulces sueños, mi señorita. Que descanse".

*Indira: "Tú también, Cristal, descansa", le dije con una sonrisa dulce. Ella salió de la habitación y yo me senté en la cama, abriendo la caja.

Oh, era ella, la madre de Indira. A ella le habría gustado tener este cuadro de ella. Indira no se acordaba de su madre y no sabía ni cómo era su rostro, pero ahora lo sabía. La cuidaría como si fuera mía. De eso no había dudas