Ser la hija de Lucifer podría hacer que tu vida fuera lo mejor. Imagínate caminar por el mundo llevando los tratos de tu padre. Mientras creas caos sin importarte nada ni nadie.
Pero aún con todo aquello te sientes vacía. Y cometes un gran error te obsesionas con el angel de la muerte.
Te vuelves su sombras , lo sigues y te facinas con su trabajo. Pero vas de error en error y terminas robando lo. Logrando con esto desatar uno de los peores caos en el infierno.
Tu padre te destierro. Y te envía al mundo humano con los 4 jinetes del Apocalipsis. Que por cierto su líder te odia.
A si que arta de todo obedeces a tu padre y te vas del infierno.
Hasta que un día llega . Quien era tu amor cuando eras una pequeña y voltea tu mundo haciendote sentir cosas que no conocías.
NovelToon tiene autorización de Adrean para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
lucifer tenía razón no estaba preparada
Me tomo unos diez minutos arreglarme, me coloqué un pantalón negro una blusa blanca de tiras con una chaqueta negra de cuero. Use mis accesorios que contaban de anillos, pulseras, collares, mi cabello lo dejé caer en ondas hacia un lado y tejo una clineja en el lado derecho para dejar mi rostro despejado, por último mis botas negras.
Me mire espejo y sonreí ante el resultado, talvez debería salir hacer compras y gastar le unos cuantos millones a mi padre.
Hice nota mental para en algún momento escaparme.
Al llegar a la sala cerbero estaba echado sobre la alfombra afelpada y movía su cola mientras una mano acariciaba su cabeza.
Traidor
pensé al ver la mano de quién lo acariciaba.
- Lista- dije haciéndome notar
- Vamos - respondió este apartándose de cerbero y haciendo aparecer una puerta en medio de mi apartamento, estiró su mano para que yo la tomara, Pero lo ignore mientras me colocaba mis guantes de piel. El príncipe rodó los ojos por mi acción.
Al cruzar la puerta el ambiente cambio por completo y el frío calo en mis huesos, habíamos entrado a algún callejón en una ciudad la cual no reconocí.
- toma - me estiró un abrigo mucho más grueso que la chaqueta de cuero que llevaba, lo tome y coloque cobre mi cuerpo logrando entrar en calor poco a poco.
Cuando salimos del callejón el sol estaba en lo más alto Pero eso no impedía que el frío estuviera aún más fuerte.
Las calles estaban cubiertas de una pequeña capa de nieve y muy pocas personas transitaban a nuestro lado.
Desmon se había colocado un abrigo negro que le llegaba por debajo de sus rodillas y lo hacía ver mucho más grande de lo que ya era, se veía tan guapo.
Por favor Adara que piensas
Me regañe mientras me reía internamente de mi misma.
Estaría muy demente el solo pensar que alguien como desmon se fijará en alguien como yo.
Miles de Damonesas ,Sucubo ,humanos y hasta la misma lujuria las había visto caer ante una sola sonrisa de él.
Mientras él solo pasaba de ellas y seguía su camino.
Muchas veces soñé despierta que él volvía al infierno por mí, que el sí podía fijarse en mí, que yo si lo haría sentir interés, Pero solo eran eso: un sueño.
Él no volvió.
Los rumores no se hicieron esperar tiempo después de su partida, los afirmaban que eran sus amantes que él podía tener hasta veinte mujeres y hombres en su cama y no quedar satisfecho.
Luego estaba yo.
Imaginado historias estúpidas que leía en los libros de humanos donde el príncipe volvía por la princesa y vivían felices para siempre.
Que lastima dabas Adara .
Escuchaba cada relato que contaban las incubo sobre él. Después mi padre me envió a trabajar y simplemente deje de pensarlo deje de tener interés en saber sobre él.
Hasta que me obsesione con aquel maldito ángel, el cual ahora era el culpable de mi encierro, ahora me persigue como yo lo hice con él por tantos años.
Quien diría que me iba a atraer tanto su forma de trabajar, la forma en que luchaba contra mi padre y sus demonios por aquellas pequeñas almas.
Yo deseaba adelantar el tiempo y que mi momento de luchar contra él llegará Pero lucifer decía que aún no tenía la fuerza para enfrentarlo y muy a mi pesar él tenía razón.
No luche contra el cómo se debía solo lo robe, lo distraje y me lleve lo que él había ganado, algo que aún mantenía conmigo como un tesoro y no tenía pensado devolver jamás.