Leone El Asistente

Antes de irse, siento su mirada y como yo no le temo, levanto la mirada y se la sostengo, piensa que me va a intimidar pues se equivoca.

_ te puedes retirar? Hay mucho trabajo por hacer. El hombre voltea a verla le da una muy falsa sonrisa y sale de la oficina.

Ella se sienta de golpe y frota sus sienes

_ disculpa a mi novio, es un imprudente.

_ no pasa nada señorita. Ella asiente y sigue en lo suyo y yo hago lo mismo.

Todo transcurre con normalidad, ella por un momento se fue a ver cómo estaba mi nena y Giana estaba dormida cosa que me da alivio, porque ella tiene baterías recargables y lo más seguro es que estuviera haciendo una que otra travesura.

_ toma, saca unas copias de estos por favor, ve con mi secretaria para que te indique donde se sacan las copias. No sé en qué momento había llegado a mi escritorio, me había concentrado tanto ordenando cosas en la computadora que no me di cuenta, lo cierto era que allí estaba ella con su aura imponente y su mirada seria, pues no sé cómo descifrarla.

Asiento y salgo en busca de la secretaria, la cual no se encuentra en su lugar, trato de buscar la máquina para sacar copias en eso veo que la secretaria muy bonita por cierto, viene arreglando su ropa y su cabello, no hay que ser adivino para no darse cuenta de que estaba haciendo, miro hacia el elevador y solo logro ver la espalda ancha de un hombre, se me hace conocido. Pero no puede ser, ya que aquí no conozco a nadie.

Al verme se pone nerviosa.

_ n, necesita algo?

_ si, sacar unas copias

_ está en ese pasillo a la derecha. Yo, asiento y me retiro realmente me siento más incómodo que ella.

Observo todo a mi alrededor y puedo ver algunas cámaras de seguridad, ser parte del ejército y saber muchas cosas, me hacen ser tan observador y no es por ser chismoso, pero sería bueno ver las cámaras y darse cuenta quien es el tipo con el que estaba la secretaria, pero no es mi asunto.

Horas después

_ papi, papi, tengo mucha hambre.

Dice mi nena, quien sale como un torbellino de la habitación de Elena.

_ nena dame un momento, si. No podría salir así sin más, pero tampoco podría dejar a mi bebé aguantar, hambre.

_ pues los invito a almorzar. Nos dice mi jefa

_ siiii! Grita, mi hermosa hija.

Y como decirle que no, primero que sería grosero de mi parte y Giana seguramente me rogaría hasta el cansancio para que acepte.

_ no se diga más, los llevaré a mi restaurante favorito. En eso se abre la puerta y entra una chica y como lo he dicho, mi antiguo trabajo me lleva a ser como soy, observador en casi todo así que sin temor a equivocarme estoy seguro que es la hermana de mi jefa, no ví bien a la chica que llevé en mis brazos en Italia, pero tiene cierto parecido a mi jefa.

_ Hola, no sabía que estabas ocupada

_ hola hermosa, de hecho voy de salida. La chica pone su mirada en mí y en mi hija

_ entonces llegué en un mal momento.

_ no, vamos a almorzar así que vienes con nosotros, pero antes quiero presentarte a esta belleza de muñeca, su nombre es Giana y a su papá, mi nuevo asistente. La chica claramente me mira como si fuese el último hombre sobre la tierra, me causa gracia ver su cara, pero guardo la compostura.

_ hola muñeca, eres muy linda, me llamo Alina, ven dame la mano y vámonos a almorzar, mi nena la ve con carita dulce, sonríe, pero me mira para esperar mi aprobación.

_ papi, puedo ir con la otra señorita bonita.

_ no, pero que lindura, me la como a besos. Dice la señorita Alina. Yo solo le sonrío y asiento.

Salimos de la oficina, saco mi celular y le envío un mensaje a Mauro avisándole que vamos de salida.

_ tienes auto? Me pregunta

_ así es.

_ podemos ir en tu auto, acabo de recordar que lo envíe con mi chofer a mantenimiento, y mi hermana tiene un auto donde no cabríamos.

_ si claro, vamos es aquel, señalo la camioneta, a una distancia prudente noto a Mauro en la otra camioneta, solo le hago un gesto y él asiente.

El restaurante se nota que es uno muy lujoso, y dinero claro que tengo, papá me ha dejado una de sus tarjetas que casi no uso, porque él se ha encargado de todo desde que lo conozco, pocas veces saco mi tarjeta, pero en este caso no podría un asistente recién llegando a un país, sacar una tarjeta exclusiva delante de su jefa y su hermana, así que apenas llegamos y nos sentamos busco un baño para escribirle a Mauro que me traiga efectivo, no tardó mucho cuando lo vi entrar al baño con una sonrisa burlona.

_ demuéstrale que no eres un simple asistente y que tienes más dinero que ella mil veces.

_ ja, ja, ja, no podría hacer eso, pero gracias por la ayuda después te devuelvo el dinero.

_ no tranquilo eso lo paga el jefe.

Disfrutamos de un rico almuerzo, la hermana de mi jefa es muy divertida, lo bueno de todo esto es que tratan muy bien a mi hija, eso me tranquiliza mucho.

Vamos de regreso a la empresa y recibo una llamada de Mauro, la cual me sorprende si hace poco nos vimos.

📱 los están siguiendo, trata de ir más despacio. Miró por el retrovisor y allí está una camioneta color negro.

📱 entiendo. Es lo único que digo y sigo manejando.

Vuelvo a mirar por el retrovisor y veo como Mauro se le atraviesa a la otra camioneta evitando así que nos siga ¿Que está pasando no sé? ¿Es conmigo? No lo creo, ya que nadie en este país sabe sobre quién soy en realidad.

Apenas salgo de mi trabajo tomo a mi hija y salimos no sin antes despedirnos.

_ hasta mañana, gracias por todo. Le digo a mi jefa

_ No es nada, te espero mañana muy temprano tendré algunas juntas y quiero que antes de eso organices la sala, también puedes traer a la nena, mi hermana se hará cargo.

_ se lo agradezco mucho.

Mi nena se despide y nosotros bajamos y veo que Mauro está al lado de una camioneta diferente.

_ tocó cambiar de auto, con lo que pasó hoy no queremos arriesgar nada, ya el jefe está enterado, el tema no es contigo por lo visto es con la señorita Sorokin.