Skylar Adams es un omega consentido por su familia y cercanos, toda su vida se ha preparado para ser el omega ideal para el alfa con el que pasará el resto de su vida.
Decepciones, traiciones y desencuentros lo llevarán a plantearse su lugar en el mundo.
."¿Qué debo hacer cuando ya ni siquiera sé quién soy?".
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Capitulo 10
La mañana había llegado rápidamente para quien sentía que había sido eterna la espera. Skylar y su madre estaban ansiosos terminando los últimos detalles.
La casa parecía un campamento de belleza donde la estrella principal era Skylar. Todos giraban en torno a él, la ropa, peinado, manicura, pedicura, etc.
Faltaban solo tres horas para empezar, el omega revisaba sus redes sociales y veía solamente noticias sobre el tan anunciado compromiso.
Todos alababan la belleza del omega, del prometedor futuro del alfa y de lo bellos que serían los hijos de ambos.
Podías saber de tu relevancia social si habías sido invitado o no, todos estaban desesperados por poder ir.
Los autos comenzaban a atocharse y la gente que iba a entrando al lugar pasaba por la entrada que estaba llena de flashes.
En realidad era un evento único en su tipo, no se había visto tango despliegue de recursos en un evento similar en años.
Con el ostentoso evento lo que pretendían hacer era demostrar el nacimiento de una bestia corporativa de la unión de ambas empresas.
Nada quedaría por lo bajo, una limusina se detuvo justo en la entrada y los flashes estallaron captando casa movimiento y gesto de la pareja.
El alfa y el omega, la pareja principal de la noche como príncipes herederos aparecieron delante de todos y por un microsegundo todo permaneció en silencio admirando la belleza y perfección de la pareja para luego dar paso a las luces de las cámaras, los gritos de admiración de aquellos simples mortales que estaban apostillados tras las barreras de seguridad tratando de observar algo que los hiciera sentir más cerca de aquello que jamás podrían tener.
Carter tomó la mano de su novio y caminó con elegancia, Skylar tenía un ligero rubor en sus mejillas que le daba un aire angelical y juntos parecían como si hubieran descendido desde el cielo.
Todo estaba pasando muy rápido y el omega se sentía apabullado, temblaba ligeramente, pero el alfa se encargaba de sujetar con fuerza su mano entregándole seguridad.
Al momento de entrar en el salón su corazón latía tan rápido que tuvo miedo de sufrir un infarto y que todo acabará ahí mismo.
- Tranquilo, no soltaré tu mano. Desde ahora estaremos juntos en esto para siempre. - La voz del alfa era profunda y sincera. El omega solo pudo quedarse observando aquellos ojos carmesí que transmitían seguridad, asintió con un gesto y sonrió con felicidad.
En el salón apenas entraron todas las miradas de las personas más importantes e invitados se clavaron en ellos, eran una pareja soñada y envidiada.
Una suave música envolvía todo el lugar, el sonido del cristal y todo parecía tener un halo de luz propio. Era difícil de creer que esto fuera real, su madre tenía razón todo era simplemente perfecto.
En medio de toda la expectación se encontraban ellos dos, habían estado saludando y conversando con muchos invitados hasta el momento del anuncio.
Estaban en medio del escenario siendo observados, el alfa le hizo entrega de un hermoso anillo con un diamante de cuatro quilates. El omega se quedó sin palabras de la impresión, era simplemente hermoso y el peso en su mano lo hizo contener el aliento.
- Este anillo es el símbolo de mi amor eterno y mi compromiso contigo. Con él te entrego mi corazón, mi alma y mi futuro. Eres mi destino. - La voz del alfa resonaba en todo el lugar haciendo que los omegas presentes suspirararan emocionados.
Los ojos de Skylar brillaban como zafiros, una pequeña lágrima recorrió su mejilla y Carter la limpió, posó sus labios tiernamente con un beso casto en los labios del omega.
Los aplausos no se hicieron esperar, todos celebraban a la pareja, esto saldría en las noticias mañana en primera plana.
Estaban viviendo un cuento de hadas, la pareja destinada, una pareja que derrochaba amor, Skylar no cabía más de felicidad.
No podía dejar de observar el anillo que ahora decoraba su dedo.
- ¿Cómo supiste que había soñado con un anillo así toda mi vida? - preguntó mientras contemplaba el diamante.
- Porque saber todo de ti es mi deber, Sky crecer contigo me ha permitido saber todo de ti y aunque a veces parezca que no te presto atención siempre te veo y escucho. - Carter sonaba sincero.
El omega tomó con más fuerza la mando del alfa, llegó el momento del brindis y a pesar de que no sabía beber decidió que esta noche podría darse el permiso de tomar aunque sea dos copas de champán.
El efecto del champán fue inmediato, sabía que no había nada más vulgar que un omega ebrio y aunque no lo estaba se sentía levemente mareado.
Se dirigió al baño para encerrarse en un cubículo, pensó irónicamente que siempre terminaba en el mismo lugar.
Lamentó no tener su celular con él, habría enviado una foto de su anillo a la única persona que le importaba. Su mejor amiga, ella no había sido invitada aunque lo haya pedido el mismo. Como dijo su madre "ellos no son relevantes".
- Encuentro tan descarada a Leonor, viste cómo se comía con la mirada a Carter. - Una voz que no pudo reconocer.
- Ella jura que él también le devolvió la mirada, que ilusa. -
-Ah, pero ella es realmente muy atractiva... Hasta el momento ningún alfa o beta se ha resistido a ella -
-¿De qué hablas? No viste a Skylar Adams, él está a otro nivel y ni siquiera Leonor podría competir con él.-
-¿Quién dice competir? Yo he escuchado cosas muy interesantes de ese alfa. -
-Solo deben ser rumores, no notas lo enamorado que estan esos dos. Podía ver corazones salir disparados de sus ojos. -
- Yo solo digo, si hay rumores es por algo... Quién sabe, tal vez Leonor también los escuchó. -
Skylar estaba en silencio escuchando la conversación y sintió verdadera molestia al escuchar hablar así de su prometido.
Salió de cubículo dejando al grupo de omegas en silencio avergonzados por la reciente conversación.
No dijo nada, sabía que con su presencia bastaba. Sacudió su cabello dejando ver el brillo del diamante en su dedo.
Verlo de cerca dejó aún más atónitos a aquel grupo de omegas, lo sabían, Skylar era alguien distinto. Si existían niveles, él estaba a años luz de ellos.
