Me Convertí En La Amante De Mi Esposo

Al día siguiente por la mañana llegue a casa con Fernanda. Ella toda escandalosa dijo Bueno te la traje sana y salva y lo mejor es que la pasamos muy bien. De pronto Leonardo salió del cuarto, nos observó y dijo de manera irónica ¡Ah recordaste que tienes una casa y un esposo!. Yo sentí un frío recorrer mi cuerpo así que le respondí: si lo que te preocupa es que no hay nada preparado en la cocina, pues busca a una de tus pretendientes y que te preparen lo que quieras.

Él se sorprendió por mi respuesta, ya no era la esposa sumisa de siempre. Algo en mí había cambiado y ya no quería retroceder. Me sentía distinta, con fuerza, con valentía, mi hermana me había ayudado de muchas maneras.

Fernanda agarro sus cosas y se fue. Le agradecí porque gracias a ella pase una noche inolvidable. Ella me miró y solo se echo a reír como tratando de advertirme algo.

Yo mientras tanto retomaba las cosas del hogar, Leonardo se tronaba serio pero a mi eso no me importaba en lo absoluto, total para él todo siempre a sido simple, sin complicaciones, por eso he tenido que aguantar que me restregue de frente a sus amantes.

Pero ahora es mi turno, soy yo quien decidió comenzar a vivir sin complicaciones, sin ataduras pero sobre todo sin remordimientos. Como de costumbre Leo se fue a trabajar, solo agarro sus cosas y se marchó.

Yo en casa tratando de pasar el tiempo, solo imaginaba la idea de volverme a encontrar con Emir, me daba emoción salir con él y seguir recordando momentos del pasado que me hicieron feliz.

Justo en ese momento sonó mi teléfono,  parece que lo había atraído con el pensamientos, si era Emir...

Hola Amigo mío, el respondió: hola hermosa como te encuentras, ¿ya desayunaste?, ¿ya comiste algo?, ¿que tal si te paso buscando y nos perdemos por ahí a degustar algo que te apetezca? Yo obviamente acepte y le dije esta bien pero dame unos segundos para arreglarme.

Él sonrió y me dijo no necesitas de eso, ya tú eres hermosa naturalmente, además te conocí siendo sencilla y aún lo eres, eso te hace única. Yo como tonta no supe que decir, pero no lo pensé mucho así que salimos ese día, era unos de tantos que disfrutaría a su lado, el tiempo me estaba dando una oportunidad lo de rehacer mi vida, sino de vivirla con personas que había dejado ir por temor. 

Ese día me llevó a un lugar hermoso, comimos unas cachapas riquísimas, son una comida muy típica en nuestro país. Emir estaba contento porque estuvo mucho tiempo fuera, alejado de sus costumbres y cosas que le encantaban de niño.

Leonardo me llamó al celular, cosa que me extraño porque él no lo hacía. Yo no le atendí, más bien apague el teléfono, así como tantas veces me lo hizo a mí, sentía dentro de mí que había llegado el momento que tanto ansiaba, que era mi momento para hacerlo sufrir, tal vez esta sea una nueva aventura, una donde le haga pagar todo lo que me hizo sufrir.