Boy Alexander, un hombre de 28 años, ha dedicado toda su vida a servir a la familia Keano como asistente personal. Además, es el jefe del equipo de seguridad, liderando a todos los guardaespaldas que protegen a dicha familia.
Antes de ser adoptado, vivía en un orfanato. Nunca conoció a sus padres ni supo su verdadera identidad.
Por cumplir con su deber de proteger a una de las integrantes de la familia Keano, Boy se ve obligado a casarse con la joven señorita de la casa, lo que hace que su suegro lo desprecie, pues solo lo considera un simple asistente.
Lo que nadie imagina es que Boy es en realidad heredero de una familia poderosa. Su padre murió cuando él nació, y fue su propio abuelo quien lo arrojó al orfanato, rechazándolo porque no quería tener un nieto de baja cuna.
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Capítulo 9
Al parecer, Erick había estado escuchando desde hace rato la conversación del Señor Alam y Wilson, sobre cómo el Señor Alam se oponía firmemente a que Erick sustituyera a Wilson como líder en la empresa Alexander, debido al estatus de Erick como hijo adoptivo. Incluso, el Señor Alam estaba intentando encontrar el paradero de su nieto biológico.
De hecho, Erick ya sabía la verdad: que su estatus en la familia Alexander era el de un hijo adoptivo. Aunque en realidad, él era el hijo biológico de Wilson con otra mujer. Porque su padre ya se lo había explicado todo.
Erick fue de inmediato a ver a su padre, que estaba en su despacho. Por la expresión del rostro de su padre, Erick entendió perfectamente que en ese momento su padre estaba conteniendo la ira.
—¿Parece que ese vejestorio realmente quiere encontrar el paradero de su nieto, papá? —dijo Erick con tono molesto.
Wilson suspiró brevemente. Luego respondió a las palabras de su hijo: —Tú tranquilo. Papá nunca lo permitirá. La empresa Alexander pronto será tuya. Tú eres quien merece ser el heredero de la empresa Alexander.
En realidad, Wilson también sentía mucha curiosidad por saber quién había adoptado a Marshel. Pero, lamentablemente, los datos de los adoptantes de Marshel se mantenían en estricto secreto. De modo que Wilson no podía encontrar el paradero de Marshel. Seguramente eliminaría a Marshel para que nadie pudiera obstaculizar sus planes de apoderarse de la empresa Alexander.
Actualmente, Wilson ostentaba el cargo de líder de la empresa. Pero su tarea se limitaba a gestionar la estrategia de la empresa bajo las órdenes del Señor Alam. Mientras que todos los documentos importantes seguían en posesión del Señor Alam. Porque quien tenía derecho a heredar la empresa Alexander y toda la fortuna Alexander era el verdadero heredero.
Erick asintió. —Sí, papá. Pero antes de eso, quiero casarme pronto con Alexa. Papá sabe bien, ¿verdad?, que desde hace mucho tiempo me gusta mucho Alexa.
Erick, desde hacía mucho tiempo, amaba profundamente a Alexa. Aunque a menudo se divertía con muchas mujeres, para él, ellas solo eran para satisfacer sus deseos. Nadie podía reemplazar el lugar de Alexa en su corazón.
—Sí, tú tranquilo. Sea como sea, papá hará que te cases con Alexa lo antes posible. —Wilson era, en efecto, un hombre codicioso. Planeaba, después de lograr apoderarse de la fortuna de la familia Alexander, también ambicionar apoderarse de la empresa Hide Corp. Además, como Edwin solo tenía una hija, le sería muy fácil apoderarse de esa empresa si Erick se casaba con Alexa.
...****...
El Señor Alam, que caminaba hacia su habitación, oyó sin querer el llanto de Jasmine dentro de la de ella.
El Señor Alam entró inmediatamente en la habitación de su hija.
—Jasmine, ¿por qué lloras? ¿Te ha hecho daño Wilson? —preguntó el Señor Alam, que acababa de entrar en la habitación de su hija.
El Señor Alam se quedó atónito cuando vio a Jasmine llorando mientras abrazaba ropa de bebé.
—Extraño mucho a Marshel, padre. Si Marshel todavía estuviera vivo, quizás quien debería casarse sería él. Deseo tanto ver su rostro, abrazarlo y criarlo —dijo Jasmine, sollozando.
El Señor Alam solo guardó silencio. Se le humedecieron los ojos. Acababa de darse cuenta de que había destruido la felicidad de su hija. Había tenido el corazón de separar a un hijo de su madre.
El Señor Alam entendía muy bien por qué hasta ahora Jasmine seguía recordando a Marshel y no podía aceptar su muerte. Quizás porque en realidad Marshel seguía vivo, y por eso, como madre, el corazón de Jasmine siempre estaba ligado a su hijo.
El Señor Alam no podía imaginar cuán furiosa estaría Jasmine con él si supiera que en realidad Marshel seguía vivo, y que él lo había abandonado en un orfanato.
