Una niña que intenta buscar la atención de sus padres, pero su destino dice lo contrario: su padre y su hermano la odian, dejándola indiferente ante el mundo. ¿Cómo continuará su historia? Descúbrelo aquí.
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Capítulo 9
De acuerdo a su trato, durante el primer descanso, todos se dirigieron a la cafetería de ciencias sociales.
La llegada de Clara causó revuelo, pero ella no le prestó atención.
La incomodidad era inevitable, pero Clara hizo todo lo posible por disimularlo y actuar con naturalidad frente a sus nuevos amigos. Poco a poco, Clara se fue acostumbrando a ellos, empezó a charlar y todos disfrutaban conversando con ella, sobre todo por las ocurrencias aleatorias de sus amigos que la divertían.
Clara se reía de vez en cuando y respondía a las gracias de sus nuevos amigos.
Clara los observó uno a uno, bastante agradecida de que la aceptaran a pesar de ser conocida como la reina del bullying. Parecían sentirse cómodos a su lado, sin sentirse incómodos por su presencia entre ellos.
"Ah, sí, ya te he metido en el grupo de la clase de ciencias sociales 1 y en nuestro grupo especial de los seis, así que ahora somos siete", dijo Maya.
"Vale".
"En toda mi vida, esta es la primera vez que me consideran una verdadera amiga".
La noticia del traslado de Clara a la clase de ciencias sociales se convirtió en tema de actualidad en el instituto. Casi todos los alumnos hablaban de ello. La noticia llegó incluso a oídos del grupo de Antares.
"¿Es cierto que Clara se ha cambiado de clase?", preguntó Danu.
"Por lo que he oído, sí", respondió Alif.
"Tch, seguro que es otro truco para llamar nuestra atención", dijo Devan con desprecio.
"Es una locura que esta noticia se haya convertido en trending topic", dijo Danu mientras revisaba en su móvil las noticias sobre Clara, que eran el tema de conversación en las redes sociales del instituto.
"Tch, ¿por qué miras esas noticias sin fundamento?", dijo Devan con desdén. "Es raro que la escuela haga tanto ruido por un simple cambio de clase".
"No digas eso, sea como sea, es tu hermana", le recordó Danu a Devan, que odiaba demasiado a su propia hermana.
"No me apetece tener una hermana como ella", espetó Devan.
De los cuatro, Danu era el único que nunca había sido grosero con Clara, al darse cuenta de ello era bastante sensato y también se compadecía de ella por el trato que le daban sus amigos como si la juzgaran.
"Hola, Leon", dijo Lili, que acababa de acercarse a ellos.
Leon, al ver a Lili, le dio unas palmaditas en la silla de al lado para que se sentara con ellos.
Lili se sentó encantada; ¿quién no estaría encantado con el dulce trato de Leon?
"Hola, Devan, hola Alif", dijo Lili espontáneamente.
"¿Qué pasa, guapa?", dijo Devan. Al oír la palabra "guapa", las mejillas de Lili se sonrojaron, lo que la hizo adorable a sus ojos.
"¡Tengo una pregunta!", dijo Lili.
"¿Qué quieres saber, hmm?", dijo Devan en tono suave.
"¿Es cierto que Clara se ha cambiado a la clase de ciencias sociales?", preguntó.
"No lo sé, y no importa", respondió Devan.
"¿Cómo que no lo sabes? Clara es la hermana de tu amigo", dijo Lili.
"Estaría más contento si tú fueras nuestra hermana", dijo Devan, haciendo que Lili se alegrara al oír eso.
Al salir de clase, Clara fue directamente a su habitación y se tumbó en la cama, pensando: "Hoy ha sido un día estupendo".
Toc, toc, toc.
Clara abrió la puerta e hizo pasar a la señora Jum.
La señora Jum traía una bandeja con la comida y la bebida favoritas de Clara.
"Aquí tiene su comida, señorita", dijo la señora Jum.
"Señora Jum, quédese aquí y acompáñeme a comer". La señora Jum accedió a la petición de la joven; se negó a comer con ella porque ya había comido con la señora Ijah en la cocina, así que se quedó charlando con ella.
"Señorita", dijo la señora Jum.
"Sí, señora Jum", respondió Clara.
"Disculpe, pero ¿por qué ya no veo a la señorita mimando al señor y a la señora como antes?". Parecía curiosa, ya que el cambio de actitud de Clara era mucho mejor que antes.
Clara dejó de masticar y miró a la señora Jum con una leve sonrisa.
"No importa, señora Jum, piense que Clara ya está cansada de todo y ha dejado de mendigar su atención". Con una sonrisa forzada, trató de recordar sus esfuerzos por acercarse a ellos para que le dieran el cariño que merecía una familia unida, pero esa esperanza se desvaneció y enterró su sueño de ser reconocida por su familia.
La señora Jum se sorprendió y le acarició el hombro a la joven, dándole un pequeño abrazo.
"Ten paciencia, señorita", dijo la señora Jum.
Clara pareció recuperar la alegría y charló animadamente con la señora Jum, que era muy ocurrente y con la que parecía pasárselo en grande. También se rieron juntas.
De tanto hablar, no se dieron cuenta de que la oscuridad se había apoderado del lugar.
La señora Jum salió corriendo porque había olvidado su tarea y había dejado a la señora Ijah trabajando sola, así que se dirigió rápidamente a la cocina con la bandeja vacía.
