Gleen Fernando siempre parece alegre, pero en su corazón guarda profundas cicatrices. Desde pequeño, nunca conoció la felicidad, pues fue víctima de un secuestro cuando era un bebé, y todos pensaron que había muerto.
Al crecer, se convirtió en un maestro del engaño, usando su atractivo para estafar a sus víctimas. Sin embargo, su vida dio un giro cuando se unió a un detective para resolver múltiples casos.
Durante una de sus investigaciones encubiertas, un inesperado incidente lo llevó a reencontrarse con su verdadera familia.
Nadie imaginaba que él era el heredero perdido que había regresado. Ahora, está decidido a destruir a todos los involucrados en su secuestro y en el asesinato de su madre.
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Capítulo 9
Ahora Glenn entendía por qué Felicia quería denunciarlo a la policía: era probable que supiera que él había robado un archivo de datos de la sede de Gerrard Group.
Glenn nunca imaginó que ahora estaría lidiando con una joven CEO de una compañía tan colosal.
Glenn necesitaba aclararle a Felicia que no había tomado datos críticos, sino simplemente información sobre un empleado de alto rango en la empresa.
"¿Conoces bien al vicepresidente de Gerrard Group?", preguntó Glenn.
Las cejas de Felicia se fruncieron, confundida por qué Glenn preguntaría por Robert.
Sin embargo, la atención de Glenn cambió cuando escuchó el sonido de personas corriendo hacia la habitación; sin duda, eran los policías a los que Felicia había llamado antes desde el balcón.
Glenn se dio cuenta de que tenía que escapar y afortunadamente, su habitación de hotel estaba en el segundo piso, lo que le brindaba la oportunidad de huir.
Sin dudarlo, Glenn saltó desde el segundo piso, aterrizando de pie y rodando para amortiguar el impacto, luego salió corriendo de escena.
Desafortunadamente, al ponerse de pie, se encontró con la vista de diez policías rodeándolo, apuntándole directamente con sus armas, dejando a Glenn inmovilizado.
"¡Maldita sea!" Maldijo Glenn entre dientes y luego miró hacia el balcón.
Allí vio a Felicia, sonriendo socarronamente y haciendo un gesto de pulgar hacia abajo, burlándose de él de que sus esfuerzos fueron en vano. Detrás de ella se encontraban otros cuatro agentes, evidentemente la policía había acordonado el área.
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"¡Entra, tú!" ordenó un guardia a Glenn, quien parecía estar acostumbrado despreocupadamente a estar encarcelado, habiendo estado en la cárcel cinco veces por diversos cargos de fraude.
Como la prisión era un entorno familiar para Glenn, entró casualmente en su celda, silbando una melodía. Sus sentencias nunca habían superado el año.
Anteriormente, había terminado tras las rejas debido a las mujeres que había rechazado; incapaces de aceptar el rechazo de su afecto, lo habían inundado con dinero y, cuando fue rechazado, reportaron a Glenn a la policía por fraude y extorsión.
Un amor rechazado llevó a la acción policial, una frase adecuada para Glenn y las mujeres que no podían conquistar su corazón.
¿No era Glenn rico? Entonces, ¿por qué vivía tan pobremente? Había utilizado el dinero para su educación, considerando los altos costos de la universidad en la ciudad capital.
En su celda esperaban otros dos hombres detenidos antes que él. Uno estaba sentado con la cabeza gacha, aparentemente desconsolado, mientras el otro garabateaba una fórmula en la pared.
"¿Para qué es esa fórmula?" preguntó Glenn, buscando familiarizarse con sus compañeros de celda.
"Es para hacer explosivos", respondió el hombre sin preocupación.
Sorprendido, Glenn preguntó: "¿Eres un terrorista?"
"Llámame Danu. No soy un terrorista, solía ser parte de una mafia y también soy un hacker", susurró Danu, cauteloso de que los guardias escucharan otros detalles incriminatorios.
"Impresionante", reconoció Glenn con un pulgar hacia arriba.
Volviéndose hacia el otro recluso, un hombre sombrío llamado Álvaro, Glenn preguntó: "Y, ¿por qué se ve tan abatido?"
"No lo sé, probablemente desconsolado. No es muy conversador", respondió Danu, luego agregó: "Pero probablemente sería un buen detective. Hubo un caso de secuestro una vez, y él adivinó de inmediato la identidad del secuestrador".
Aunque la policía no tomó en serio la palabra de un falso detective, resultó que había acertado; la propia madre del niño y su amante fueron los responsables, planeando extorsionar al padre. (Este incidente no se mencionó en los casos del detective Al y ocurrió antes de esos eventos).
Asombrado por la revelación, Glenn no pudo evitar pensar que formarían un equipo formidable, pero dudaba que aceptaran su propia experiencia como estafador consumado, junto con un hacker y un detective.
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Felicia se sentó al lado de la camilla donde su padre, Arsen, yacía en coma, mirándolo con expresión dolorida.
"Papá, tienes que despertar. ¡Por favor!" susurró.
Para Felicia, Arsen representaba a un padre de la máxima bondad. A pesar de su apariencia severa y firme, era considerado y siempre protegía a Felicia con gran vigor.
Aunque Felicia aún se recuperaba de la muerte de su madre, sabía que no podía permitirse mostrar debilidad. Había muchos ahí fuera buscando derrocarla y apoderarse de su empresa, los nombres de los enemigos de su padre aún desconocidos. Por lo tanto, debía proyectar fortaleza.
Poniéndose de pie, Felicia se dirigió hacia la esquina de la habitación y abrió la ventana. Respiró profundamente, inhalando el aire fresco de la mañana.
Por alguna razón, sus pensamientos volvieron al personaje Gleen, ¿por qué le había preguntado sobre su futuro suegro ayer?
"¿Por qué ese hombre me preguntó sobre el tío Robert?"
