Alicia Vannecelli es una joven atractiva y optimista, llena de ilusiones. Uno de sus sueños es convertirse en doctora en pediatría, ya que siente una profunda afinidad por los niños. En secreto, está enamorada de David Müller, un sublíder de la mafia alemana. Sin embargo, considera que su amor es imposible debido a la diferencia de edades y al hecho de que él la ve como una niña. A pesar de esto, Alicia hace todo lo posible por conquistarlo, intentando cautivarlo con su encanto. Lo que ella no anticipaba es que el amor de David es tan intenso que se torna tóxico, transformando su vida a su lado en todo lo contrario a lo que ella había imaginado.
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Capítulo 22 Todo será diferente 3/3
Alicia Vannecelli
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Al salir del restaurante, nos subimos al auto. En ese momento, recibí un mensaje de mi padre y aproveché para hablar con él mientras nos dirigíamos a casa. Me preguntó si ya había comido, si lo extrañaba y me recordó que si estaba arrepentida vendría a buscarme. Esta conversación me hizo sonreír de ternura; extraño mucho a mi padre, a todos en realidad. Aunque él puede ser muy sobreprotector, siempre ha demostrado cuánto me ama y se ha preocupado por mi bienestar. Amo profundamente a mi padre.Después de nuestra charla, me di cuenta de que ya habíamos llegado. Al bajarnos del auto, subimos al ascensor. Miré a David, quien estaba absorbido en su teléfono.
-¿Gatito, quién te llamó en el restaurante? -le pregunté.
-Fue Salvatore. Mañana viajaré -me respondió.
Tomé su mano para que me mirara, y así lo hizo.
-¿Cuánto tiempo estarás de viaje? -le inquirí.
-Serán dos días, o tal vez tres. Intentaré regresar lo antes posible -me contestó.
El ascensor se abrió y caminamos de la mano hasta mi apartamento. Al abrir la puerta, David me dio un beso en la frente.
-El día de mañana será muy Importante para ti. Espero que lo disfrutes mucho, mi gatita. Cuídate y recuerda lo que me prometiste -me dijo.
-Sí, lo sé, gatito. ¿Ya te vas? -le pregunté.
-Sí, es hora de que descanses, gatita -me respondió.
-¿Puedes quedarte un rato más conmigo? Hasta que me duerma -le supliqué juntando mis manos.
-Lo que pida mi gatita -me contestó con una sonrisa.
Al entrar, David cerró la puerta y nos dirigimos a mi habitación. Busqué mi pijama en el armario y luego fui al baño para quitarme la ropa. Después de darme un buen baño, me cambié y vi a David sentado en la cama. Me acerqué, me acosté a su lado y él hizo lo mismo, envolviéndome con sus brazos. Cerré los ojos.
-Quédate esta noche a mi lado. Me encantaría que todas las noches durmiéramos juntos -le dije.
-Yo también deseo lo mismo, pero sería demasiado apresurado, mi gatita -respondió.
-No veo lo apresurado; somos novios y es normal que podamos estar así -le expliqué.
Me abrazó más fuerte y comencé a girar, quedando cara a cara con él. Acaricié su barba y pasé mis dedos por sus labios, acercándome para besarlo. Él correspondió a mis besos y, al mismo tiempo, posó su mano en mi pierna, aunque luego se alejó un poco.
-Ya debes dormir -me dijo.
Sin pensarlo, me coloqué encima de él y, mientras lo besaba con pasión, comencé a desabotonar su camisa. Sin embargo, él tomó mis brazos y me detuvo.
-Gatita, no juegues conmigo así. No sabes lo que necesito hacer para respetarte; no me tientes de esta manera -me advirtió.
-Quiero demostrarte cuánto te amo y que te sientas seguro a mi lado. Solo quiero estar contigo, quiero ser tuya en cuerpo y alma, David -le dije mientras me acercaba a sus labios.
Él soltó mis manos, permitiéndome continuar desabotonándole la camisa. Se sentó y yo quedé de rodillas frente a él, sintiendo su deseo. Nos besamos con ternura, mientras él con cuidado bajaba la cremallera de mi pijama hasta mi abdomen, y con suavidad deslizaba las mangas, dejando mis senos al aire. Me miró, relamiéndose los labios, me tomó del cuello y continuó besándome, succionando mi lengua. Colocó sus manos en mi pecho, dándome suaves masajes, apretando lentamente mientras seguía besándome.
-¿Estás segura, gatita, de que quieres continuar? Luego no podré detenerme -me preguntó.
-Estoy segura -le respondí entre la dificultad de mi respiración.
Él colocó una mano en mi espalda, con la otra tomó uno de mis senos y lo metió en su boca, donde comenzó a succionar. Pequeños gemidos salían de mi boca, mientras él seguía haciéndolo. Luego también lo hizo con mi otro seno. La calentura en mi cuerpo aumentaba; sentía un ardor en mi parte baja, deseando aún más de él. Él fácilmente me coloca bajo de él, y al colocarse encima de mí, me besa con intensidad mientras su mano baja por mi abdomen hasta llegar lentamente a bajar la cremallera. Él se aleja un poco de mí, con cuidado comienza a quitarme el resto de mi pijama, quedando en panti. Coloqué mis manos en mi rostro por la pena, aunque sé que es normal, no puedo evitar sentir vergüenza. Él toma mis dos manos y las sube sobre mi rostro.
- No debes sentir pena, mi gatita, tienes un cuerpo espectacular; este cuerpo que será solo mío - me dice con orgullo.
- Sí, solo será tuyo - le respondo.
Con su mano libre, la pasa por mi boca, mojándola con mi saliva, y luego coloca su mano en mi zona baja, donde comienza a tocarme suavemente. Comienzo a morderme el labio sintiendo su toque en mi zona. Aprieto mis piernas del intenso placer que estoy sintiendo.
- Qué mojadas estás, mi gatita - me dice al oído, mientras me sigue tocando.
Poco a poco, introduce un dedo en mi interior, luego dos. Sus movimientos son lentos, pero luego se vuelven más rápidos, hasta que llego a un punto en que mi cuerpo comienza a sentir un calor fuerte que no puedo soportar. Mis piernas se contraen, mi respiración se vuelve más pesada mientras mis gemidos ahogados suenan por toda la habitación. Entre gemidos pronuncio el nombre de David, hasta que siento como llego a un orgasmo tan placentero. Él suelta mis manos y se acerca a mi rostro, donde me da un beso mojado.
- ¿Estás segura, mi gatita, de seguir? - me pregunta.
- Sí, gatito - le respondo.
Quería que me hiciera suya; lo deseaba. Quería algo especial, algo con muchas velas, bajo la luna, algo romántico, pero todo con él lo hace especial. Además, quiero demostrarle que lo amo mucho y que solo tengo ojos para él. Con esta prueba de mi amor, sé que estará más tranquilo y que no tendrá esos celos.
Él comienza a quitarse la camisa, exhibiendo su cuerpo bien tonificado, con un abdomen plano y marcados músculos abdominales. Su torso en forma de V parece una obra de arte. No puedo evitar posar mi mano en su pecho y morderme el labio.
-¿Te gusta lo que ves? -me pregunta.
-Me encanta. Sabes que lo mejor es que es solo mío, gatito -le respondo.
-Todo tuyo, mi gatita -me dice.
Comienza a besarme por unos segundos y luego se aleja para despojarse de toda su ropa. Trago en seco al ver su entrepierna, cierro los ojos y siento un ardor en mi rostro. ¿Eso entrará en mí? ¿Es un pene o un brazo? David me va a dejar destrozada.
Siento sus labios sobre los míos y escucho su susurro
- tranquila, mi gatita, seré cuidadoso -me dice mientras besa mi oído. Comienzo a sentir cómo entra en mí lentamente. No percibo ningún tipo de dolor, solo placer; debe ser por las inyecciones que me apliqué.
y todavía la kiere controlar en todo lo que ella hace y me imagino ke habrá salidas de ella con sus amigas y amigos y el no va a aguantar sus celos ..