Un Padre Para Mí Hijo.

Clark sin dudas se había levantado con el pie izquierdo este día. Pasó más de media hora tratando de explicar a su madre que no tenía ningún hijo y que jamás había donado esperma es más que se cuidaba tanto de no dejar su semilla por ningún lado que nunca tuvo relaciones sexuales sin preservativos y que una vez usados los tiraba en el retrete y hacía correr el agua.

Que todo fue culpa de esa horrible mujer que disfrazada de vieja maníaca lo arrastró del brazo para llevarlo a su casa, en plena noche.

_ Dónde vez que una mujer cuerda haga eso? ¡Está loca y si quiere un padre para su hijo que se busque otro mamá! No sé cómo explicarte. ¡Fue por el chico, entendés! Me dió pena esa pobre criatura en brazos de esa bruja de madre que tiene!

_ Entonces si no andas detrás del hijo andas detrás de ella?

_ Detrás de esa escuálida? Mamá, por favor. ¿Cuando me viste perseguir a un andrajo humano? Jamás me verás con ese esperpento, Jamás! -

_ Veremos! _ dijo su madre.

Clark salió de su casa hecho una furia. De hecho el 99.99/00 era su grandísima culpa.

La tal Marieta le arrastró hasta la casa, pero bien podía el haberle dado un empujón y la bruja disfrazada de vieja caería de culo en la calle.

¡Respeto a los ancianos! Eso fue. ¡Pensó que la mujer necesitaba ayuda con su gato! Maldita loca. Estaba seguro de que era una golfa que engañó a su padre diciendo que tuvo fertilización asistida.

¡Quién sabe a cuantos tipos arrastró a su departamento! Así nomás habrá nacido esa pobre criatura. ¡Y como, maldita sea!! Cómo si él vio bien grande el cartel en el Royal College que decía no se permiten fotos ni filmaciones!, cómo y quién le había fotografiado.

El odio hacia Marieta, Marisa o como sea que la loca se llame iba en aumento. Solo le consolaba que llegando a su escritorio estaría la voluptuosa Briggite para calmar su odio asesino.

Al entrar a su editorial todos le miraban como si fuera un degenerado. Era un hecho que todos leyeron ese pasquín inmundo. Para colmo de males Briggite no había venido ni avisado.

Anita no sé cuantos le reemplazo en su tarea de secretaria y le miraba con terror cada vez que él se movía en el escritorio. Parece que pensaba que la atacaría.

Pasó una mañana de perros luego pidió unos sándwiches y una soda. Trataría de comer tranquilo porque se infartaría. Se puso a almorzar mientras leía y completaba el artículo sobre los loros azules, que el editor dejo para otro día.

En la casa de Clark la señora Flor , trataba durante toda la mañana de confiar en su hijo, pero algo le decía que él cuento de él, no podía ser verdad.

Le pidió a la muchacha más joven que tenía que le ayudara a buscar en Google a la señorita Manuela Rigatti.

_ Señora Flor. Aquí está su nuera. Es una foto de hoy. Parece que da un discurso en la firma Gotti.

_ La señora Flor se puso sus anteojos y miró a la chica. No había dicho su hijo que era un esperpento? Ahí estaba su primera mentira. La chica que ella veía era muy bonita.Tenia un trajecito azul al cuerpo que si bien no era de marca, le quedaba como un guante.

_ Como la ves?- preguntó.

_ Es muy hermosa. Seguro el señor Clark está loco por ella. Y la madre de su otro nieto Lauro ? Quien es ? -

_ Según él, no existe ese nieto. Que fue una equivocación de nombres. Pero me dijo que esta chica era horrible. Y ahí ves. Me ha mentido.

_ El pequeño Luis es hermoso verdad Señora? -

_ Sí. Es un hermoso chico. Escucha. ¿Puedes sacar una foto de Luis para mi mesa de Luz? Mañana o pasado moriré. Quiero tener la foto de mi nieto a mi lado. - dijo la anciana.

En los suburbios de Londres el marido de Brigitte que la había dejado atada en la cama, desnuda, con viejos chupones y nuevos moretones en el cuerpo, salió a comer algo cuando vió el periódico de sociales. Con dificultad leyó todo el artículo sobre El personaje que el tenia que asesinar. Decidió hacerle una advertencia telefónica. Fue en busca de un teléfono público para dejar a ese individuo con las bolas temblando.

Clark, por otra parte, estaba terminando su almuerzo en su escritorio cuando apareció su secretaria suplente:

_ Señor Clark. La señora Manuela lo busca. -

_ Quien es? - dijo Clark que como todos sabemos era pésimo para retener nombres.

_ Manuela Rigatti, su esposa. -

_ mi es... hazla pasar!- dijo enojado.

_ Quien es usted ! -Le dijo a la hermosa chica de traje azul que se presentó.

_ No sé haga el estúpido! Soy la madre de Luis! Y me importa un comino que usted crea que es el padre, maldito Gay pervertido!

_ Que... que .. Que...- Clark no podía articular palabra. Le había agarrado una especie de tartamudeo nervioso.

_ No me cargará su hijo! - pudo gritar él.

_ No me sacará mí, hijo - Gritó ella.

De golpe se hizo un silencio entre los dos.

Aparentemente ella no quería saber nada de él ni el de ella.

Ambos respiraron profundamente como si hubieran corrido una maratón y hubieran llegado juntos al final de la pista.

Fue entonces que volvió a aparecer Anita.

_ Señor Clark. Un señor lo llama por la linea fija. - dijo la chica.

_ No estoy para nadie - respondió.

El mundo para Clark parecía ahora un paraíso. No tendría que cargar con el hijo de nadie. Manuela respiraba también tranquilizada. Siempre le había parecido que ese tipo era una buena persona. Mugrienta y barbuda pero buena persona. No sé había equivocado. Charlando se solucionaría todo y ella volvería a su trabajo.

_ Dice que es urgente. De vida o muerte - dijo su secretaria entrando a su escritorio otra vez.

_ Está bien. Le hablaré desde acá - dijo Clark y sonriendo a Marieta, que ahora le parecía muy bonita, le invitó a sentarse para charlar y prendió el intercomunicador.

_ Hola , si?- dijo Clark.

_ Señor Clark London. Quiero avisarle que mataré a su hijo Luis del Royal College, que mataré cuando encuentre también a su hijo Lauro, que destriparé a su mujer Manuela, a su madre Flor la degollaré y a usted le cortaré las bolas y las freire a la parrilla.

Los ojos de Manuela, Clark y Anita que también escuchaba el mensaje, se abrieron como platos.

Típ tip tip....

Esa noche Clark abrazando a Manuela y con Luis alzado llegó a la casa de su madre.

_ No era que jamás lo vería con esa mujer ? Se dijo Flor.