El Renacimiento de la Chica Ignorada

Davin miró a Carla disimuladamente por el espejo retrovisor, sentía mucha curiosidad por el inesperado cambio de Carla.

Todos los habitantes de la Mansión sabían que Carla amaba mucho a Bastian y siempre se le pegaba.

Lo que hacía que Bastian se sintiera abrumado por la actitud posesiva y excesiva de Carla.

Davin recordaba que hacía un día, Carla se había caído a la piscina y se había desmayado.

Todos pensaban que Carla fingía el desmayo para llamar la atención de Bastian.

Pero, después de recuperarse del desmayo, Carla salió de la Mansión a pasear, en lugar de esperar a que Bastian fuera a verla y retenerlo con ella, como solía hacer.

Carla fingió no darse cuenta de que Davin la miraba disimuladamente por el espejo retrovisor, tal vez sorprendido por su cambio, que no era habitual.

"Quiero ir a comer primero, luego ver una película y después ir al centro comercial a comprar ropa", respondió Carla mientras miraba el paisaje de la calle.

"¡De acuerdo, señorita!"

Al poco tiempo, el coche rojo entró en la zona de aparcamiento de un restaurante elegido por Carla.

"¿No vas a comer?", preguntó Carla al ver que Davin seguía de pie junto al coche, mientras Carla se disponía a entrar en el restaurante.

"No, señorita, todavía estoy lleno", respondió Davin rechazando la oferta de Carla de comer con su jefa.

"¡A...!", de repente Carla se tapó la boca, recordó que había renacido.

En su segunda vida, había prometido que no impondría su voluntad, que siempre debía ser obedecida y escuchada.

"¡Está bien!", dijo sonriendo.

Carla dejó a Davin en la zona de aparcamiento. Ya no era la Carla de antes. Tenía que deshacerse de su egoísmo.

Davin miró a Carla entrar en el restaurante, con una mirada aún confusa.

"¿Qué le pasa a la señorita Carla? ¿Le ha dado amnesia después de caerse a la piscina?", murmuró Davin, sintiéndose extraño por el cambio de Carla.

¡Drrrt!

Su teléfono móvil vibró de repente.

"¿Hola?", respondió Davin al recibir la llamada en su teléfono móvil, sin mirar quién le llamaba.

"¿A dónde has llevado a Carla? ¡Tráela de vuelta a casa! ¡Rápido! ¿Se te olvida que todavía es una niña que siempre debe estar bajo mi supervisión?"

El grito de un hombre en el teléfono de Davin sobresaltó a Davin enormemente.

"Lo siento, señor, la señorita Carla está comiendo, le diré cuando haya terminado de comer", respondió Davin poniéndose firme, como si el hombre enfadado del teléfono estuviera de pie delante de él.

"No hace falta esperar, ¡tráela de vuelta a casa ahora mismo! ¡Rápido!"

"¡De acuerdo, señor!", asintió Davin.

Después de que su teléfono se apagara, Davin entró apresuradamente en el restaurante.

Sus ojos buscaban febrilmente el paradero de Carla.

"Qué raro el señor Bastian, ¿por qué de repente se preocupa por la señorita Carla? Normalmente, le da igual a dónde vaya la señorita Carla", murmuró Davin mientras sus ojos buscaban la posición del asiento de Carla en el restaurante.

Resultó que Carla estaba sentada en una zona privada, especialmente para dos personas en una mesa.

Carla estaba sentada sola disfrutando de su almuerzo.

"¡Señorita... Señorita Carla!", llamó Davin.

"Oh, resulta que querías acompañarme a comer, ¿eh?", Carla sonrió alegremente al ver a Davin siguiéndola al restaurante.

"Lo siento, señorita, he venido a llevarla de vuelta a casa, el señor Bastian me acaba de llamar para que la lleve de vuelta a la Mansión", respondió Davin manteniendo la distancia con Carla.

Carla suspiró al escuchar la explicación de Davin de por qué había venido a buscarla al restaurante.

Antes, Bastian también la había llamado, pero ella no había contestado a la llamada de Bastian, hasta que su teléfono sonó varias veces.

"Siéntate un rato, ¡acompáñame a comer!", Carla señaló la silla que tenía delante.

"Pero, señorita... ¡El señor Bastian se enfadará si no ha vuelto a casa a la Mansión!", dijo Davin sin obedecer la petición de Carla de sentarse a acompañar a su joven ama.

Carla miró a Davin, "Antes de contactar contigo, Bastian me llamó antes, como no contesté a su llamada, te buscó a ti, no te preocupes... siéntate, ¡ya no estoy interesada en complicarle la vida a mi tío!", dijo Carla con un tono muy tranquilo.

Davin se quedó atónito mirando a Carla, sintiéndose incrédulo ante las palabras y la actitud tranquila de Carla, que parecía tan madura.

Davin realmente vio muchos cambios en Carla.

Continuará.....