NovelToon NovelToon
Entre Cadenas Y Videojuegos

Entre Cadenas Y Videojuegos

Status: En proceso
Genre:Amor-odio / Apoyo mutuo / Polos opuestos enfrentados / Donde hubo fuego cenizas quedan / Tú no me amas
Popularitas:646
Nilai: 5
nombre de autor: ariana mejia

Jamás imaginé que la pantalla de mi móvil pudiera cambiar mi vida y mucho menos destruirla.

NovelToon tiene autorización de ariana mejia para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Una huida disfrazada de amor

Los días siguientes fueron pesados. Mariana no se despegaba de mí, y aunque agradecía su compañía, en el fondo sentía un vacío que solo Elías lograba llenar, tenía la sensación de que lo extrañaba completamente. O eso quería creer. Ignoré varios de sus mensajes, pero cada vez que no le respondía, llegaban más.

“No entiendo por qué te estás alejando.”

“¿Desde cuándo tu amiguita es más importante que yo?”

“Te estás portando muy mal, mi Isabelita. Y yo te amo, ¿por qué me haces esto? ¿acaso quieres conocer a alguien más? ¿Mariana te dijo algo de conocer a otros tipos mejores que yo?"

Cada notificación me apretaba el pecho, sentía que mi corazón se partía en mil pedazos. Me debatía entre contestarle y cortar todo de una vez, pero no podía. Estaba demasiado hundida. Sentía que sin él yo no sería nadie, me ponía a pensar que ningún hombre me amaría con la misma intensidad que Elías

Y entonces, como si todo lo que estaba mal necesitara empeorar, llegó el momento que más temía.

Esa noche, mi mamá entró a mi cuarto sin tocar. Yo estaba acostada, mirando el techo. Ella se plantó frente a mí con una expresión seria, distinta a la que acostumbraba.

—Necesito hablar contigo —dijo.

Me senté, alarmada.

—¿Qué pasó?

Se cruzó de brazos.

—Ya me harté de esa relación tuya con ese muchacho. Y te lo voy a decir claro: no estoy de acuerdo. No quiero que sigas con él.

Sentí que el mundo se me venía encima. Me ponía a pensar que era lo que no le gustaba de Elías.

—¿Por qué dices eso? —intenté sonar tranquila, pero la voz me temblaba.

—Porque no me gusta cómo te has puesto desde que estás con él. Te alejas de todos, vives con el teléfono en la mano, te noto triste, desganada, ya ni sales. Ya no te pones vestidos, ni te maquillas o incluso aunque sea planchar el cabello, sólo te veo en pijama o con ropa ancha todo el tiempo, esas no son manera de vestirse. También ya no haces postres, ni sales a correr. Y sí —agregó, antes de que yo pudiera decir algo—, Mariana me contó varias cosas.

Abrí los ojos sorprendida.

—¿Qué? ¿Por qué…?

—Porque te quiere, Isabella. Porque está preocupada. Y sabes qué, yo también estoy harta. Así que te lo advierto: si sigues con él, aquí ya no quiero nada de ese tipo. Ni llamadas, ni mensajes, ni fotos, ni nada.

Sentí un hueco en el estómago. La mirada se me nubló.

—Mamá, yo lo amo… —susurré.

—Eso no es amor —soltó ella con dureza—. Y si no te das cuenta, te vas a arrepentir. Te lo estoy diciendo. Elías se comporta igual que tu padre, la vida que llevo es la que quieres tú en tu vida. Elías sólo se la pasa hablando de videojuegos, no sabe hablar de otra cosa y nunca te ha mencionado a sus padres, no conoces la relación que tiene con ellos.

Me dejó ahí, con el alma hecha pedazos. Lo peor es que mi mamá tenía razón. Cerré la puerta y me tiré en la cama a llorar. Quise escribirle a Elías para contarle, pero antes de hacerlo se me vino una idea a la cabeza.

“¿Y si voy a Panamá?”

Lo había pensado antes, pero siempre entre bromas o fantasías. Esta vez, sentí que era la única salida. Si mi mamá me prohibía estar con él, si Mariana seguía metiéndose, si aquí todo me ahogaba… entonces me iría. Pensé que esa sería mi única solución a mis problemas. Para ya no sentir estás cadenas que me impedían estar Elías.

Me aferré a esa idea como si fuera un salvavidas.

“Si estoy con él allá, todo será distinto. No habrá nadie diciendo nada, nadie prohibiéndome verlo, nadie cuestionándonos.”

Encendí el teléfono. Elías seguía mandando mensajes.

“¿Ya no me quieres? ¿Te encontraste otro? ¿O qué pasa?”

Le escribí de inmediato.

“Quiero verte. Quiero ir a Panamá.”

No tardó en responder.

“¿De verdad? ¿Lo dices en serio?”

“Sí. Aquí ya nadie me deja vivir tranquila. Solo contigo quiero estar, mi mamá no quiere que sigamos nuestra relación.”

Su respuesta fue inmediata.

“Te amo, mi Isabelita. Voy a hacer que valga la pena. Aquí nadie se va a meter, lo prometo. Voy a cuidarte como mereces y protegerte porque eres mi prioridad. Empieza a buscar vuelos.”

Por primera vez en mucho tiempo, sonreí. Me convencí de que era lo correcto. Que una vez allá, lejos de todos, Elías volvería a ser como antes, como al principio. Que ya no habría prohibiciones porque tendría todo lo que él quería: a mí.

Pasé toda la noche buscando vuelos, precios, fechas. Me imaginé llegando al aeropuerto, abrazándolo, sintiéndome libre, lejos de los regaños de mi mamá, de las advertencias de Mariana, de las miradas de todos.

No pensé en nada más.

No en la falta de dinero.

No en los peligros.

No en las advertencias de las personas que me querían.

Solo en la idea de escapar.

Al amanecer, sin dormir, le mandé captura de vuelos a Elías. Él me respondió con corazones y promesas.

“Vamos a ser felices, te lo juro.”

Y yo le creí, promesa que jamás se cumplio.

Porque en ese momento, más que amor, lo que sentía era desesperación, por salir de México solo quería estar al lado de Elías, viviendo juntos.

Y la desesperación hace que confundas las cadenas con abrazos.

1
astxrism_8
¡Excelente, no te detengas!
Codigo cereza
Me engancha muchísimo😍
Rakka
me ha atrapado por completo, no podía dejar de leer!
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play