La Sombra de Ashfall narra la épica historia de Cecil, quien tras una trágica primera vida, regresa en el tiempo por el oscuro Lord Umbra.
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Capítulo 15
Una semana después del anuncio de compromiso, una elegante invitación llegó a todas las señoritas de la nobleza: una fiesta de té organizada por la reina Orlaith Vyctoris en el palacio. La madre de Cecil, Briar, le aconsejó no asistir, previendo problemas. Sin embargo, Cecil estaba decidida.
- Debo ir - afirmó Cecil -. No dejaré que Orlaith piense que logró intimidarme.
Aunque esa era la excusa pública, la verdad era que la fiesta representaba una oportunidad crucial. Con un plan cuidadosamente orquestado, Cecil se preparó para asistir, no sola, sino acompañada por Thorne y Zylia, las hermanas de Gareth. Las tres jóvenes compartían una reputación intachable en la corte, lo que sería clave para su misión. Su objetivo: molestar a Orlaith de una manera tan sutil que la reina perdiera la compostura y, lo más importante, derramara el té sobre Cecil. Esto le daría a Cecil la excusa perfecta para entrar en las profundidades del palacio para cambiarse de ropa, y en el proceso, buscar cualquier pista sobre los experimentos de Lysander con el maná.
El día había llegado. Cecil, Thorne y Zylia se encontraban en la entrada del palacio, sus sonrisas y gestos de aparente inocencia enmascarando su verdadero propósito. En el camino, se encontraron con varias señoritas de la nobleza, y llegaron juntas al jardín real, un escenario idílico para la intriga que se avecinaba.
Orlaith no se encontraba en el lugar. Las hizo esperar más de 30 minutos, una muestra de desdén que no pasó desapercibida. El murmullo de molestia crecía entre las invitadas, y Cecil sonrió para sí misma: parecía que no necesitarían provocar mucho a la Reina; ella ya se había encargado de molestar a varias señoritas por su cuenta. Sin perder el tiempo, Cecil conversaba alegremente con las demás invitadas, cultivando la simpatía y el buen humor en el grupo.
Cuando Orlaith finalmente llegó, casi pasó desapercibida si no fuera por el saludo formal que las invitadas, a regañadientes, le ofrecieron. Enseguida les pidió que se sentaran. La conversación, para irritación de Orlaith, giraba en torno a Cecil. Varias señoritas expresaban que era una lástima que Cecil ya no sería su reina, que no imaginaban a otra en su lugar. Cecil respondía amablemente que estaba feliz con su compromiso con Gareth, intentando ser modesta mientras su popularidad eclipsaba a la anfitriona. Orlaith intentaba llamar su atención o desviar el tema, pero nadie le hacía caso, lo que comenzó a irritarla visiblemente.
Thorne y Zylia, dándose cuenta de la creciente irritación de la reina, decidieron darle la atención que tanto deseaba, pero para provocarla. Con fingida compasión, le dijeron que sentían lástima por su matrimonio, que debía ser terrible estar con un hombre que no la amaba ni la apreciaba, comparándola directamente con Cecil. En un arranque de ira incontrolable, Orlaith arrojó el té, no a Cecil como estaba planeado, sino a Thorne y Zylia.
Cecil no dudó un instante en defender a sus cuñadas, no por el plan, sino porque eran su familia. Y aunque no fue como lo planearon, Orlaith, con la furia desbordada, tomó la taza de otra señorita y le tiró el té a Cecil.
Enseguida, las tres fueron atendidas por las otras señoritas. Thorne y Zylia, conmoviendo al resto de las invitadas, comenzaron a llorar. En cambio, Cecil, con una frialdad sorprendente, exigía una disculpa de la Reina. Orlaith se rehusaba con obstinación.
El bullicio de la fiesta del té se acalló en el momento en que Lysander entró al jardín, su presencia imponente congelando los murmullos. Sus ojos, al ver a Cecil empapada, se posaron en Orlaith, que estaba pálida de furia contenida, pero fue la voz indignada de una de las damas la que rompió el silencio, explicándole rápidamente lo sucedido.
- ¡Orlaith! ¿Qué demonios has hecho? – cuestiono Lysander molesto.
- ¡Su Majestad! Esas... esas insolentes se burlaban de nuestro matrimonio, de su Majestad, de mí. ¡Estaban denigrando la corona! – responde Orlaith con voz tensa.
- ¿Y tú respuesta es humillar a las hijas de Duque influyentes? ¡Y en mi palacio! ¿Acaso no entiendes las implicaciones de tus actos?
- ¡Estaban alabando a Cecil, a la mujer que usted ama! ¡La comparaban conmigo, diciendo que soy una desdichada por estar casada con un hombre que no me ama! ¡Es insoportable, Lysander! ¿Cómo espera que mantenga el decoro cuando ella se burla de mi posición y de nuestro matrimonio?
- ¡No me importa lo que dijeran! Eres la Reina de Ashfall. ¡Tienes que actuar como tal! Esto es un escándalo. Has avergonzado a la corona, y a mí. ¡Pide disculpas! ¡Ahora!
- ¡¿Disculparme?! ¡Jamás! ¡Ellas son las culpables!
- ¡Orlaith, no me obligues a avergonzarte aún más en público! ¡Pide disculpas, retírate, y regresa a tus aposentos!
Orlaith lo miró con odio, una mezcla de rabia y humillación en sus ojos. Sabía que estaba perdida. Con un movimiento brusco, se giró hacia Cecil, que la observaba con una frialdad impasible.
- Mis... mis disculpas, señorita Kaeldron.
- No solo debe disculparse conmigo, también fue grosera con mis cuñadas – responde Cecilia.
- Señoritas Thylas, espero que me puedan disculpar.
Lysander no esperó más, tomó a Orlaith del brazo, su agarre firme y sin piedad, y prácticamente la arrastró fuera del jardín, luego de un momento, Lysander volvió, ofreció a las tres jóvenes que se cambiaran de ropa y ordenó a las sirvientas que las atendieran. Cuando las tres pasaban por su lado intento detener a Cecil.
- Señorita Kaeldron podemos hablar…
- Agradezco su ayuda majestad, con su permiso iremos a cambiarnos, espero que pueda conseguirle a la reina clases de etiqueta – Cecil hace una reverencia, Thorne y Zylia al verla, hacen lo mismo, y se retiran.
Las tres fueron a la habitación asignada, al salir no había empleadas esperándolas. Era la oportunidad perfecta. Con el plan en mente, decidieron buscar cualquier movimiento extraño o rumor que pudiera ayudarlas en su investigación sobre la extracción de maná.
Con el plan en marcha, Cecil se dirigió directamente a la oficina de Lysander, buscando cualquier pista o documento que la ayudara en su investigación. Se movía con la familiaridad de quien conoce cada rincón del palacio, utilizando los pasadizos secretos que ella y Lysander solían usar en sus juegos de niños. Mientras tanto, Thorne y Zylia se mezclaron entre las empleadas del palacio. Sabían que el personal de servicio a menudo era el mejor para escuchar rumores y secretos. Si alguien las descubría, su coartada estaba lista: dirían que se habían perdido y no encontraban a Cecil. Y Cecil, por su parte, afirmaría lo contrario, que sus cuñadas se habían extraviado.
Las tres salieron de la habitación asignada con su cuartada bien preparada. Cecil, con sigilo, logró llegar a la oficina de Lysander a través de los pasadizos ocultos. Con cuidado, abrió la entrada secreta y se deslizó al interior, intentando no hacer el menor ruido. Sabía que cualquier sonido podría alertar a los guardias que patrullaban el área. Sus ojos recorrieron rápidamente el escritorio y los estantes, buscando cualquier papel inusual, un mapa, o un documento que revelara algo sobre la extracción de maná, pero no encontró nada extraño.
De repente, escuchó las voces de los guardias saludando a Lysander, que se acercaba. Sin dudarlo, Cecil corrió de vuelta al pasadizo, cerrándolo con el mayor silencio posible justo a tiempo. Pudo escuchar a Lysander preguntarle a uno de los guardias si alguien había estado en su oficina. Los guardias negaron rotundamente, y ella no se quedó a escuchar el resto de la conversación.
Con el corazón latiéndole con fuerza, Cecil se movió por los pasadizos, su mente ágil buscando una salida o un nuevo lugar para investigar. Terminó saliendo a un pasillo que conducía a la habitación del padre de Lysander, el antiguo rey Alexander. Al escuchar que los guardias, ahora más cerca, decían que había un intruso en el palacio, Cecil no dudó. Sin pensarlo dos veces, entró en la habitación del rey Alexander, quien estaba gravemente enfermo y rara vez salía de sus aposentos.
Amo esta historia!! y Garret es todo lo q esta bien! 🤭