¿ Cómo podía saberlo? ¿Cómo podía saber si, si estaba embarazada? ¿Si entraba en una farmacia y buscaba un tes de embarazo todo el mundo lo sabría?Acaba de tener su fiesta de cumpleaños número 17 y ahora presuntamente podría estar embarazada ¿ Cómo iba a tener un bebé a esa edad? Era la misma edad que su tía la expulsada de su familia tenía cuando se embarazo de los que son ahora sus primos. Sus papás la iban a matar ellos la matarían.
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Capitulo 08
¡Mierda!
Le habían metido a una mocosa en su cama seguro era una espía de algunos de sus enemigos.
La tomo por el cuello y la presiono en la cama.
—¡Ah!— gimió con voz ronca y la mano que sostenía su cuello se tenso bastante.
—¿Quién te envío?— pregunto con voz fría
—Yo...yo nadie suelteme — golpeó con sus manos su brazo tratando de liberarse.
—¡Habla si no quieres que te mate— aprieta más su cuello.
Tos —Yo no sé de qué habla — iba a seguir hablando pero la puerta se abrió de golpe.
—Hermano necesito ayuda una compañera desapareció...— abrió los ojos al ver que la persona que estaba buscando estaba en la cama con su hermano.
—¿Compañero Dan?— ella gimo incomoda no simplemente por su cuerpo si no por la vergüenza y también descubrió que había caído en la cama de Caleb Morgan el líder de la mafia Morgan que controla el país y gran parte fuera del país, la justicia y más están bajo su mando y ella se metió en su cama, estaba muerta muy muerta.
Tosió varias veces cuando sintió el agarre más débil.
Ni siquiera recordaba como terminó con él, así solo recordaba dolor, placer y placer ese hombre tenía demasiada energía su cuerpo estaba lleno de moretones y chupones ¿era un animal en celo? La dejo bastante mal pensó que moriría en toda la noche hasta quedó inconsciente.
—¡Lárgate! — grito con frialdad mirando a su hermano congelado en la puerta.
La puerta se cerro de golpe.
—Yo no lo hice, suelteme — sus ojos se humedecieron y pensó que hasta hay llego.
—Lárgate!— la soltó y está tosió por un largo rato su cuerpo está desnudo y es pequeño bastante blanco está lleno de mordidas y chupetones pudo sentir el ardor de su espalda, seguro lo arañó en cierta parte del momento de extasis, pero eso no quitaba que se acostó con una niña, se veía más pequeña que su propia hermana. El podía ser un maldito eso no lo negaba pero no era pedofilo.
Tos — Yo no sé cómo llegué aquí lo juro — busco con la mirada agua y para su suerte encontró una botella y si esperar nada se abalanzó sobre ella después de tomarla la bebió hasta dejarla vacía. Se sentía demasiado sedienta y casi ser ahorcada no le ayudo mucho se tomó esa agua pero no le fue suficiente.
Ni siquiera noto que ahora dejaba todo su cuerpo al descubierto.
— Te dejaré ir está vez, pero espero que esto nadie lo sepa o te juro que no habrá lugar donde te escondas— la miro y la vio tensarse.
—Nunca diré que me acosté con usted — responde rápidamente casi tartamudeo a decir eso.
—Toma tu ropa y lárgate — se sentó sin apartar la mirada de ella.
Con las piernas débiles se levanta casi se callo, pero al final logró estar de pies con las piernas temblorosas, encontró su ropa casi rota en el suelo sintió que algo bajo por sus piernas pero no se miro si no que se vistió y salió corriendo de la habitación donde se chocó con Dan que tenía una mirada incómoda. Pero ella estaba más que incómoda que el en realidad estaba asustada si Barbara la encontrará así, sería su sentencia de muerte.
—Ven toma un baño aquí — la lleva a una habitación en ningún momento si fija en ella por qué sabe que no está presentable y ella se asusta y se apena con facilidad— te dejaré ropa para que te cambies las chicas te esperan abajo.
—Compañero Dan, gracias— sonrió de forma débil.
—No hay problema es lo menos que puedo hacer por ti— habla dando un suspiro — me iré ahora, cuando salgas las chicas estarán cerca.
Mientras tanto una de las empleadas nuevas solo llevaba tres meses allí entro a limpiar su jefe como lo supo estaba sentado en ropa interior negra de cuero, fumando un cigarro y como siempre dió un saludo rápido y empezó a limpiar a levantar las sábanas había una macha de sangre por un mini segundo sus manos se detuvieron, pero continúo recogiendo notó la mirada de su jefe fija en esas sábanas.
No había matado a nadie, pero esa sangre podía significar dos cosas.
Primero su jefe golpeó y jugo de manera ruda con la chica que llevo allí o la segunda fue que se acostó con una mujer virgen fueron pensamientos que no diría en voz alta y sobre todo en esos momentos ella si hablara podía costarle la vida ese hombre a veces tenía un temperamento horrible, aunque ella de igual manera no moría ella era epifanía su vida no terminaría allí ni en cualquier lugar seguiría en un flujo constante.
Pero cuando terminó tuvo la necesidad de advertirle, el no era alguien que se pudiera rendir a sus deseos, pero en esta ocasión le daría un consejo que iba a encaminar su vida, de ahora en adelante las decisiones que tomará definiría su destino completo. Se dió la vuelta y lo miro a los ojos.
—Señor, su vida desde hoy empezará a cambiar, no sea impulsivo su mayor deseo se puede hacer realidad, pero si no toma las decisiones correctas su futuro será trágico vuelvo a decirle su deseo se hará realidad pero si toma mal una decisión su camino va a torcerse . Una vida por otra nunca olvide eso una vida obtendrá, pero otra perderá si las malas decisiones marcan el comienzo entonces ellas mismas grabarán el final.
Con esas palabras salió de la habitación.
—¿Que mierda es esa chica ?— se pregunto sus ojos tranquilos le hicieron sentir muy incómodo.
Busco su teléfono y marca.
—Agustín...
—Señor..
—Esa mujer que vino a limpiar quiero saber ¿ Quien es?
—Ah ella es Epifanía, es una chica nueva su información no arroja nada que la haga ser un peligro para usted, solo es una mujer rara a veces dice cosas sin sentido ¿ Quiere que la interrogue?
—Si encuéntrala — responde colgando para entrar al baño a darse una ducha.
Después de salir vestido Agustín esperaba, pero su semblante era extraño y en el una cara como esa era muy extraña de ver.
—Señor ella desapareció — entra con una expresión sería en su rostro.
—¿Cómo que desapareció?— pregunta saliendo de la habitación.
—Si la llamamos y no apareció y revisamos las cámaras, pero no se vio salir del edificio y tampoco de su habitación.