TU AMOR ME DEVOLVIO LA VIDA

En la sala de espera, Mariela llora ruidosamente dando un espectáculo para la familia de Max, que solo la observan con desagrado.

Hace apenas unos instantes la escucharon maldecir por qué Génesis no murió.

El doctor Osvaldo les da informes a los señores Collins.

-- Está fuera de peligro su hijo, se recuperará de sus heridas, con descanso. No tiene lesiones graves, solo un corte profundo en su brazo izquierdo sin daño permanente.

El padre de Max, Tomás Collins pregunta de inmediato.

-- ¿Puedo llevarlo a casa? Ahí cuidarán de él.

-- Si gustan, tendrá que viajar en ambulancia.

-- Será mejor si lo trasladamos en helicóptero.

Emma Collins sugiere.

--Si, un médico de su confianza lo debe acompañar yo no tengo problema.

Su madre insistente, pregunta:

--¿Podrá ser hoy mismo?

-- Sí, asi lo requieren, realicemos el papeleo necesario.

El señor Tomás Collins más tranquilo afirma.

--Está bien no lo llevaremos. Y la señorita Génesis, Max la aprecia de manera especial. ¿Cómo está?

¿Saben qué sucedió?

El médico se ajusta sus gafas de protección.

--No señor Collins, aún no lo sabemos.

Mira de reojo a Mariela Craft quien ha dejado de llorar.

Ha investigado a los Collins descubriendo que son millonarios de cuna, y el amigito de Génesis, tal vez en algún momento se sirva de esa amistad.

-- Les avisaré cualquier cosa.

Una voz muy aterradora sale de la voz de la mama de Max, quién advierte.

-- Si descubro que esto fue ocasiónado, el culpable sufrirá su muerte en mis manos.

-- Está bien señora, yo no sé con exactitud lo que sucedió, sólo hago mi trabajo. Discúlpeme.

La señora Craft de nuevo llora ruidosamente.

Pregunta:

-- ¿Y mi sobrina? ¿Cómo está? ¿Qué pasó?

Señora Craf, su condicion es graves, recibió un golpe en la cabeza y se encuentra en coma. Del resto de lesiones, sanaran con reposo y medicamentos. No puedo darle una fecha específica de cuándo despierte; hoy mañana un año, no lo sé.

La señora Emma Collins interviene.

-- Nos dieron la noticia de que fueron chocados a propósito, profesionales están revisando la escena.

Intenta decir más, el médico la interrumpe.

-- Debería apresurarse con el traslado de su hijo. Las primeras la investigación arrojaron que perdieron el control del auto por exceso de velocidad.

Por el link, Eros el lobo de Tomás Collins, interviene.

-- Ya no digas más o echarás a perder todo.

Llama la atención a su esposa.

Se calma de inmediato.

-- Lo siento, solo son suposiciones. Le dejamos a usted la investigación, me avisa. Yo cuidaré de mi hijo personalmente. Le extiende una tarjeta negra ilimitada al medico:

-- Está a su nombre, mi familia cubrirá los gastos de su amiga, no dude en contactarnos.

El helicóptero se escucha que está arribando.

Se retiran todos.

Mariela empieza a parlotear, no había quien defendiera a Max, sin la familia presente, aprovecho para soltar un poco de veneno, según ella.

--Entonces ese chico tuvo la culpa, pobre de mi sobrina. Lo bueno es que se harán a cargo de los gastos de ella, era lo menos que podían hacer.

Mariela Craf llora con más intensidad sin que le salgan lágrimas.

--Dame la tarjeta para traer lo que necesita.

El médico se la pone en sus manos, le tiemblan nerviosa, una tarjeta como esa deberan tener millones a su disposición y ella gustosa los gastaría.

-- Usted escuchó que está mi nombre, yo me encargaré de todo señora, así usted no perderá su valioso tiempo.

Enojada se la regresa.

--Menos mal que no tendré que cubrir sus gastos.

--Ya que serán varios dada su condición.

--Sí, sí, lo que digas. Hazte cargo y no molestes.

Dice mientras se retira sin voltear a verlo.

Lany se acerca furiosa a su padre:

-- ¿Cómo es posible que sea así?

Gruñe.

-- ¿Acaso no la conoces?

Lo mejor es que Genny esta muy bien, es cuestión de horas despertará de la anestesia y nos contará ¿Qué sucedió?

-- Sí papá.

El Dylan enseguida llega, saludando a su mentor y suegro, le ordena.

-- Mantén vigilada la habitación de Genny, tal vez alguien venga a terminar el trabajo.

El chico hace saludo marcial y contesta:

--Enseguida señor, lo haré personalmente señor.

En la habitación de recuperación del hospital Lany la está cuidado como siempre, con ayuda de dos guerreras enfermeras, nana Polette, Dylan.

Lany no se aparta ni un segundo.

Algunas horas después el doctor Osvaldo entra a la habitación con su expediente médico.

--No te preocupes Polette, en 2 horas máximo despertará ve y come algo acompáñale Lany.

Con sus ojos aún llorosos contesta:

-- No me iré hasta que despierte

El médico lanza una mirada acusatoria.

--Polette, si enfermas quién la cuidara, para que estés más tranquila ve y yo me quedo con ella.

-- No tardaré, vamos a comer.

Se llevan a Dylan aprovecha que el jefe la cuidara.

Salen muy apresurados

El doctor Osvaldo comienza a trabajar.

Le llevan su computadora personal, comienza a revisar los videos del lugar donde fue el accidente. No encuentra nada, pero rastrea el auto que choco al de Max se ve el momento en que se reúne el convoy y así sale.

Golpeéa la mesa en la que está trabajando, pausa el video, se alcanza a ver por un segundo el copiloto, Lautaro, el piloto no se ve, de una de las camionetas regresa y amplia la imagen.

-- ¡Maldición! No se alcanza a ver mucho.

Da instrucciones por teléfono para localizar la camioneta, en 10 minutos le avisan que la encontraron incendiada a la salida poniente de la manada y no recuperaron ninguna prueba.

Se recarga en el sillón frustrado y se queda dormido.

Al llegar los chicos se pone de pie y salen sin decir nada.

Iniciare el recorrido, llámenme, cuando Genny despierte.

-- Sí niña sí lo haré

Nana polet se acerca acomodando su silla al lado de la camilla de su ama ella está canalizada y respira tranquilamente, le acaricia el pelo y le da un beso en la frente.

-- Falta poco nena. Ya lo verás.

Poco a poco se queda dormida.

☆ Sueño de Génesis ☆

Génesis se encuentra sumida en una total oscuridad, silencio, a lo lejos encuentra una luz y comienza a caminar hacia ella.

¿Te duele algo?

Brisa pregunta.

-- Me duele todo. Oye podría jurar que estos arbustos se extendieron para evitar que chocara con el árbol y luego disminuyeron su tamaño para que no me golpeara el caer.

-- Eso sucedió, no lo alucinaste.

Un pequeño gruñidos escucha en su mente génesis es Brisa quién afirma lo sucedido.

Génesis sonríe, sigue con la conversación con su amiga mental:

- No me puedo considerar alucinada, hablo contigo a cada rato incluso me adviertes si algo anda mal.

--Es que yo soy parte de ti

Génesis se detinene su andar unos segundos sin perder de vista la luz.

-- Gracias, desde qué hablo contigo ya no me siento tan sola, si no fuera por ti y mis amigos.

-- Ya, ya, no seas dramática sigue caminando, veamos dónde estamos.

Esta vez fue necesario subir, la luz la guiaba, era preciso enterrar sus pies en los huecos para no resbalar, manos por igual buscaban a tientas, tarea demasiado difícil con la escasa luz, el poder ascender se complicaba .

En varias ocasiones resbalo, tenia que iniciar el ascenso de nuevo, Brisa la guiaba.

Casi al final, con una mano se sostenia de una roca saliente, la otra la saco una por el borde, moviendo en varias direcciones, toco una rama, se impulso con agilidad, la roca la cual la sostenia se hizo añicos, se jaló de grueso madero, hasta subir en su totalidad del pozo.

Sentía como la luz, brillo con más intensidad, la hizo perder la vista por algunos segundos. Cerró los ojos y respiró profundamente, estaba en la superficie.

-- ¡Apresúrate!

Génesis abre los ojos y sonríe.

-- Sí, ya voy.

Escuchan gruñidos que la alrman.

Dos lobas pelean, son los que ha visto en sus sueños anteriores la de color gris oscuro y una con pelaje blanco.

-- La de blanco es sol, tu madre, hueles a ella y mira tú estás dentro, casi por nacer.

-- ¡Debo ayudar a mi madre!

Brisa aulla con mucho sentimiento:

-- No puedes.

La batalla entre esas dos es brutal cada golpe que se dan brota la sangre, en sus fauces, colgando de sus colmillos, llevan trozos de carne y pelo de su adversaria.

Al final, la loba blanca está sobre la gris a punto de asestar el golpe final, de repente aparece una tercera loba, la ataca con un zarpazo la hace volar, ambas la atacan sin contemplación, la golpean, arrojándola contra un tronco. Instantáneamente brota sangre por su parte íntima.

En su forma humana, sostiene su bientre, sabe que su bebe está muerto.

El llanto es lastimero, gime, suplicando a la luna por su bebé nonato.

-- Respira, Génesis creo que has dejado de respirar.

--¿Yo?

-- Sí, tú.

Sin poder dar paso, observa a su madre, sumida en tanto dolor.

La loba nuevamente sale de su pecho e intenta luchar contra esas dos pero solo las atraviesa aulla de dolor y a Génesis se le salen las lágrimas al ver como su madre está tan lastimada.

La loba gris, camina triunfante, hasta sol, dirige su ocico ensangrentado en la boca de su presa, ve cómo absorbe una parte de la energía de su luna.