Fernanda siempre creyó que Víctor era su mate, su pareja destinada, un vínculo sagrado que ningún hombre lobo podía romper. Pero su mundo se desmorona al descubrirlo en los brazos de Natalia, su propia hermana, en un acto de traición que rompe no solo su corazón, sino el frágil equilibrio de la manada.
Devastada y sintiendo que algo oscuro ha corrompido el vínculo que los unía, Fernanda huye del territorio en busca de respuestas. En su camino encuentra a Marcus, un hombre lobo renegado que fue desterrado injustamente como alfa de su manada. Él también lleva el peso de una traición que cambió su vida para siempre. Unidos por el dolor y la necesidad de justicia, Marcus se convierte en un aliado inesperado para Fernanda.
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El Precio de la Oscuridad
La noche había caído en los bosques de Vancouver, cubriendo el territorio de la manada con un manto de sombras. Natalia se encontraba en su habitación, sentada frente a un espejo antiguo. Sus dedos acariciaban un colgante oscuro que llevaba alrededor del cuello, un símbolo de un pacto que había hecho en el pasado, un secreto que nadie conocía.
El recuerdo la envolvió, arrastrándola hacia el momento en que había tomado una decisión que cambiaría su vida para siempre.
Flashback:
Hacía dos años, Natalia había estado desesperada. Había pasado demasiado tiempo viviendo bajo la sombra de Fernanda, viendo cómo su hermana lo tenía todo: amor, respeto y el destino de convertirse en la luna de Víctor.
Una noche, movida por el resentimiento y el dolor, Natalia había seguido el consejo de una anciana del bosque, una figura temida y respetada por su conexión con la magia oscura. La encontró en una cabaña destartalada, rodeada por un aura de poder que hacía que la piel se le erizara.
—¿Qué deseas, niña? preguntó la anciana, su voz rasposa resonando como un eco en la pequeña habitación.
—Quiero que mi hermana pierda todo lo que tiene. Quiero que Víctor sea mío —dijo Natalia, con una determinación que ocultaba el miedo que sentía.
La anciana sonrió, mostrando unos dientes amarillos y torcidos.
—El precio será alto. ¿Estás dispuesta a pagarlo?
Natalia asintió, aunque no tenía idea de lo que implicaría ese precio. La anciana le entregó un colgante oscuro, diciéndole que este le otorgaría el poder de obtener lo que deseara, pero que cada deseo tendría consecuencias.
Al principio, Natalia había sentido la tentación de usar el colgante, pero algo dentro de ella la había detenido. Entonces ocurrió algo inesperado: no necesitó recurrir a la magia para conquistar a Víctor.
Natalia sonrió mientras recordaba cómo había sido. Con astucia y paciencia, había aprovechado cada momento para acercarse a Víctor, para mostrarle lo que Fernanda nunca podría ofrecerle: una pasión desbordante, un deseo incontrolable.
Una noche, mientras Víctor estaba vulnerable después de una batalla contra renegados, Natalia había hecho su jugada. Se presentó en su habitación con una copa de vino y palabras suaves, llenas de consuelo.
—No estás solo, Víctor. Siempre he estado aquí para ti, incluso cuando nadie más lo estaba le susurró, sentándose junto a él en el borde de la cama.
Víctor intentó resistirse, pero Natalia sabía cómo jugar sus cartas. Con cada caricia, con cada susurro, lo envolvió en un torbellino de deseo que él no pudo rechazar. Cuando finalmente sucumbió, Natalia supo que había ganado.
Natalia soltó una risa amarga mientras acariciaba el colgante.
—Nunca fue necesario el pacto murmuró. Víctor era tan débil como todos los hombres, incapaz de resistirse a lo que yo podía ofrecerle.
Sin embargo, sabía que el colgante seguía siendo un arma poderosa, una carta que podía usar si las cosas se complicaban. Su mirada se endureció mientras pensaba en Fernanda.
—Pero contigo, hermana, quizás sí lo necesite.
El colgante brilló tenuemente bajo la luz de la luna que se filtraba por la ventana, como si respondiera a sus pensamientos.
Natalia se levantó y se dirigió a la ventana, mirando el bosque oscuro que se extendía más allá.
—El juego acaba de empezar, y yo tengo todas las piezas dijo para sí misma, con una sonrisa que prometía caos y destrucción.