Las Páginas Del Destino

Los meses pasaron rápidamente, y Indira comenzó a adaptarse a su nueva vida.

Había comenzado a sentir una conexión única con su padre y a aprender sobre sus responsabilidades

La duquesa ha sido insistente en que indira debe aprender a comportarse como una señorita de su rango, ya que su comportamiento anterior ha sido inapropiado para una niña de su posición.

"Si no vas a ser una dama como es debido serás la vergüenza de la familia", le dijo la duquesa.

Indira se sienta en su clase de etiqueta, intentando presentar atención a la profesora que le enseña como sostener correctamente el tenedor y el cuchillo.

Ella ya sabía todo eso, la verdadera Indira murió a sus 19 años.

Ahora, con el cuerpo de una niña, Indira posee los recuerdos y conocimientos de una persona que ha vivido una vida completa.

sabe todo sobre etiqueta, modales y habilidades sociales, y puede aplicarlos con facilidad.

La profesora, una mujer estricta y severa la mira con desaprobación.

*profesora: "Indira, debes consentrarte en tus lecciones. No puedes ser una dama si no tienes modales".

Indira suspira y se esfuerza para prestar atención, aunque se muera de aburrimiento.

Indira paseaba por los jardines de la mansión cuando escuchó el sonido de espadas chocando y gritos de esfuerzo. Se acercó a la fuente del ruido y se encontró con un grupo de guardias entrenando en el patio de armas.

La escena la fascinó. Los guardias se movían con gracia y fuerza, sus espadas brillando al sol. Indira se sintió atraída por la intensidad y la disciplina del entrenamiento.

De repente, uno de los guardias la vio y se acercó a ella. "¿Qué está haciendo aquí, señorita?", le preguntó.

Indira se encogió de hombros. "Me gustó el ruido. ¿Puedo ver más de cerca?"

El guardia sonrió y le hizo un gesto para que se acercara. Indira se acercó y observó el entrenamiento con gran interés.

Después del entrenamiento, Indira se dirigió al estudio de su padre, el duque.

*Indira: "Padre, quiero hablar contigo sobre algo", le dijo.

El duque levantó la vista de sus papeles.

*Duque: "¿Qué es, Indira?"

*Indira: "Quiero entrenar con los guardias", dijo Indira, con una sonrisa decidida. "Me gustó verlos entrenar y quiero aprender a usar una espada".

El duque se sorprendió.

*Duque: "Indira, eres una niña. No es apropiado para ti entrenar con los guardias".

Pero Indira no se rindió.

*Indira:"Padre, por favor. Me gustaría mucho. Puedo ser tan buena como ellos".

El duque la miró pensativamente. "Hablaré con el capitán de la guardia. Veremos qué se puede hacer".

Indira sonrió ampliamente y se acercó a su padre, abrazándolo con entusiasmo.

*Duque: "Gracias, padre. Me haría muy feliz entrenar con los guardias".

El duque se rió y la abrazó también.

*Duqu:"Bueno, bueno. Parece que eres una niña muy determinada. Me gusta eso".

Indira se alejó un poco y miró a su padre con ojos brillantes.

*Indira :"Te prometo que seré buena y que no te avergonzaré".

El duque sonrió y le acarició el cabello.

*Duque: "No podría estar más orgulloso de ti, mi pequeña princesa. Eres la luz de mi vida".

Indira se ruborizó y se sintió feliz. Le gustaba cuando su padre la trataba como a una princesa. Se sentía especial y querida.

Indira asintió y se dirigió hacia la puerta, pero antes de salir, se volvió hacia su padre y le sonrió. "Gracias de nuevo, padre. No te decepcionaré".

El duque sonrió y le hizo un gesto de despedida. "No podría decepcionarme, mi pequeña princesa".

Indira se sintió emocionada cuando su padre le informó que había encontrado un instructor para enseñarle a usar la espada. "Se llama señor Ryker", le dijo el duque. "Es un hombre experimentado y respetado en el arte de la esgrima. le enseñará todo lo que necesita saber".

Indira asintió con entusiasmo y se dirigió al patio de armas, donde el señor Ryker la esperaba. El instructor era un hombre alto y vastante atractivo, con una mirada intensa y una sonrisa amable.

"Bienvenida, joven dama", le dijo el señor Ryker. "Estoy aquí para enseñarte el arte de la esgrima. ¿Está lista para comenzar?"

Indira asintió y el señor Ryker le entregó una espada de práctica. "Comenzaremos con los fundamentos", le dijo. "La postura, el agarre, el movimiento. Todo es importante en la esgrima".

Indira se puso en posición y comenzó a aprender. El señor Ryker era un instructor paciente y exigente, y Indira se sintió desafiada pero motivada. Sabía que tenía mucho que aprender, pero estaba decidida a dominar el arte de la esgrima.

Con cada sesión de entrenamiento, Indira se sentía más confiada y segura. El señor Ryker le enseñaba técnicas y estrategias, y ella las practicaba con entusiasmo.

"Estás progresando rápidamente", le dijo el señor Ryker un día. "Tienes un talento natural para la esgrima. ¿Quieres aprender técnicas más avanzadas?"

Indira asintió con entusiasmo. Estaba lista para el desafío.