¿Cuál Es La Verdadera Cara De Julieta Sanz?

— Pero ya no hablemos de ella— Dijo Magnus frotando su anillo con la otra mano.

Israel sonrió, aún que realmente no soportaba las ganas de preguntarle más sobre esa mujer de la que hablaban, estaba seguro de que se referían a Julieta.

— ¿Sentías algo por ella?— preguntó Israel con interés.

— Lastima, solo eso sentí — contestó Magnus después de unos segundos.

Julian que estaba escuchando todo, miró con confusión a Magnus.

Magnus cambio de tema con rapidez demostrando lo delicado que era para el hablar sobre esa mujer.

— Puedes volver cuando quieras, me cae bien tu actitud — Dijo Magnus con una sonrisa.

Israel se levantó para irse, pero en el momento en que lo hizo cayó una fotografía de su bolsillo. Era la misma fotografía que había encontrado en el auto de Julieta horas antes. Cada uno de los que estaban ahí la miraron, pero solo uno de ellos la tomó en sus manos.

— ¿De dónde sacaste esta fotografía?— preguntó Magnus mostrándose curioso con una voz tensa.

Israel se paro en seco y volteo a verlo.

— ¿Conocen a esta mujer?— preguntó Israel.

—Sí— respondió Magnus con una voz baja y seria, su mirada fija en la fotografía. —La conocemos.

Israel se sintió intrigado por la reacción de Magnus. ¿Qué había detrás de esa fotografía? ¿Por qué Magnus se mostraba tan interesado en ella?

—¿Quién es ella?— preguntó Israel, su curiosidad aumentando con cada segundo.

Magnus levantó la mirada y se encontró con la de Israel. Por un momento, pareció que estaba considerando si responder o no. Luego, con una voz baja y controlada, dijo:

—Es Julieta. La mujer de la que hablábamos antes—

— Lo sabía, tú mirada no se ve como alguien que desea libertad, puesto que la has tenido toda la vida— contestó Julián acercándose a Israel.

— Cómo saben, Julieta murió... Y solo encontré está fotografía— contestó Israel— Para ser sincero me sorprendió ver cómo la mujer que conocía esta tan diferente... Quiero saber por que desapareció.

— Busca la respuesta en otro lugar, por qué realmente no quiero volver a hablar de ella — contestó Magnus.

— Envidia — Grito Israel antes de que Magnus se marchara— No sabes a qué se refería Julieta.

Magnus se detuvo y escondiendo sus sentimientos fingió que no sabía nada al respecto.

—No sé de qué hablas— dijo Magnus, su voz firme y controlada, pero con un ligero temblor en sus ojos que delataba su verdadera emoción.

Israel se sintió intrigado por la reacción de Magnus. Estaba seguro de que Magnus sabía algo sobre la palabra "envidia" y su relación con Julieta.

—Sí, sabes— dijo Israel, su voz baja y persuasiva. —Y creo que es hora de que me digas la verdad.

Magnus se volvió hacia Israel, su mirada intensa y penetrante.

—No hay nada que decir— dijo Magnus, su voz firme y decidida. —Y creo que es hora de que te vayas.

Israel se sintió desafiado por la respuesta de Magnus. Estaba decidido a descubrir la verdad sobre Julieta y la palabra "envidia". Y no se iba a rendir hasta que obtuviera las respuestas que buscaba.

— Solo dame una pista — Dijo Israel— Y me  iré.

— Boulevard Oriente  #2512 a las 12:00 pm— contestó Magnus — 25 de noviembre —.

— Gracias— contestó Israel aún que tenía más preguntas que respuestas.

Israel se marcho dirigiendose a esa dirección. Al llegar ahí vio una tienda de ropa, en su mayoría de colores pasteles y vibrantes. Se preguntó realmente que hacía ahí, y si Magnus lo había engañado para deshacerse de el.

Finalmente llegó a la conclusión de pedir la grabación del 25 de noviembre así obtener alguna respuesta. Por suerte las grabaciones de la cámaras de seguridad aún no habían sido borradas.

—¿Puedo ver lo que sucedió a las 12:00 pm?— preguntó Israel al de seguridad.

— Claro— respondió el de seguridad.

Israel se sentó frente a la pantalla de la cámara de seguridad y esperó a que el de seguridad le mostrara la grabación del 25 de noviembre a las 12:00 pm.

Después de unos momentos, la pantalla se encendió y mostró una imagen de la tienda de ropa en el día y hora solicitados. Israel se inclinó hacia adelante, ansioso por ver qué sucedía en la grabación.

De repente, una figura femenina apareció en la pantalla. Era Julieta. Israel se sintió emocionado al verla, y se preguntó qué estaba haciendo allí.

Julieta se acercó a una estantería de ropa y comenzó a buscar algo. Después de unos momentos, encontró una prenda de color rosa y estaba intentando tocarla pero podía notarse como se veía indecisa sobre si tomarla o no.

Israel se sorprendió, a Julieta no le gustaba el rosa pero parecía que no tenía otra opción.

Pero entonces, miró a su alrededor y vio a un grupo de chicos vestidos de negro, mirandolos por un momento tomó la prenda con resignación.

Israel se sintió intrigado. ¿Qué había sucedido?.

Julieta sonrió de lado y soltó la prenda. Saliendo de la tienda volvio a cruzarse con esos chicos, ella los miró sin despegar la vista, sin dejar de ver cómo su estilo llamaba su atención.

— Envidia— dijo en su mente Israel.

Pero eso no le parecía que fuera lo único,

sentía que había más. La grabación seguía reproduciendose mientras el veía a Julieta agachar la cabeza. De repente apareció Joshua frente a ella y la sujeto de la mano.

Pero ella seguía mirando a esos chicos, que ahora subían a una motocicleta y se marchaban despilfarrando lo que parecía ser libertad. Hasta que ellos se fueron Julieta volvió a mirar a Joshua.

Joshua parecía haber notado lo que hacía Julieta pues la abofeteo.

— ¡Ese hijo de puta!— grito Israel levantándose del asiento— ¡Con que tu manera de demostrar amor era así!

Volteo a ver al guardia de seguridad que se veía preocupado por su reacción.

— Me llevaré esto — dijo Israel tomando el USB— ¿Tiene una copia de respaldo cierto?.

— Claro— contestó el guardia.

Israel se fue de ahí sosteniendo con fuerza el USB, estaba realmente furioso. No solo por el hecho de que Julieta había sido abofeteada, si no por el hecho de que Joshua había omitido decirle eso.

Manejó hasta la casa de Joshua, y al verlo con una mirada sombría sobre su rostro comprendió que quizás ese era uno de los motivos por los que Joshua no le importaba lo que encontrara sobre Julieta. El remordimiento de golpear a quien amaba, a alguien que quizás tenía demasiados demonios en su interior. El miedo de haber detonado la autodestrucción de su amada Julieta.

Sintió que lo mejor era calmarse antes de preguntarle acerca de eso.

Continuaraaaa