DE LA POBREZA AL ÉXITO

La señora se sintió identificada con Antonia en que crío sola a su hija, porque en lo demás ni comparación, Antonia hablaba muy orgullosa de su hija, se dio cuenta de que Ivis era una excelente hija, pero ella queria sentirse util y dijo.

NIRIDA: a partir de mañana yo le ayudo con todo para que Ivis descanse bien y no se agote.

ANTONIA: No, yo no tengo para pagarle.

NIRIDA: Qué más pago que los dos platos de comida.

ANTONIA: No... yo lo hago de corazón, no para que me pagues con nada.

NIRIDA: Bueno, yo también te voy a ayudar de corazón.

Antonia le sonrió y no discutió más, la verdad necesitaba ayuda para hacer todos, hasta para recoger después de terminar de vender.

A la hora de la cena Antonia le dijo a Nirida que le avisara a su nieto que ya la cena se iba a servir, ella le dijo que comía en la habitación, pero Antonia le dijo.

ANTONIA: No... porque alla, ustesdes pueden comer en la sala, en la cocina, donde ustedes quieran, no se sientan mal por nada, si quieren agua tomen agua a la hora que quieran.

Ivis miró a la señora y le sonrió, ya no se sentía incomoda, sentía que la señora hacia parte de la familia, ella fue por su nieto y le dijo las palabras que Antonia le habia dicho, Abel sintió que se le caía un peso de los hombros, les estaban brindando confianza, la confianza que nunca le brindo su familia, el le sonrío a su abuela y se levantó.

Los dos salieron de la habitación y llegaron al comedor, Antonia salía de la cocina con dos platos en sus manos, detrás salía Ivis con dos más, pusieron los platos en cada puesto, Ivis saludo y Abel respondió al saludo, Antonia mirando a Abel le dijo.

ANTONIA: Abel, ella es mi hija Ivis, hija el es el nieto de la señora Nirida.

IVIS: Mucho gusto, bienvenido.

ABEL: Gracias.

Los cuatro se sentaron a cenar como si fueran familia, Abel sentía una tranquilidad porque estaban empezando bien su nueva etapa, después de cena las dos mujeres fueron a lavar los platos y a organizar la cocina, Ivis y Abel quedaron sentados, a Abel ella le pareció una chica hermosa, aunque no tenía el cuerpo perfecto de modelo si lo tenia a la linea, tenía lo suyo, Ivis un poco apenada lo miró y dijo.

IVIS: No te asustes si escuchas ruidos por la madrugada.

ABEL: Ja ja ja, ya sé, ustedes madrugan.

IVIS: Sí, de lunes a sábados, tu abuela dijo que nos va a ayudar mañana.

ABEL: Sí... qué bueno, para que se distraiga.

Ellos conversaban como dos buenos amigos, también hicieron la dinámica de conocerse, Ivis le dijo para ver películas hasta la nueve que se fueran a dormir, él aceptó y ella dijo que haría crispetas (palomitas 🍿), pro primero iban a buscar la película.

Los dos se sentaron en el sofá de la sala y buscaron la película en Netflix, Nirida y Antonia escuchaban los murmullos de los dos jóvenes, cuando terminaron salieron de la cocina y se acercaron a ellos.

ANTONIA: ¿Qué hacen?

IVIS: Vamos a ver una película.

ABEL: Una animada sería buena.

IVIS: Sí, porque de terror no me gustan ¿cuál buscamos?

ABEL: Mm… pollitos en fuga ¿te la vistes ya?

IVIS: No, entonces nos vemos esa, ¿las señoras se animan?

NIRIDA: Bueno, yo sí.

ANTONIA: Yo también.

IVIS: Pero primero voy a hacer las crispetas, falta comprar gaseosas.

ANTONIA: Yo voy a comprar la gaseosa.

ABEL: Yo la compro.

Ivis se fue a la cocina y Abel iba a buscar plata para comprar, pero Antonia se lo impidió y le dio para que comprara, él no quería porque ya era demasiado, pero Antonia dijo.

ANTONIA: No te preocupes, ahora que trabajes la compras tú.

Él fue a la tienda y se encontró con su compañero de trabajo que también estaba desempleado, le preguntó como se sentía en la casa, a lo que Abel le dijo.

ABEL: Bien, nos han tratado como si fuéramos de la familia, nunca me había sentido tan bien, y así mismo está mi abuela, la veo feliz, y... todo gracias a ti y a tu mamá.

— Estamos para ayudarnos, tenemos que buscar trabajo, mi mamá resuelve porque se gana a veces un día lavando o haciendo aseo, pero vamos para delante mientras haya vida y salud.

ABEL: Así es, mañana salgo a buscar, cualquier cosa te aviso.

— Yo igual, también te aviso si algo.

Abel compró y se fue, sabía que había tardado, cuando llegó ya Ivis tenía todo listo esperándolo a él, cuando llegó junto a ellas Ivis levantó una ceja y dijo.

IVIS: Carajo... ¿ que la fuiste a comprar a la propia empresa?

ANTONIA: ¡Ivis por favor!

ABEL: Ja ja ja, no, es que encontré con un compañero y charlamos un momento.

Ivis le sonrió y se sentó, el también lo hizo al lado de ella, la señora Nirida se encargo de servir las gaseosas y comenzaron a ver la película, mientras la veían Antonia se sentía feliz, era la primera vez que compartía con alguien en su casa, sentía como si fueran una familia, como si ubiera llenado un vacío, como si hubiera encontrado algo que le había faltado durante mucho tiempo.

La sensación de tener a alguien con quien compartir un momento en su casa la tenia muy emocionada, se dio cuenta que no habia sido un error arrendar la habitación, era el primer día compartiendo con sus inquilinos y ya los sentia como parte de su familia, era algo que nunca había experimentado, siempre había sido ella y su hija.

Hubo una parte de la película donde todos comenzaron a reír, en ese momento Nirida también estaba sintiendo el calor de una familia unidos por la risa y el cariño.

Cuando termino la película todos quedaron muy felices, se levantaron del sofá sintiendo un aura diferente, como si algo que no había sido de ellos ubiera salido. Se miraron entre sí, y por un momento, se sintieron conectados de una manera que no podían explicar, lo único de lo que sí estuvieron seguro, fue del gran momento feliz que habían tenido.