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Cómo Si Fuéramos Novios

Cómo Si Fuéramos Novios

Status: Terminada
Genre:Romance / Amor prohibido / Amor de la infancia / Incesto / Romance oscuro / Completas
Popularitas:1.1k
Nilai: 5
nombre de autor: Oswaldo Sánchez Arreaza

Es la historia de un amor Asexual, un tributo al romance, Helen y Davis tendrán una relación fuera de lo común, dónde el sexo no se hace necesario para expresar los sentimientos ni el deseo mutuo.

NovelToon tiene autorización de Oswaldo Sánchez Arreaza para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPÍTULO VI: FUERA DE LA RAZÓN Y LA LÓGICA.

Un año después, Helen me persuadió de acompañarla a la iglesia, accedí solo por su insistencia, estando en el templo, quede maravillado al verla cantar en el coro, se veía tan hermosa, su voz dulce y delicada, me causaba un estado de total armonía, pero no encontré mi lugar o no supe adaptarme a la congregación, asiste durante dos meses y luego no fui más, en cambio, ella, todos los hermanos la amaban y respetaban, era muy popular, además servirle a Dios le daba a mi hermana un sentido a su vida y mucha felicidad.

Mi decisión de no ir más a la iglesia, no le agrado mucho a Helen, pero mi determinación fue fuerte y a pesar de que trato muchas veces de convencerme, mi respuesta fue no, cosa que provoca cierto distanciamiento entre nosotros, llego el momento que no volvió a tratar el tema de la religión, claro está, ese tema no era un punto en común en la vida de los dos.

Después de mi experiencia religiosa, reflexione sobre la manera que veía a mi hermana, tal vez no era sano para mi vida, haberme encariñado como lo había hecho con Helen, tenía que aceptar que nuestros destinos estarían separados; pero cuando estaba a su lado, me sentía reconfortado y disfrutaba tanto acariciar su suave piel, cabello, su olor. Pero tal vez, eso estaba mal, meditaba sobre las palabras de Mackeni, tenía que hacer algo, comenzó a buscar a relacionarme con chicas de mi edad y a salir más con amigos.

Mi intento de dejar una vida casi de ermitaño, resultado en la apertura de un deseo natural por el sexo, con Rachel una compañera de clase, se abrió el universo del sexo, una tarde en un rincón del teatro se la segundaría, con 16 años era un adolescente promiscuo.

Estuve con Rachel varias veces, ella tenía 17 y con experiencia en el arte del amor, con todo eso, le fui infiel, me encontré en una búsqueda desesperada por encontrar una chica con la que pudiera vivir o sentir todo lo que sentía con Helen.

Después de varios intentos, el resultado fue un rotundo fracaso, preferí quedarme solo por un tiempo, la necesidad y todo el deseo de abrazar y tenerla entre mis brazos a mi hermana, creció.

Ella ya era toda una señorita, atrás había dejado su niñez para convertirse en el sueño de cualquier adolescente.

Un día nos quedamos solos en la casa, Helen cocinaba la cena para los dos, tenía un vestido corto tipo falda, su cabello bello y largo se meneaba de un lado otro, quede admirado de su belleza, mis ojos no podía dejar de verla, me acercaba a ella y como con un poder magnético me sentí atraído a recostarme sobre su espalda, la apreté con mis dos manos y le solté un beso largo sobre su cuello, en ese instante algo en mi cambio, un mal pensamiento paso por mi mente, mis hormonas se descontrolaron, ella se quedó quieta un momento, como si lo estuviera disfrutando, levantando su pierna colocándola en el mesón y con mi mano con un movimiento delicado acariciaba su muslo al mismo tiempo que paseaba mi boca por su cachete y oreja izquierda, podía oír como sus latidos se tornaron acelerados y su respiración más pronunciada, no hubo resistencia de su parte hasta que un sentido de la moralidad toco su conciencia.

—Suéltame Davis, no está bien— Dice Helen

—Que dices, solo quería darte un cariñito.

—Sabes no voy a discutir, mejor vamos a comer—Argumenta Helen

—No sé por qué tanto te incomodo con mi presencia.

—No eres tú, es tu forma de hacer las cosas— Expone Helen

—Que tiene de malo demostrarte cariñosamente mi aprecio.

—No me entiendes, podemos caer en pecado—Replico Helen

—El incesto no aplica para nosotros, no somos hermanos de sangre—dije con fuerte disgusto.

—Cómo puedes decir eso, para ti no soy tu hermana—Helen con los ojos lagrimosos.

—Claro que te quiero como mi hermana carajo.

Preferí dejar la conversación hasta allí y me alejé de ella, en mi interior estaba avergonzado por mi conducta, sus palabras me dolieron en el corazón, su desprecio era una tortura.

Cumplía sus 15 años, papá organizó una fiesta para celebrar el cumpleaños de Helen, no escatimó en los gastos, todo quedó muy bonito esa noche, acudieron muchas personas cercanas a la familia, cuando la vi, parecía una princesa con su lindo vestido, estaba asombrosamente hermosa, llego el momento de bailar el vals de quinceañera, al llegar mi turno, una sonrisa adornaba su rostro y sus ojos tenían un brillo especial, le hable al oído:"Tengo algo que decirte, pero aquí no puedo, te espero en el Sótano" Escucho atentamente y avanzando con la cabeza.

Baje para el sótano y allí la espere, espere unos minutos y llego al sitio de nuestro encuentro, al estar solos los dos, no sabía que decirle, solo la quería junto a mí, tome sus manos y dije: "Estás muy hermosa".

—Gracias, tú también te ves muy elegante (con una sonrisa)

Nos miramos fijamente, quede atrapado con su mirada, sin poder decir nada, hablamos el lenguaje del amor, lentamente nos acercamos una al otro, hasta rociar nuestros labios, como si de una telenovela se tratara, se rindió ante sus sentimientos y sin más dudas, me correspondió un largo y amoroso beso de su boca, no podíamos parar, hasta que fuimos interrumpidos, por alguien que la buscaba, así que la deje ir.

Después de lo ocurrido esa noche, pensé que tendría un trato más personal con Helen, sin embargo, estaba equivocado, fingió que nada de ese paso, me ignoraba y evitaba estar solas conmigo, lo cual me dejo muy desconcertado, por lo que termina molesto con ella.

Mamá se percató de que algo pasaba entre sus dos hijos, sin vacilar pregunto: que les pasa a ustedes, algunas veces parecen recién casados ​​y otras veces ni se pueden ni ver, tienen que cambiar esa aptitud infantil, aprovechen cada momento, porque no vivirán juntos por siempre

—Pasa que Davis es un poco torpe a veces— Le responde Helen

—Yo no soy torpe, es ella la que no entiende, finge demencia.

—Ok, es mejor que hablen las cosas— Demando Mamá

Tomamos en cuenta el consejo de mamá y en la noche conversamos a solas en mi habitación.

—Me metiste, me prometiste que no volvería a besarme

—Lo siento, pero tampoco te obliga, mírame a la cara y diez centavos que no te gusto.

—Si eres necio, no entiendes que eso no se puede hacer— Réplica Helen

—No lo creo, no hay ninguna maldad en besarnos

Se quedó sin argumentos en su intento de salir de la habitación, reaccioné rápidamente y la recosté sobre la pared y le dije: no te vayas, quédate un poco más por favor

—Está bien, pero suéltame

—De acuerdo

Cambiamos de tema y la noche se hizo tan agradable para ambos, encendí la TV, recostó su cabeza sobre mi pecho y luego minutos después cayó profundamente dormida, para mí era como un ángel, su figura delicada y su piel suave era lo mejor en la vida.

Despertamos más temprano que de costumbre, aunque no quería levantarme de la cama esa mañana, pensé, mamá pensaría mal si se enteraría de que dormí con Helen, abrió sus preciosos ojos, quedó algo confundida y me pregunto ¿qué paso?

—Estábamos viendo una película y entonces te quedaste dormido.

—6:00 de la mañana, muy temprano para mí (Helen)

—Casi siempre duermes hasta las 10 o 11 de la mañana porque te acuestas tarde.

—Pero dormí bien, tu cama es muy cómoda— Afirmo Helen

—Hace ya mucho tiempo no nos quedamos dormidos juntos.

—Si verdad (con una sonrisa), pero ya no somos unos niños y la gente puede pensar mal— Declara Helen

—Porque tienes tanto miedo al qué dirán

—No es eso, simplemente no sé ve bien, me tengo que ir para mi Habitación.

—Espera un momento, (le di un beso en el cachete) buenos días princesa

—Buenos días para ti también—Un beso en la frente.

—Podemos vernos aquí, cuando tengas un tiempo libre hoy—Le Propuse

—No lo sé, yo te aviso

—Bueno, sigue descansando, te quiero hermana.

—Gracias, yo también te quiero.

Ese día no compartimos, ni el siguiente tampoco, pero al tercero si, se volvió un hábito entre las 7 y las 10 de la noche, estar juntos, no importaba el contacto físico, tan solo con poder estar cerca de ella, me sentía tan feliz, a veces solo nos reuníamos para ver las redes sociales.

Un amigo de papá falleció, por lo que viajo con mi mamá y la pequeña Lisa para asistir al funeral, me quedaría en casa. Solo con Helen, quería una noche especial, busqué el libro de recetas de mamá, y me dispuse a sorprender a mi querida hermana.

Al final terminamos cocinando los dos, pero en el proceso de preparación de la cena, nos divertimos mucho y quedamos satisfechos, luego de cenar, limpiamos todo junto y me pregunto: ¿Y ahora qué hacemos? Tomé su mano y puse música Y le dije: te voy a enseñar a bailar salsa.

—Sí está bien.

No era un experto bailando, pero quería que pasáramos un rato agradable, pero dijo: "ya me rindo" quito la salsa y coloco música electrónica, se movía con sensualidad, no sabía esa cualidad suya, no quería más que seguir el ritmo, por último, bailamos una balada pop, ese fue un momento mágico, coloque mis manos en sus caderas y cerré mis ojos y solo disfrute el momento.

Ya cansados ​​de bailar, nos quedamos en la sala mirando series, pasadas las 11 de la noche, nuestros parpados se cerraban solos, le dije me voy a dormir, y ella contestó: "yo también".

Mi habitación quedaba primero que la de mi hermana, entonces le dije te acompaño a tu habitación, estando en la puerta, quiso despedirme allí, la tome de las piernas y la cargue hasta la cama, no sabía cómo decirme que me fuera, caí muerto del cansancio a su lado, los dos nos quedamos vencidos de sueño, un par de horas después me desperté, moría de frio, apenas me arropaba los pies una sábana, la miré y tenía una sábana y una cobija, me escabullí por debajo de todo lo que tenía encima hasta llegar a su frágil cuerpo y la abrace, mi corazón saltaba de emoción y sentí su calidad piel, se sintió tan a gusto que parecía una fantasía.

Amaneció y lo primero que vio mis ojos, fue su hermoso rostro, eran las 9 de la mañana cuando se despertó, puso cara de asombro.

—Ay no, que pasó— Pregunto Helen

—Nada, solo dormimos, no tienes que preocuparte será nuestro secreto.

—Si estoy de acuerdo contigo—Confirmo Helen

Nos quedamos unas horas más en la cama, se levantó a cepillarse, dejo la puerta del baño abierta, estaba algo inquieto, entre sin invitación, cuando cepillaba sus perfectos dientes.

—Voy a jugarme la boca

—Ya casi termino—Dice Helen

Con mi mano rocié agua sobre su cara y ella hizo lo mismo, me deje llevar por la emoción del jugueteo y la lleve a la regadera, los dos quedamos empapados, por inercia me quite la camisa, seguidamente el pantalón, hasta quedarme en bóxer, le dije: "Anda quítate la ropa"

—No como crees— Contesto Helen

—No tengas miedo.

Le fui quitando la ropa sin oposición de su parte, quedamos cada uno en ropa interior, agarra el jabón y lo pasé por todo su cuerpo y ella jabonó mi espalda y con el champú frotaba sus cabellos, serramos el agua y con la toalla seca cada centímetro de su piel, salí para vestirme en mi habitación.

Luego fui a la cocina para preparar algo de almuerzo, estando lista la comida, nos sentamos a almorzar.

—Te quedo muy buena la comida—Dijo Helen

—Gracias, que bueno que te guste.

—Estuvo mal lo que paso en el baño— Asegura Helen

— ¿Cómo así? ¿Te falte el respeto de alguna manera, te sentiste abusada de alguna forma?

—No, pero no son cosas que no hacen los hermanos— Réplica Helen

—Otra vez con eso, no hicimos nada malo, nos bañamos juntos nada más.

—Me viste semi desnuda y tocaste mis nalgas—Exclamo Helen

—No soy un morboso, todo fue intencional, un simple juego, además, yo nunca te obliga a nada.

—Sí, acepto que algunas veces he sido permisiva—Alega Helen

—Déjate de fingir, porque no puedes aceptar que disfrutaste aquel primer beso.

—Porque no está bien—Helen con un grito de enojo.

—No tienes que gritar, solo dime la verdad por favor.

—No quiero hablar más—Helen con voz temblorosa.

Papá llamo para avisar que llegarían un día más de lo previsto, debido que los vuelos estaban cancelados por el clima, pero la magia se acabó, Helen el resto del día no salió de su habitación, me sentí frustrado y triste, ninguno de los dos ceno esa noche, como un gesto de buena voluntad, le llevaré un poco de helado, solo dio las gracias y cerró la puerta.

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matenñz
soy el primero en leer esta historia
matenñz: es re lindoooo
matenñz: es re lindoooo
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