Derritiendo El Corazón De Un Mafioso

Narrado por Roby

Se que soy un maldito hombre frío y tosco, no se lo que es decir una palabra bonita, tal vez un cumplido ni siquiera me agradan los abrazos y esas cursilerías, pero desde que Angelina llegó a mi vida ha puesto mi cerebro a pensar más de lo que normalmente lo hago.

No sé desde cuándo me volví así, si con mis hermanos las risas, el cariño y los abrazos abundaban entre nosotros, tal vez yo mismo se la respuesta y uff obvio que la se pero prefiero seguir enterrando el pasado.

Mis hermanos tratan de comunicarse conmigo, mis padres, incluso mi sobrina Renata pero para ser sinceros no quiero remover esos sentimientos, mi mente y mi corazón se oponen firmemente, la única persona con la cual tengo contacto es con Aron White esposo de mí sobrina.

Y aquí voy conduciendo mi auto, quise está vez manejar yo para sentirme un poco libre y a mis anchas.

Me dirijo a una de las empresas de mis socios, realmente voy hacer una reunión no permitiré que se metan con Angi, investigue quienes eran los mocosos que se estaban metiendo con ella y resultaron ser hijitos de mis socios.

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...En la mansión Jhonson....

*Tío Santi por qué no vives aquí* pregunto Angelina mientras degustaba un poco del desayuno de frutas que le preparo la Nana (como le llama a la cocinera).

*No pequeña, tu eres la única que puede vivir con Olaf* dijo Santiago muerto de la risa.

*Quien es ese tío* pregunto Angelina seriamente

*Tendremos que tener días de cine, es un muñeco de nieve a diferencia que Olaf es divertido y tu papá es un ogro tan frío como la nieve* seguía Santiago riéndose.

*Y por cierto sabes a dónde fue* pregunto Angelina muy curiosa.

*La verdad que no, le pregunté a uno de sus hombres y me dijeron que salió en su auto con sus escoltas pero que no sabían a dónde iba* respondió Santiago encogiéndose de hombros.

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...Empresas SHANTELL, S.A...

Roby en su auto manejo hasta llegar a las empresas Shantell, bajo de él y se dirigió junto con sus hombres a uno de los ascensores privados, marcando el último piso y algo impaciente en el trascurso.

*Si alguno de ellos se pone bruto, quiero que inmediatamente los tomen y los lleven a la bodega* dijo Roby sin mirar a sus hombres

Las puertas del ascensor se abrieron y Roby salió dando pasos agigantados, cómo si estuviese poseído por el mismísimo demonio, sus ojos eran más oscuro de lo normal, saco un guante negro de cuero de su pantalón y se lo coloco en la mano derecha para abrir la puerta de la sala de juntas

Eran cuatro socios y por respeto y educación se levantaron para saludar cortésmente al gran Roby Jhonson.

*Buenas tardes caballeros* dijo Roby pasando por el lado de cada uno de los socios dejándolos con la mano extendida.

*Buenas tardes* respondieron al unísono, la preocupación era grande y el ambiente estaba tenso ya que esa era la actitud del mafioso y no del socio, ya habían aprendido a conocerlo un poco.

*Cómo ya sabrán no estoy aquí por negocios, estoy por algo personal* dijo Roby tomando asiento en el puesto de cabecera

*Jefe, digamos en que podemos serle útil* dijo uno de los hombres

*Realmente lo que me hizo concertar está reunión, es el descaro de ustedes cuatro* dijo Roby observando el guante puesto en su mano

*Jefe pero que hemos hecho si hemos seguido todo su parámetro* dijo el más viejo

*Ustedes cuatro, cada uno tiene un hijo en la primaria en el mejor colegio de la ciudad, pues resulta que mi hija Angelina Jhonson asiste a ese colegio y adivinen qué (dijo Roby viendo cómo las miradas de los hombres querían salirse de sus rostros), sus bastardos la están molestando.

*Señor disculpe aquí debe de haber un mal entendido* dijo uno de los hombres más jóvenes

*Me viste cara de que acuso sin pruebas* pregunto Roby  de manera retadora

*Nuestros hijos no son de esa clase de niños los cuales molestan a las niñas, ellos están formado de una manera muy estricta* empezaron a refutar

*Pues no me parece, así que comience la acción* dijo Roby con una sonrisa macabra

Un televisor se desplegó  a la misma vez que se encendía y mostraba un vídeo donde los hijos de los empresarios acosaban y maltrataba ah Angelina.

*Ahora, quien quiere morir primero* pregunto Roby con una gran sonrisa viéndolos a todo tragar grueso

*Señor pedimos unas sinceras disculpas* dijo el más anciano.

*Me vale mierda sus disculpas, inmediatamente enderezan a sus hijo, o los  retiran de allí, o simplemente vayan acostumbrándose a verse en la quiebra* dijo Roby levantándose de su asiento para dar vueltas en la mesa con pasos muy lentos

Roby parecía tiburón merodeando su presa, hasta que un fuerte quejido se escuchó en el espacio donde se daba la reunión, Jhonson había golpeado fuertemente en el rostro a uno de los empresarios

*Esto es para que no se les olvide que sus hijos deben tratar a mi Angi como una princesa, espero que halla quedado claro* dijo Roby mientras se acomodaba su saco y se quitaba el guante de su mano

*Espero volverlos a ver, pero en otras circunstancias* y sin más Roby salió de la empresa, alegrándose de que no se pusieran obtusos y acatarán su orden ya que si no lo hacían para el iba a ser tedioso torturarlos y matarlos.

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...Una semana después...

Ya era viernes y Angelina estaba más que feliz, pues no sabe que pasó que ahora los cuatro chicos que la molestaban más bien le ayudaban a cargar su maleta, un día el señor Leandro el chofer se tardó un poco en irla a buscar y los cuatro chicos parecían escoltas esperando a que se fuera sana y salva para luego ellos marcharse, aunque era extraña la actitud de eso cuatro ella estaba más que feliz.

Además había llegado la hora de viajar, su corazón palpitaba tan rápido que no sabía si se le saldría del pecho

*Lista Angi* pregunto Roby

*Si papá estoy lista y el tío* pregunto Angelina mientras arrastraba su maleta hacía afuera

*Nos está esperando en el hangar* dijo Roby

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...Italia – Sicilia...

*Donde esta la maldita de Ángela* preguntaba Stefano el hombre que la secuestro hace siete años

*Si amo* respondió Ángela cerrando sus manos en forma de puño.

*Quiero que te prepares, mañana en la noche iremos a una Gala, la estúpida que me iba ah acompañar se suicidó* dijo Stefano mientras calaba un puro.

*Si amo* dijo Angelina, que muy en el fondo su corazón María a mil por horas pues era la oportunidad perfecta para ella escapar.

*No quiero que hagas idioteces por qué si no, tu y tu maldita hermana no vivirán para contarlo* amenazó Stefano.