La Edad Del Amor

Marcela Molina tiene los audífonos puestos escuchando una de sus canciones favoritas, y olvidando un poco el lugar donde se encuentra canta en voz alta "You've shown me I have reasons

I should love myself oh oh"; abre los ojos cuando sienten que la están mirando.

- "Lo siento no soy una gran cantante, pero me gusta mucho esta canción y me emociono porque es como un himno para mí, creo que todos debemos amarnos a nosotros mismos, antes de intentar amar a alguien más", dijo Marcela.

- "Answer: Love Myself", expresó Edward.

- "Oh por Dios, conoces a los BTS", manifestó Marcela emocionada.

- "Hace años, cuando aún todo parecía más fácil, mi hermana la ponía una y otra vez; lo que hubiese dado porque pudiera seguir emocionada aún por eso", dijo Edward.

Eliana Safra su hermana menor, ahora es una mujer fuerte, valiente, decidida, y capaz de arrasar con el mundo, pero ha sufrido demasiado, quizás perdiendo años en que debió vivir la ilusión de la juventud, y Marcela sentada a su costado parecía tan brillante que hasta dolía mirarla.

- "Tal vez cambiamos con el tiempo, pero no creo que su amor por BTS se haya terminado", expresó Marcela con una sonrisa; la expresión de Edward no podía descifrarse.

Marcela iba a decir algo más, pero el mensaje del piloto indicando que pronto aterrizarían, la obligó a ponerse derecha y ponerse el cinturón de seguridad; además la tristeza se veía reflejada en el rostro del hombre de ojos azules, se dio pequeños golpecitos en la boca, siempre hablaba demás y no podía evitarlo.

Por otro lado, en Nueva York, unos golpes en la puerta de la habitación, despiertan a Estrella que del cansancio había sucumbido al sueño.

- "¿Puedo pasar?", preguntó Gustavo Romero, desde afuera.

Gustavo Romero es el exesposo de Estrella y padre de sus dos hijos, ha llegado a Nueva York, después de enterarse del intento de suicidio de Camila.

...Gustavo Romero...

- "Gustavo, pasa", dijo Estrella acercándose a la puerta.

La vio pálida y asustada, algo no muy común en ella, luego dirigió su mirada a la cama donde dormía Camila y se acercó a ella, le dio un beso en la frente; y miró las muñecas vendadas de su hija.

- "¿Qué fue lo que pasó?, ¿por qué hizo eso?", preguntó Gustavo. "Vine en el primer avión que encontré, no le dije nada a Alex, para no preocuparlo, su esposa está embarazada", agregó.

- "¿Eliana está embarazada?", preguntó Estrella.

- "Sí, vamos a ser abuelos", respondió Gustavo, invitando a Estrella a qué tomarán asiento. "Necesito respuestas sobre Camila, ¿las tienes?", cuestionó.

- "No sé cómo decirlo, en verdad, y es horrible; porque se supone que siempre tengo las respuestas, pero no pude ver lo que pasaba con ella; y...", respondió Estrella, no se había sentido así, desde que era joven, se suponía que la poderosa Estrella Portugal, podía con todo, y ahora su vida se había vuelto un caos.

- "Papá...", dijo Camila, con aparente debilidad.

- "Princesa", manifestó Gustavo acercándose a su hija. "Lo siento papá, lo siento mucho...", agregó con la voz quebrada.

- "¿Qué pasó mi niña?, ¿Por qué hiciste esto?", cuestionó Gustavo.

- "Quiero ir a vivir contigo, papá, por favor llévame contigo", dijo Camila, con mirada suplicante.

Camila sabía que Edward estaba regresando a su país, el mismo donde ahora vivía su padre; el plan que tenía era claro, mantener a su madre en Nueva York, sin posibilidades de seguir viendo a Edward, mientras que ella estando en el mismo país podría enamorarlo.

- "Camila antes de decidir si vienes conmigo o no, debo saber por qué te hiciste daño; hija te amo profundamente, pero no voy a seguir lo que tú digas, sin saber lo que te ocurre", manifestó Gustavo.

- "Pero papá...", replicó Camila, sintiendo que su plan podría arruinarse. "Parece que al igual que a mi mamá no te preocupa lo que siento".

- "¿Y qué sientes?, ¿por qué estás sufriendo?, ¿por qué tomaste una decisión tan radical?", insistió Gustavo en preguntar y Camila solo optó por llorar.

- "No está bien, ten paciencia, por favor, Gustavo", pidió Estrella.

- "Descansa Camila, pero no voy a tomar ninguna decisión sin antes saber lo que ocurre", dijo Gustavo, mirando a su hija.

Camila solo cerró los ojos, y siguió llorando; hasta que las lágrimas se acabaron y no tuvo más remedio que hacerse la dormida.

- "Creo que fuiste muy duro con ella", susurró Estrella.

- "Amo a mi hija, y pese a todos sus defectos, siempre ha sido una amante de la vida, por eso necesito respuestas, no solo puedo hacer lo que ella diga, para ayudarla realmente necesito saber lo que ocurre. ¿Tú lo sabes?", cuestionó Gustavo una vez más.

- "Se enamoró, pero él no le corresponde, y creo que no lo soportó", dijo Estrella.

A Gustavo le costaba asimilar lo que escuchaba, conocía a su hija, y que intentara matarse por amor, jamás se le hubiera cruzado por su cabeza, tal vez por el miedo, Estrella no estaba viendo el panorama, por eso mismo, pensaba que él no podía permitirse ser condescendiente, debía averiguar la verdad, para poder ayudar a su hija.