Par De Reyes

Zoe despertó nuevamente después de ese sueño, era tan húmedo y excitante, parecía tan real, sentía su cuerpo demasiado sensible y caliente, suspiró, los baños de agua fría dejaban de ser útiles, seguía acostada en la cama, boca arriba mirando el techo, su respiración estaba agitada, sentía su zona intima húmeda, sin pensarlo llevó una de sus manos hasta ese lugar, comenzó a tocarse sobre su pijama, soltó un sutil gemido, cerro sus ojos y aquellos pares de ojos azules era lo único que podía ver, sentía que ellos estaban ahí, llevó su mano desocupada a uno de sus senos y comenzó a masajearlo, la excitación crecía cada vez más en ella, sus dedos atravesaron la tela de su pijama, ahora sentía más el tacto en humedad, soltó otro gemido, no podía dejar de tocarse, imaginando que eran los dueños de esos preciosos ojos azules que la tocaban, sus gemidos eran más recurrentes.

- Oh, mierda…- Soltó jadeante.

- Que delicia ternurita-Escuchó las voces al unisonó de ellos, abrió sus ojos de sorpresa, esas voces habían sido tan reales y cercanas- Espera, no te vayas, ¿Dinos dónde estás? – Volvió a escucharlos, miró a los lados estaba en su recamará y sola, dio vuelta en la cama sin percatarse que estaba en la orilla y cayó al suelo.

- Ay mierda, dolió- Se quejó, mientras se tallaba su trasero que había recibido un terrible golpe, volvió a mirar a los lados, aquellas voces habían desaparecido, parecían tan reales.

- ¿Me estoy volviendo loca? - Se preguntó mientras se ponía de pie.

- ¡Si! ¡Arruinaste la diversión en el mejor momento! - Escuchó ahora una voz femenina gritarle, dio vueltas en su lugar buscando quien le llamaba, pero seguía totalmente sola.

- ¡Mamá! - Grito desesperada, mientras salía corriendo de la, recámara en búsqueda de su madre, estaba tan asustada, se volvía loca escuchando la voz de esa mujer, insultándola una y otra vez por haber arruinado el momento, llegó hasta la recamará de sus padres, los encontró en una posición algo comprometedora, su madre ahorcajadas sobre su padre. - ¡Ay, qué asco! - Grito saltando y girando en el mismo lugar. - ¿Por qué hacen esto tan temprano? - Se quejó mientras mantenía sus ojos cerrados.

- ¿Por qué no tocas antes de entrar? - Respondió su padre en tono sarcástico, Carol le dio un golpe en el pecho a Luka, se sentó a lado de él. – Ya puedes ver- Hablo su padre con diversión.

- Son unos pervertidos- Los señalo, su padre comenzó a reír- Como sea, mamá me estoy volviendo loca, escuchó voces – Corrió a ellos y se subió en la cama, colocándose en medio de ellos. – La voz de esa mujer me insulta y me dice mojigata, virgen tonta y aburrida, ay da miedo- Comenzó a hablar con desesperación, Carol suspiró entendía lo que le pasaba a su hija, Luka en cambio soltó una fuerte carcajada- ¡No te rías, papá! - le grito molesta, Luka comenzó a controlarse.

- Te gane, te dije que pensaría que se volvería loca cuando esto pasara- Hablo Luka mirando a Carol, ella frunció el ceño y le dio un golpe en su perfecto torso, él se quejó de dolor- Es tu loba- Dijo Luka un poco adolorido, Zoe lo miró confundida.

- La voz que escuchas es la de tu loba, ya te habíamos dicho que la obtendrías, bueno en teoría debía ser mañana, pero hay a veces que se adelanta – Le explicó Carol con una leve sonrisa, Zoe suspiró aliviada.

- ¿Qué hay de las otras voces? – Miro a sus padres de nuevo, Luka tomó seriedad- Escuche otras voces antes de la loca- Dijo, cerró sus ojos asustada al escuchar un insulto lejano de su loba.

- Se está volviendo loca- Dijo Luka mirando a Carol, ella le dio otro golpe en su perfecto torso- Tal vez sea un enlace- Respondió adolorido, suspiró y miró a su hija, no cualquiera podía activar un enlace, era especial, entre Alfas y Betas, entre parejas una vez que han completado el vínculo, las únicas capaces de hacer un enlace general eran la reina de reinas del Norte y las tres lobas de aquella antigua profecía.

- ¿Enlace? Algo así como ¿Telepatía? – Preguntó, su padre negó y asintió era algo similar así que la dejaría con esa idea.

- ¿Qué te decían? – Preguntó Caro algo preocupada.

- Que delicia ternurita- Dijo sin rodeos, su padre arqueo las cejas.

- ¿Pues qué carajos hacías, pervertida? – Preguntó divertido Luka, Zoe se puso roja al recordar que estaba haciendo en su recamará, justo cuando escuchó a esas voces varoniles.

-Luka- Lo regaño Carol, dándole otro golpe en el torso, Luka suspiró adolorido. - ¿Qué más te dijeron? – Preguntó Carol con seriedad, Zoe pensaba responder, pero dirigió la mirada a su padre, él levanto las cejas de manera divertida y con una sonrisa burlona.

- Dejémoslo en que estoy loca- Soltó tratando de verse despreocupada, se bajó de la cama- Sigan en lo suyo- Los señalo, Luka no pudo evitar y comenzó a reír.

- Tu también “Ternurita”- Se burló su padre, Zoe lo fulmino con la mirada y salió de la recamará avergonzada.

- Ponte serio, Luka- Hablo Carol molesta, Luka dejo de reír y su rostro se tornó serio, Carol suspiró- Me preocupa nuestra hija y sus posibles parejas- Le dijo mirándolo a los ojos.

- Lo sé, tengo mis sospechas, sabes que los lobos blancos son muy escasos, solo conocemos a dos lobas blancas y son ahora Reina suprema y Reina de Reinas del Norte- Hablo con seriedad, Carol suspiró. – Tranquila, si sus parejas resultan ser quienes pensamos, dudo que la rechacen, sus padres no los criaron de manera mezquina- Acarició la mejilla de su amada mate, cuando la conoció no era bien visto las parejas destinadas entre otras razas, pero eso a él no le importó, decidió unirse a ella a pesar de todo y escaparon al mundo de los humanos, donde fueron felices por mucho tiempo, ahora todo había cambiado, habían nuevas leyes, las parejas entre razas diferentes eran aceptadas, bueno había una en especial que no era aceptada del todo, pero hasta ahora no había ningún hombre lobo que tuviera como pareja destinada a su mayor enemigo por naturaleza.

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Zoe caminaba molesta por las calles de la manada, no dejaba de escuchar la voz de esa mujer, la regañaba y seguía llamando mojigata y arruina diversiones, suspiró, no pensaba que tener una loba fuera tan molesto, ni siquiera podía concentrarse en sus propios pensamientos.

- ¡Ya basta! - Grito molesta, todos se la quedaron viendo, ella se avergonzó y corrió para alejarse de la mirada de todos, llego hasta el lago y se sentó debajo de un árbol, se aseguró de estar sola, sin que nadie la escuchará- ¿Podemos hablar bien? – Preguntó, esperando que la voz de su loba respondiera.

- Claro, mojigata- Soltó molesta su loba, Zoe frunció el ceño.

- Me llamo Zoe, es corto y fácil de recordar, ¿Cuál es tu nombre? – Preguntó, pasaron unos segundos, pero no obtuvo respuesta.

- ¿Quieres ponerme uno? – Respondió después de unos largos minutos, Zoe sonrió y pensó por unos segundos.

- ¿Popis? - Sugirió divertida, su loba la insulto- Ok, que sea Kala – Dijo decidida.

- Me llamo Miya- Dijo su loba, Zoe suspiró con pesadez.

- Bien, Miya- Le dijo, para que le dijo que le pusiera un nombre si ya tenía uno. - ¿Sabes quienes son los dueños de esas voces de esta mañana? – Preguntó, Miya la insultó después de eso.

- Ni idea, pero, eran tan excitantes sus voces ¿No crees? – Respondió con picardía su loba, Zoe, sonrió, tenía razón esas voces eran muy excitantes.

- ¿Serán nuestras parejas? ¿Podemos tener dos parejas? ¿Cómo será el sexo? – Preguntó de nuevo, Miya gruño.

- Zoe, vámonos de aquí- Hablo Miya con seriedad- Hay algo del otro lado- Continúo, Zoe fijo su mirada del otro lado de lago, pero no veía nada, se puso de pie y trato de ver a través de los árboles.

De la nada un lobo de pelaje opaco y colmillos negros saltó al lago, Zoe abrió sus ojos de sorpresa, comenzó a retroceder, pero tropezó, sentía tanto miedo, recordaba su entrenamiento, pero ¿Cómo es que pelearía? Jamás antes había estado en una pelea, no tenía nada de experiencia, solo lo de los entrenamientos con Nicolás y su padre y solo tenía unos meses entrenando, el lobo comenzó a caminar hacia a ella de manera lenta, sus colmillos negros, más bien podridos los mostraba con ferocidad, caían saliva en cantidades exageradas.

- ¡Corre! - Le grito Miya, Zoe se puso de pie y trato de correr, pero tenía tanto miedo que no podía ni coordinar su cuerpo, cayó de nuevo al suelo, se giró y miro al lobo horrible, soltó un fuerte gruñido, no pudo evitarlo más sus lágrimas comenzaron a caer sobre sus mejillas, pensaba que su vida había llegado a su fin.

- Moriré virgen – Dijo con su voz entre cortada, el lobo saltó hacia a ella, Zoe se cubrió su cabeza con sus manos y cerró sus ojos con fuerza, pasaron unos segundos y no sintió nada de dolor, solo escuchó unos gruñidos y después el olor a la sangre.

Zoe comenzó a abrir los ojos lentamente, poco a poco empezó a tener la visibilidad de dos lobos blancos frente a ella, comenzó a recorrerlos desde los pies hasta la cabeza, eran muy grandes, más que aquel lobo que ya estaba muerto en el lago, sus ojos oscuros se encontraron con aquellos pares de ojos rojos como la sangre, suspiró, eran similares a los de su sueño, se empezó a poner de pie, los lobos se acercaron más a ella y la olfatearon después de unos segundos ronronearon.

Los dos lobos blancos comenzaron a tomar su forma humana a los ojos de a la hermosa chica que tenían en frente, sus ojos pasaron de ser rojos a ser azules, sus cabellos castaños oscuros estaban alborotados, tenían rostros iguales, su piel era levemente bronceada, sus brazos eran musculosos, no llegando a ser exagerados, su torso era perfecto, Zoe los miro detenidamente, eran idénticos de pies a cabeza, continúo bajando su mirada hasta centrarse en su entrepierna, suspiró, mordió su labio inferior estuvo así unos segundos hasta que levanto su mirada hacia ese par de rostros idénticos, ellos sonreían de oreja a oreja con orgullo.

 - ¡Ay mierda! ¡Están desnudos! - Grito dándoles la espalda, los gemelos se miraron confundidos, ella hace unos segundos no paraba de dejar de verlos, sobre todo en su entrepierna.

- ¿Cómo te llamas? – Preguntaron al mismo tiempo, se pusieron en frente de ella, Zoe abrió los ojos y nuevamente sus oscuros ojos recorrieron aquellos perfectos cuerpos, mordió su labio inferior sin poder evitarlo, los gemelos se miraron uno al otro y se encogieron de hombros por la mirada de la chica.

- ¡Joder! ¡Vístanse! – Cerro los ojos con fuerza y ahora uso sus manos para cubrirse, eran demasiado sexys que quería seguir mirando.

Los gemelos caminaron hacia el árbol que había cerca del lago, sabían que ahí encontrarían ropa para poder vestirse, encontraron un par de shorts y playeras, solo se pusieron los shorts oscuros, las playeras eran coloridas no les gustaban los colores así, dejando a la vista sus perfectos torsos.

- Listo- Hablo está vez Aiden, Zoe bajo sus manos y abrió solo un ojo, observo que aquel par solo tenían puesto unos shorts dejando esos perfectos torsos a la vista, suspiró.

- ¿Ya puedes decirnos tu nombre? – Preguntó ahora Bryan, Zoe abrió sus ojos por completo, miraba a aquel par, eran totalmente iguales, difícil de encontrar una diferencia entre ellos.

- ¿Por qué les diría mi nombre? Son unos desconocidos- Soltó ella cruzando los brazos.

- ¿Desconocidos? - Hablaron los gemelos al mismo tiempo y se miraron.

- Me llamo Aiden – Se presentó – Y él es mi hermano Bryan – Señalo a su hermano.

- ¿Y luego? - Cruzo los brazos Zoe, tratando de mirar directamente a los ojos a ese par, pero esos torsos eran demasiados tentadores.

- Dinos, tu nombre, ternurita- Hablaron de nuevo al mismo tiempo, Zoe abrió la boca de sorpresa por como la llamaron.

- Vuelvan a repetirlo- Dijo con asombro, quería escuchar nuevamente sus voces diciendo esa palabra.

- Dinos…-

- No, eso no- los interrumpió, los gemelos se miraron sin entender- lo de “Ternurita”-  Dijo con sus mejillas levemente sonrojadas, los gemelos sonrieron y asintieron, pero antes de decir esa palabra, llego un grupo de hombres.

- ¡Zoe! - Grito Nicolás, Zoe sonrió al verlo, los gemelos fruncieron el ceño. - ¿Estás bien? – Pregunto mirándola de pies a cabeza.

- Ah, sí, solo me asuste un poco- Respondió con su sonrisa, Nicolás suspiró aliviado.

- Bien, vamos- La tomó del brazo, con una leve sonrisa en su rostro.

Los gemelos al ver la forma en que Nicolás toco a esa chica, se acercaron de manera amenazante, ambos jalaron a Zoe a ellos de manera posesiva, Aiden aparto la mano de Nicolás de ella, mientras que Bryan lo empujo, haciendo que Nicolás cayera al suelo, Zoe miro con sorpresa, miro a sus lados, los gemelos estaban ahí, con una mirada amenazante hacía Nicolás, sus brazos rodeaban su pequeña cintura, se sentía tan pequeña estando en medio de ellos dos, aunque ella se consideraba alta, ese par eran mucho más altos.

- ¡No toques a nuestra pareja! – Amenazaron los gemelos al unisonó, su voz no era suave como cuando hablaron con ella, era intimidante y autoritaria.

- ¿Pareja? -  Soltó Zoe sin creer lo que había escuchado, miró a cada uno de los gemelos, eran idénticos, sus ojos azules se dirigieron a ella, suspiró, aquellas miradas intimidantes que le lanzaron a Nicolás, se suavizaron y sonrieron, se veían jodidamente sexys.

- Te encontramos- dijeron al unísono los gemelos, Zoe los miraba uno al otro, sin creer lo que estaba pasando.

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👑💕👑Queridos lectores, se espero disfruten esta nueva novela, recuerden que sus likes, comentarios y puntuaciones, son de ayuda para que la novela crezca en popularidad 💕💞 espero contar con su apoyo y sean pacientes con la publicación de capítulos, también se darán cuenta que habrán escenas demasiado candentes, gemelos y trillizos que podemos esperar???

Si la novela no es de su agrado pueden simplemente pasar de largo, eviten insultar y demás, cada quien tiene sus gustos y preferencias y tanto autores como lectores merecemos respeto 💞💕

Gracias a todos los que me siguen apoyando con mis novelas, espero no decepcionarlos con esta nueva obra 💕👑💞