NovelToon NovelToon
El Alfa Y Su Luna Prohibida

El Alfa Y Su Luna Prohibida

Status: En proceso
Genre:Hombre lobo / Brujas
Popularitas:10.4k
Nilai: 5
nombre de autor: @ngel@zul

Damián Blackwood, es un Alfa dominante que ha construido un imperio oculto entre humanos, jamás pensó que una simple empleada pondría en jaque su autocontrol. Isabella, con su espíritu desafiante, despierta en él un deseo prohibido… pero lo que comienza como una peligrosa atracción se convierte en una amenaza cuando descubre que ella es su compañera destinada. Una humana...
Bajo la sombra de antiguas profecías y oscuros secretos, sus destinos colisionan, desatando fuerzas que nadie podrá contener.

NovelToon tiene autorización de @ngel@zul para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

El Consejo de un amigo

La puerta se cerró con un leve chasquido, pero para Damián sonó como un disparo que partía en dos la mañana. Permaneció de pie detrás de su escritorio, con los brazos cruzados y la mirada fija en la nada, tratando de poner orden en el caos que Selene Montero había dejado tras de sí.

Él poderoso Alfa no comprendía ¿Qué demonios le pasaba con esa mujer?

Había trabajado con decenas de empleados brillantes. Había despedido a los incompetentes sin pestañear, elogiado a los audaces y premiado a los leales. Su instinto nunca le fallaba, y su autoridad era incuestionable.

Hasta que ella apareció.

Desde el primer día, su presencia lo había inquietado. No por lo evidente —su inteligencia, su capacidad, su temple, su belleza— sino por lo que no podía nombrar sin sentirse vulnerable. Había algo en su forma de mirarlo, de hablarle sin rodeos, que le tocaba una fibra que no sabía que algún día llegaría a tener expuesta.

La muchacha lo irritaba más de lo que pudiera hacerla cualquier otra persona o lobo. Cada palabra que le dirigía con esa firmeza desafiante le hacía hervir la sangre. Pero al mismo tiempo... le resultaba fascinante.

La recordaba con una claridad absurda. La forma en que sus labios se fruncían cuando pensaba. Cómo se enderezaba al hablar, como si se negara a ocupar menos espacio del que le correspondía. El aroma de su perfume, apenas perceptible, lo había seguido varias veces incluso después de que ella saliera de la oficina, como una trampa sensorial que lo dejaba intranquilo.

—¡Maldita sea! —murmuró, pasando una mano por su nuca cuando por su mente el pensamiento fugaz de que le gustaba la mujer lo sonsacó.

—¿Por qué ella? —se preguntó.

Él nunca había tenido pareja, al menos no una estable, se suponía que todos los hombres lobo al cumplir la mayoría de edad encontraban a sus parejas destinadas con las cuales establecían un vínculo irrompible, único, podría decirse que mágico. Pero ese no había sido su caso, y al pasar el tiempo y no encontrarla se resignó, y juró no dejarse llevar por nadie. Había construido muros, no solo como Alfa, sino como empresario. Comprendía por experiencias ajenas que el deseo desmedido era una distracción peligrosa, sobre todo cuando se entrelazaba con el respeto y la admiración.

Y sin embargo, ahí estaba.

Molesto, alterado... y absurdamente tentado.

La acusación de Selene le había dolido más de lo que admitía. ¿Había sido injusto con ella? ¿Había usado su poder para mantenerla a raya, solo porque no podía soportar lo que le hacía sentir?

"¿Y si le dijera que no tengo un problema con su trabajo, sino con... usted?"

Recordó sus propias palabras y se maldijo por haberlas dicho en voz alta. Había cruzado una línea. Y ella no solo no se había dejado intimidar, sino que le había devuelto el golpe con dignidad y temple.

Una sonrisa irónica apareció en sus labios.

La testaruda Montero.

No sabía qué iba a hacer con ella.

Pero lo que sí sabía... era que no iba a poder ignorarla.

Damián aún seguía junto a la ventana, con una copa de whisky en la mano —aunque aún no eran ni las once de la mañana— cuando escuchó la puerta abrirse sin previo aviso. No le era necesario adivinar quien era.

—No es buena idea entrar así a mi oficina —gruñó sin voltear.

—Por suerte soy yo, y no un periodista o un inspector de trabajo —respondió Marcus con una sonrisa ladina mientras cerraba la puerta tras de sí— ¿Sabés que se escuchó la mitad de tu discusión con Selene desde el pasillo, no?

Damián apretó la mandíbula. No dijo nada.

Marcus se dejó caer en uno de los sillones frente al escritorio y lo observó en silencio unos segundos, como si evaluara por dónde comenzar.

—Mirá, no suelo meterme en tus decisiones —comenzó con tono tranquilo— Eres el Alfa, el CEO, y el tipo con la peor reputación de paciencia que conozco. Pero con Selene… —hizo una pausa— estás siendo un completo idiota.

Damián giró lentamente, sin perder la compostura.

—¿Eso viniste a decirme?

—No, también vine a preguntarte por qué te estás disparando en el pie —añadió Marcus, recostándose más— Esa mujer es brillante. La propuesta que le rechazaste era exactamente la misma que te presentó Alán, y a él si le diste él visto bueno. No puedes decir que fue por estrategia.

—No me gusta su actitud desafiante —soltó Damián con cansancio.

—¿En serio? ¿Desde cuándo eso es un problema para ti? —replicó Marcus con una ceja alzada y su mente comenzó a trabajar incansablemente— A menos que lo que te moleste no sea su actitud... sino cómo te hace sentir.

El silencio que siguió fue denso.

—No tengo tiempo para tonterías, ella no me hace sentir nada más que irritación y molestia—murmuró Damián, aunque su voz ya no sonaba tan firme.

—No es una tontería. Tienes que cambiar tu enfoque con ella. No podés seguir rechazando todo lo que propone solo porque te saca de quicio. Eso no es liderazgo, es negación. Y créeme, te va a estallar en la cara si no haces algo.

Damián lo miró con el ceño fruncido. En otra circunstancia, lo habría mandado al diablo. Pero Marcus no solo era su mano derecha. Era su hermano de manada, su amigo más leal.

—¿Y qué proponés? ¿Que la invite a cenar y le pida disculpas con una copa de vino? —ironizó.

—Proponle una nueva reunión. Escuchala de verdad esta vez. Dale espacio para que hable sin sentir que la vas a derribar con una mirada. Muestrale que no eres un tirano con corbata —dijo Marcus, levantándose— O por lo menos... que sabés cuándo reconocer tus errores.

Damián bajó la vista al vaso aún lleno. Reflexionó en silencio.

—Voy a pensarlo —admitió finalmente.

—Eso ya es un milagro viniendo de ti —dijo Marcus, dándole una palmada en el hombro antes de irse— ¡Ah, y una última cosa!... no la subestimes. Selene Montero no es como los demás. Y si sigues jugando a ser el macho Alfa solo para ocultar que te importa... vas a perderla.

Cuando la puerta volvió a cerrarse, Damián se quedó solo. Pero esta vez, no con su orgullo. Sino con una idea rondando en su mente:

Tal vez, solo tal vez... Marcus tenía razón.

1
Felisa Catherine Potes Naranjo
selenio yo de usted hace rato me hubiera ido usted no dene demostrar nada usted es una mujer con los pies en la tierra que le pasa no deje que la duda la agobie saque ése instintos de que hay en las mujeres a lo último quédese sola para ver que pasa pero no se deje joder
Magdalena Tortorelli Limongi
mé gusta mucho la novela, pero se demora en publicarv
Melisuga
La situación con Gael me tiene en un pálpito. Solo espero que Damián se mantenga más alerta d
que de costumbre y no permita que le haga daño a Selene.
Melisuga
Y Damián es quien te va a liberar de todo. También se pondrá muy posesivo, pero será distinto y, sin lugar a dudas, totalmente amoroso y respetuoso.
Melisuga
Lo que siempre pasa. ¡Pobre chica!
Melisuga
Gael no entendió, ni va a entender. No le dijiste por lo claro "se acabó", y se va a escudar en eso. Pero, incluso si se lo hubieras dicho, igual no lo iba a aceptar.
Melisuga
Gael está sacando un lado tóxico que no me gusta. Y como se ponga medio pesado, a Damián no le va a temblar un pelo para librar a Selene.
Isabel Balbuena
hay Selene vaya que si nos equivocamos quien hubiera pensado que Gael será esa clase de persona
Isabel Balbuena
así es Damián protegerla vamos... no dejes que otro la apague y la trates mal
Isabel Balbuena
hay no que barbaridad entonces Gael no acepta ser rechazado y ahora está posesivo y tóxico... está bien lo que pasa Selene no te sientes cómoda pero el no debe actuar así por qué tienes razón no es sano
Diana M
lo bueno es que Damián anda vigilando en la distancia y no va a permitir que le pase algo malo a ella
Melisuga: Esa es nuestra tranquilidad como lectores.
total 1 replies
Diana M
una cosa e sqje no quiera aceptarla como subluna otra es que la humilde y la deje tan en mal delante de la gente
Diana M
pienso que Ya hubiera renunciado en otro lado valorarian su potencial
VásGa Nbeth
wow, las apariencias engañan ,ya me dio miedo Gael. no te dejes selene ojalá y Damian si la ande vigilando.
Isabel Balbuena
después de esto creo que la brecha que había se hará más grande y creo Selene será mejor que le digas a Gael que es mejor terminar por qué no lo merece.... aunque no es tu culpa tu estabas también con el pero los impulsos de Damián te hicieron dudar de todo lo que en verdad sientes
Isabel Balbuena
ya Damián déjala en paz... ya no la atormentes más.... bastante tiene con el beso que le diste y con lo mal que la tratas laboralmente así que déjala que sea feliz con Gael eso querías ya. lo tienes ya no la confundas más
Isabel Balbuena
hay Selene ya basta... ponle un alto por favor yo creo que aunque sea la mejor empresa lo es justo que no te valoren y sobre todo tu trabajo... ya mándalo a la chin
Isabel Balbuena
esto está cada vez más tenso para ambos y cada vez sus mentes son un lio
Arianny Rodriguez: Para ellos y también para nosotros. Me desespera Damián, no quiere que esté con el, pero tampoco con otro. Cada vez más lento.🙄
total 1 replies
Melisuga
Supera mis expectativas cada capítulo. Creo que Selene debe acabar de decirle a Gael que no pueden seguir juntos porque no vibran en la misma tesitura. Es difícil pero él merece sinceridad y honestidad porque es lo que ha brindado, con creces.
VásGa Nbeth
Me encanta tu humor Marcos. 😊
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play