Huyendo

Al verla en el piso algo en mi se removió, verla tan indefensa allí para mí era terrible, así que intenté levantarla para llevarla a su habitación y nada, no podía de pronto escuché un murmullo y sentí un golpe fuerte en mi rostro.

Esa mujer me había golpeado y a tal punto que me dejó atontada, caí al piso y empecé a sentir que me golpeaban, a la vez que la escuchaba gritarme un montón de indultos y acusaciones, yo trataba de cubrir mi rostro y mi cabeza para evitar cualquier mal golpe.

No se cuanto tiempo estuve así, hasta que los golpes cesaron como resultado de una voz varonil que se escuchó en la puerta de la cocina.

-¿Qué diablos crees que estás haciendo? – pude sentir sus manos mientras me ayudaba a levantar, pero me sentía aturdida.

-No me digas que vas a defender a esa mujer, es otra de las que has metido en esta casa a vigilarme o es una de tus tantas amantes – ella gritaba histérica y yo estaba como en shock no entendía nada de lo que sucedía

-Te dije que te quedaras con Estefan, que no lo dejarás solo, anda a su habitación y cierra la puerta – su voz para hablar conmigo cambió totalmente haciéndose más suave

Yo la volteé a verla y en su cara solo podía ver odio, pero no entiendo porque yo no he hecho nada, solo soy una empleada y él me ha tratado como tal en los pocos días que he estado aquí, así que sin pensarlo le hice caso y fui a mi habitación, al llegar lo que hice fue solo llorar, ¿en qué lugar me había metido? Mi vida era perfecta y me gustaba, ahora recibo humillaciones y golpes de una alcohólica y me siento tan sola, que lo único que hago es llorar hasta quedarme dormida.

A la mañana siguiente me duele todo el cuerpo y al parecer los dos niños se ponen de acuerdo para  despertarse a la vez, no me quiero levantar pero saco fuerzas de donde no tengo y lo hago, voy al baño con ellos nos aseamos juntos para luego vestirme y vestirlos.

Mientras estuve en el baño pude notar que tenía un morado en el rostro y si no necesitara tanto este empleo, juro que me hubiera ido anoche mismo, pero veo a mi pequeña y es la que me da fuerza para seguir adelante, llevo a los niños a la cocina para alimentarlos y puedo notar que todos me miran y susurran.

-Al parecer conoció a la otra personalidad de la señora Samira – me dice Martha quien es la cocinera, se me acerca dándome un café y una compresa fría para que me la coloque en el rostro

Unas cuantas lágrimas comienzan a rodar por mi rostro y en ese momento entra a la cocina el señor Estefan tan serio como siempre.

-Martha, Bertha por favor atiendan a los niños que necesito hablar con la niñera un momento, a solas – ellas asienten y yo me voy detrás de él

Entramos al despacho y me siento terriblemente mal tanto física como espiritualmente, el se sienta en su escritorio y yo lo hago en una de las sillas que están frente a él, no me atrevo a mirarlo a la cara, siento que esta conversación no traerá nada bueno, era demasiado bueno para ser verdad, yo tenía la negatividad a flor de piel.

-¿Cómo se siente? – preguntó

-Como me veo, terriblemente mal – no podía contener las lagrimas que comenzaron a caer, yo no soy de llorar por cualquier cosa pero todo esto me estaba superando

-La traje para pedirle disculpas por lo que sucedió ayer con mi esposa y para pedirle, no para suplicarle que por favor no se vaya, mi hijo ha tenido con usted ese… no sé cómo decirlo feeling que no ha tenido con nadie más y no hay niñera en este país que quiera trabajar con nosotros, usted es mi última opción, de verdad le juro que ella no se volverá a meter con usted – no puede ser, yo esperaba todo lo contrario que me despidiera o que me reclamara por estar fuera de mi habitación en la noche

-No sé qué decirle – era la verdad, tampoco quería que supiera que no tenía a donde ir

-Solo dígame que no me va a dejar el niño solo, yo soy capaz de aumentarle el sueldo, pero no nos deje, si quiere la llevo inmediatamente a la clínica a que la revisen, se lo difícil que es lidiar con mi esposa – se notaba la preocupación en su rostro

-Yo me voy a quedar por esta vez y si esto vuelve a suceder voy a tomar a mi hija para irme inmediatamente de este lugar –

-No se preocupe, la entiendo y no volverá a pasar, le pido mil disculpas y le agradezco de corazón que se quede cuidando a mi hijo, por cosas como esa es que no quiero que mi Estefan esté a solas con ella – ahora entendía todo

Me levante para irme y él se levantó, pensé que para abrirme la puerta y de pronto se acercó a mi quitándome la compresa que tenía en el rostro, por lo que pudo notar el morado que tenía en el rostro, su mirada se oscureció y se notaba la ira brotar de su cuerpo.

-Esto no se volverá a repetir, tiene mi palabra – me dijo

Salí del despacho y fui a buscar a los niños, ya habían desayunado y me dirigí al patio, por primera vez bertha me trató bien y no me miró por encima del hombro, las dos mujeres me dijeron que desayunara antes de atender a los niños y eso hice.

Luego de comer fui con ellos al patio y desde lejos pude ver al señor con su esposa discutiendo, estaban en su habitación por lo que donde estábamos no se escuchaba lo que hablaban, pero por los gestos se notaba que la conversación estaba subiendo de nivel, por lo que era mejor quedarme en el patio con los niños.