NovelToon NovelToon
Amor Sin Límites

Amor Sin Límites

Status: Terminada
Genre:CEO / Cambio de Imagen / Mujer despreciada / Amante arrepentido / Completas
Popularitas:35
Nilai: 5
nombre de autor: Edna Garcia

A los cincuenta años, Simone Lins creía que el amor y los sueños habían quedado en el pasado. Pero un reencuentro inesperado con Roger Martins, el hombre que marcó su juventud, despierta sentimientos que el tiempo jamás logró borrar.

Entre secretos, perdón y descubrimientos, Simone renace —y el destino le demuestra que nunca es tarde para amar.
Años después, ya con cincuenta y cinco, vive el mayor milagro de su vida: la maternidad.

Un romance emocionante sobre nuevos comienzos, fe y un amor que trasciende el tiempo — Amor Sin Límites.

NovelToon tiene autorización de Edna Garcia para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 15

El silencio que flotaba entre Roger y Simone parecía gritar.

Ella mantenía la mirada baja, intentando controlar el torrente de emociones que la invadía.

Roger, por otro lado, la observaba con una mezcla de ternura y dolor — como quien finalmente encuentra aquello que buscó toda la vida, pero demasiado tarde.

Él respiró hondo y rompió el silencio:

— Simone… necesito contarte lo que realmente sucedió. Mereces saber la verdad, aunque ya sea demasiado tarde.

Ella levantó los ojos, desconfiada, pero curiosa.

— ¿Verdad? ¿Después de tantos años, Roger? ¿Qué más podría justificar tu desaparición?

Roger se acercó despacio, las manos cruzadas en la espalda, y comenzó a hablar con la voz ronca de emoción.

— Me fui porque no tenía nada para ofrecerte, Simone. Te amaba, más que a mí mismo, pero… no tenía dinero, ni estabilidad. Tu padre dejaba bien claro lo mucho que me despreciaba.

Él hizo una pausa, los ojos aguados.

— No quería perderte. Entonces me prometí a mí mismo que volvería un hombre digno de ti. Pasé meses intentando conseguir un empleo mejor, durmiendo en pensiones baratas, comiendo lo que daba. Fueron diez meses, Simone… diez largos meses.

Ella lo escuchaba en silencio, sintiendo el corazón oprimirse.

— Y cuando conseguí finalmente un buen empleo — continuó él, — compré un anillo de compromiso. Yo solo pensaba en ti. Volví para pedirte matrimonio, para llevarte conmigo. Pero cuando llegué… — la voz falló — ya estabas casada.

Las palabras cortaron el aire como láminas.

Simone dio un paso hacia atrás, como si aquello la hiriera.

— Casada… — repitió, en un susurro. — ¿Y qué esperabas, Roger? ¿Que te esperara para siempre? ¡Nunca llamaste, nunca escribiste! ¡Ni una carta, ni un mensaje, nada! Pensé que te habías olvidado de mí.

Roger pasó la mano por su cabello, en un gesto de desesperación contenida.

— Lo intenté, Simone. Juro por todo lo que hay de más sagrado, lo intenté. Llamé decenas de veces al número de tu casa, pero siempre daba “inexistente”. Pensé que se habían mudado.

Él dio un paso en dirección a ella, la voz firme, pero embargada.

— Y las cartas… escribí varias. Una por semana, durante meses. Cada una con más añoranza que la anterior. Colocaba en ellas todo lo que sentía, todo lo que soñaba con nosotros.

Cerró los ojos y murmuró:

— Y nunca recibí respuesta. Ninguna.

Simone llevó la mano al pecho, sintiendo un escalofrío.

— ¿Cartas? — susurró. — Nunca recibí nada, Roger. Ninguna.

Por un instante, los dos quedaron en silencio, solo mirándose, intentando comprender.

Entonces, como si una pieza del rompecabezas finalmente encajara, Simone recordó.

— Mi padre… — murmuró, con la voz temblorosa. — Papá cambió el número de teléfono en aquella época. Lo recuerdo. Dijo que era por causa de “llamadas indebidas”. Ni siquiera sospeché que pudieras ser tú.

Roger la miró, atónito.

— ¿Él… cambió el número?

Simone asintió lentamente, lágrimas escurriendo por su rostro.

— Sí… y ahora me pregunto si él también no escondió las cartas.

— Luiz… que descanse en un buen lugar. — Roger dijo el nombre con amargura. — Él me odiaba. Creía que yo no era más que un soñador sin futuro. Un día, él me dijo que prefería verte muerta antes que casada conmigo.

Simone llevó las manos a la boca, impactada.

— Dios mío… no lo sabía.

— Pues fue eso lo que me destruyó, Simone. — Él se acercó un poco más, la voz embargada. — Pensé que te habías olvidado de mí, que habías seguido adelante. Entonces intenté hacer lo mismo. Pero cada conquista, cada victoria… era vacía sin ti.

Me entregué al trabajo, para aminorar mi dolor, la desesperación de tener que seguir sin ti.

Hoy conseguí construir un imperio, pero nada de eso vale la pena si no te tengo.

Ella se sentó en el sofá de la sala, sin fuerzas.

— Y yo… pensé que me habías abandonado. Me casé intentando llenar un vacío que nunca se llenó.

Roger se arrodilló delante de ella, tomando suavemente sus manos.

— El destino fue cruel con nosotros, Simone. Separó dos corazones que querían solo amarse.

Ella lo miró, y por un instante, el tiempo volvió.

Era como si estuvieran nuevamente en el jardín de su casa, bajo la puesta de sol, soñando con el futuro que les fue arrebatado.

— Nunca dejé de amarte — confesó él, con la voz baja, sincera.

Simone cerró los ojos, dejando las lágrimas caer libremente.

— Yo tampoco, Roger… solo aprendí a esconderlo.

El silencio volvió, pero esta vez era diferente.

No había más odio ni rencor, solo la dolorosa certeza de que el amor entre ellos nunca murió — solo se adormeció, esperando el momento cierto para despertar.

1
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play