EL CHICO DE LOS OJOS GRISES

SEBASTIÁN

Después de un largo de trabajo, voy por la respuesta de Natalia,

--- Hola, que piensas de mi invitación--- dije

--- No puedo, tengo muchas cosas que hacer --- dijo mientras acomodaba sus cosas en su bolso. Sentí como mis ilusiones se iban a la basura, ella debía de tener algún novio, nadie me había rechazado como ella lo está haciendo.

--- Bueno, quizá otro día--- dije

--- Tal vez, mañana nos vemos--- dijo, dejándome con una sonrisa de idiota, le pedí a Juan que la investigará, tenía que saber todo de ella.

Como todos los días anteriores subo al camión, ella sube una cuadra después, le hablo para que se siente a mi lado, y al pasar un tipo le da una nalgada y le dice: " Que rica mamita, yo te puedo dar", me levanto enojado y le doy un puñetazo gritando: --- A NINGÚNA MUJER SE LE TRATA ASI IDIOTA ---, el camión se detiene he interfieren los policías y nos llevan detenidos, ella nos acompaña, tiene que rendir su declaración, le llamo a Vanessa para que me saque de este lío, sin que Natalia se de cuenta de quién soy, en cuestión de minutos salgo, Vanessa es una excelente abogada, Natalia corre a mis brazos:

--- gracias por lo que hiciste por mí, no quería meterte en problemas, además te van a sancionar en el trabajo por mi culpa, no debiste--- dice mientras suelta el agarré del abrazo.

NATALIA

Sentí horrible, cuando ese tipo me tocó, me sentí tan humillada, al ver la reacción de Sebastián me sentí como una princesa siendo rescatada por un príncipe, lo malo es que lo llevan a la delegación y yo también lo tengo que hacer. Muy pronto llega su abogada es una chica muy guapa, el le da una gran sonrisa y abrazo en cuestión de minutos salé, no puedo evitar sentir esos celos, por instinto lo abrazo, estaba a punto de besarlo pero reprimi ese deseo, yo no me puedo enamorar, me aparto de el, pero el vuelve a tomar mi mano y dice:

--- Me debes una cena. ---, no se cómo puede estar tan tranquilo en este momento.

--- Te llevo a casa, debes de estar cansada--- volvió a decir.

--- Pero como me llevarás, no tienes auto--- dije en tono de burla.

--- Mi abogada nos llevará. --- dijo,

--- No, como crees--- volvió a tomar mi mano y me subió a su auto, debía ser costoso, me hizo pensar que ellos tenían una relación cercana hablaban con mucha confianza.

--- Mañana vendré por ti, no quiero que se repita lo de la mañana, no te puedes exponer así--- dijo mientras sonríe, esa sonrisa me derrite, no puedo creer lo que estoy sintiendo, cada vez que lo veo siento miles de mariposas en el estómago, sus ojos grises, no salen de mi cabeza. Olvidaba no avise en el trabajo posiblemente ya esté despedida, no puedo perder el trabajo, el seguro médico es muy bueno mi abuelita tiene sus medicamentos seguros y la pagá también es buena, en unos meses podré seguir estudiando.