Primo Caliente

...MAX...

Me llamo Max, soy un moreno alto con más de 1,80 con cabello negro y un cuerpo tonificado, claro que con mucho gimnasio, digamos que soy muy popular entre las mujeres, tengo mi encanto.

Hace unos 6 años vine a vivir a Estados Unidos, a la ciudad de Cambridge, vine a estudiar derecho en Harvard, obtuve una beca de estudios del 50% a tiempo completo.

Cuando vine de São Paulo todavía era un flacucho, pero siempre guapo por cierto, pero con el paso de los años cambié mucho, hablo de la apariencia, porque en la personalidad sigo siendo el mismo, creo que si algún amigo mío de Brasil me viera, creo que no me reconocería.

Cuando llegué conocí a David, mi compañero de dormitorio y mejor amigo, él también estudió derecho conmigo, terminamos la carrera más o menos un año después, ahora actualmente vivo en un apartamento que también comparto con David, él es de una familia importante aquí en la ciudad, pero no quiso vivir solo después de terminar la universidad.

Su padre es un importante y reconocido abogado aquí en Cambridge, David y yo hicimos nuestra pasantía en su bufete de abogados.

Hoy somos abogados formados e importantes.

David y yo estamos montando nuestro propio bufete de abogados en São Paulo, ya está todo listo, la semana que viene nos vamos para casa, estoy deseando llegar y ver a toda la familia, ya le avisé a mi madre que vuelvo, también hablé con la abuela, todos me esperan, solo no pude hablar con la tía Eduarda y mi primita Liz, que ahora debe ser toda una mujer, cuando me fui todavía era una niña.

Y como la vida no es solo trabajo hoy es sábado, vamos a salir a relajarnos y a ligar con algunas chicas.

Ya son las 8:00 horas, termino de arreglarme y le grito a David

Max - ¿Qué pasa, hermano? vamos ya, las gatitas me están esperando -digo riéndome a carcajadas.

Nota: Aquí en Cambridge soy conocido como un mujeriego.

David - Esperándonos, tú quieres decir ¿no?

Max - Vámonos, hoy voy a divertirme - fuimos a un bar muy conocido por aquí, llegamos allí y nuestro amigo Bruno viene hacia nosotros y dice

Por fin llegaron las damiselas.

Dice burlándose de nosotros.

Entremos de una vez, estoy deseando encontrar una presa jajaja.

David - Habló el conquistador.

Max - ¿Qué culpa tengo yo de que no se resistan a mis encantos?

Bruno - Entremos de una vez que quiero beber.

Entramos y nos fuimos al bar, empezamos a beber y un rato después, por el rabillo del ojo, veo a una hermosa rubia de cabello largo, con un cuerpo divino, le dedico una sonrisa pícara, enseguida demuestra que está interesada.

Ahí sí, papá, me fue bien.

Chicos, voy a dar una vuelta -les digo a los dos y voy hacia la mujer que se está insinuando toda para mí.

Hola linda, ¿necesitas compañía? -digo dedicándole mi mejor sonrisa de mujeriego.

Carla - Si es tu compañía, claro que sí, gatito, me llamo Carla ¿y tú?

Max - Me llamo Max, linda - la invito a tomar unos tragos y el tiempo pasa y enseguida la invito a bailar y ella acepta.

Bailamos mucho, todo el tiempo abrazando a esa mujer, qué delicia, no podía más del deseo y la invito a ir a mi apartamento.

Max - Linda, ¿qué te parece si vamos a un lugar más privado? -digo tomándola por la nuca y dándole un beso de quitar el aliento.

Carla - Solo si es ahora mismo, gatito.

Les hago una señal a los chicos de que me voy.

Llegamos y la puse contra la pared, mordiendo su cuello, su oreja, la siento estremecerse, adoro el efecto que tengo en las mujeres.

Empiezo a besarla y ella salta a mi cintura y la llevo hacia mi habitación, la tiro a la cama y empiezo a desnudarme delante de ella, ella hace lo mismo con su ropa, completamente desnudos, voy hacia ella.

Max - Qué pechos tan bonitos, deliciosa 😋🤤

Me abalanzo sobre uno de ellos, y joder, gime como una p, mi p está como una piedra, loco por entrar en ella, no puedo aguantar más, abro un cajón al lado de la cama, cojo un preservativo y me lo pongo rápidamente.

Entré en ella de una sola vez, joder, una delicia, grita de placer.

Le doy varias embestidas y le pido que se ponga a cuatro patas para mí, ella obedece al instante, así es como me gusta.

La agarro del pelo y entro sin avisar, empieza a gemir.

Ahh, hummm, más por favor Max, más.

Dice ella sedienta de más.

Sin piedad, empiezo las embestidas con mucha fuerza, le agarro el pelo con una mano y con la otra acaricio su clítoris, empieza a retorcerse y la meto más profundo, más rápido.

Córrete para mí, deliciosa, córrete.

Se corre fuerte en mi p***.

Me bajo de la cama y me quito el preservativo.

En el transcurso de la madrugada, tuvimos dos rondas más de mucho placer y mucha salvajez, como a mí me gusta.

Después de terminar, me doy un buen baño, después me acuesto en la cama y me duermo.