Odet y Dafne se conocen desde niñas, siempre fueron amigas hasta que cada una tomó su camino. Después de muchos años volvieron a encontrarse. Esta es una historia basada en hechos reales, los nombres y los personajes fueron creados para dar vida a esta historia. No todo lo que se escribe pasó de verdad. Sin embargo, algunas cosas sí pasaron.
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Andrés, un bebé prematuro
La mayoría de los compañeros de Odette ya sabían que Juan Cleofas era novio de Rosa.
Y aunque pareciera extraño, pronto Lourdes acaparó su atención. No había un solo día en que no se les viera platicando.
A Odette se le hacía raro que Juan Cleofas platicara más con Lourdes que con su novia, Rosa.
Después de varios días supieron que Juan Cleofas había terminado con Rosa por andar con Lourdes.
Todos tacharon a Lourdes de una pronta y de mala amiga al haberle "bajado" el novio a su querida amiga; según ella eran las mejores amigas.
Obvio, después de eso Rosa no quiso volver a saber más de Lourdes ni de su exnovio. A solas lloraba su frustración.
A Lourdes poco le importaban las habladurías de sus compañeros, total no le hablaba a ninguno.
Leo como le llamaba Odette dejó de hablarle porque Lourdes así se lo pidió.
Por mí no te preocupes tú sigue tu relación. Lo único que te digo es que Rosa está sufriendo mucho.
Lo siento, no pude evitarlo me enamoré de Lourdes, ¿qué quieres que haga?
Pues sí, pero empezaste a andar con Lourdes cuando todavía andabas con Rosa, hubieras terminado primero con ella, ¿no crees?
Ni modo, lo hecho, hecho está. Y no me importa lo que piensen todos, amo a Lourdes y ella me ama a mí. Esta es la última vez que platicamos, Lourdes ya no quiere que te hable.
Está bien, no pasa nada sé feliz, Odette se fue rumbo a su oficina, su hora de comida había terminado.
Las excompañeras de Odette hablaban muy mal de Lourdes, decían que era una desgraciada, zorra y todo lo que se les ocurría por haberle bajado al novio a su mejor amiga.
Yo no puedo creer que esas cosas aún sucedan, ella se decía la mejor amiga de Rosa y no se ha tentado el corazón para arrebatarle a su novio, con esas amigas para qué quiero enemigas, fue el comentario de Rosario.
Sí, yo opino lo mismo que tú, dijo Bertha, por eso no es bueno presentarle los novios a las amigas.
Bueno, también depende qué clase de amigas tengas, dijo Rosario finalizando la conversación. Me voy a mi lugar de trabajo, el supervisor ya me está echando unos ojos.
Jajaja, ándale pues.
Azael ya estaba esperando a Odette fuera de la fábrica. Como siempre, Martha se le adelantó a Odette y se puso a platicar con él ahí afuera.
Oye, yo no sé qué le ves Odette es muy antipática y sosa.
Eso dices tú porque eres mujer, pero yo la veo fantástica. Es el amor de mi vida, dijo Azael con la cara transformada por el amor.
Ay, eres bien cursi. Mira, ahí viene tu peor es nada, dijo Martha con toda la mala intención del mundo.
Odette fulminó con la mirada a Martha y se fue con Azael tomándolo del brazo.
Amor, por favor, no quiero que me esperes afuera y platiques con Martha. La próxima vez me esperas en otro lado.
¿Qué te pasa con ella?, se porta bien conmigo, es muy atenta.
Ella no es buena, le encanta que los hombres la admiren.
¿Acaso estás celosa?
Por supuesto que no, ella y yo no somos amigas. Solo quiere meterse entre los dos.
Mi amor, no veas tantas novelas, mira cómo te afecta, pero si tú quieres te espero en otro lado.
Sí, amor, será lo mejor, pero yo no veo novelas.
Bueno, dejemos este tema por la paz. ¿Te parece bien si vamos a comer algo? Yo invito.
Claro que tú invitas, nomás faltaba que también quieras que te pague la comida, jajaja.
Ay, mi amor, no seas coda, jajaja.
No es eso, simplemente, que no me han pagado aún.
Está bien, ahí te encargo para la próxima.
A partir de esos días, Azael la esperó en otro lado convenido por ambos.
La tranquilidad había vuelto a Odette, sabía que Martha era una mujer poco confiable. Le encantaba andar muy apretada y que los hombres la admiraran.
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San Luis Potosí, varias semanas después...
El embarazo de Dafne se adelantó, ya no se podía detener, el bebé ya quería nacer.
El doctor hizo lo posible porque el bebé naciera lo mejor posible.
Dafne entró en labor, tanto el doctor como dos enfermeras atendían a la parturienta.
Vamos, puje, usted puede. A la cuenta de tres; uno, dos, tres, ¡puje!
Otra vez, uno, dos, tres, ¡puje fuerte!
Dafne no aguantaba más se sentía desfallecer, pero tenía que lograr salvar a su hijo.
La tercera va la vencida.
En eso, Dafne pujó tan fuerte que logró que el bebé viera la luz por primera vez.
Al instante empezó a llorar.
Vaya, vaya, muchas felicidades, tiene usted un hermoso varón. Aparentemente, nació muy sano, pero tenemos que hacerle algunos estudios para comprobar que todo marche bien.
Sí, doctor, haga lo que crea conveniente.
El bebé como fue prematuro se quedó en la incubadora por 15 días.
El doctor habló con Dafne acerca de los estudios que le habían hecho al bebé.
Su bebé está en perfecto estado, usted no debe preocuparse. De todos modos cualquier cosa que vea anormal venga inmediatamente. Por lo pronto, ya se puede llevar a su hijo.
Jeremías ayudó a su esposa a subir al coche junto con el bebé.
Gracias, amor, nuestro bebé está muy bonito y, ¿qué nombre le vamos a poner?
Pues yo pienso que sería bueno que se llamara Andrés, no sé tú qué opinas.
Me gusta, está bien, que se llame Andrés.
Varios días después el niño fue registrado y bautizado.
Durante ese tiempo el niño no daba señales de enfermedad alguna se veía perfectamente sano.
Jeremías se partía el lomo para que no le faltara nada a su familia, tenía un buen trabajo y ganaba bastante bien para tener algunas comodidades y ciertos lujos. Además de tener una casa muy hermosa.
La vida les sonreía, tenían todo lo que necesitaban. Dafne se operó para ya no tener más niños. A su corta edad se le hacía muy difícil embarazarse otra vez.
Jeremías estuvo de acuerdo, antes que nada quería proteger a su esposa. Además, dos niños eran suficientes.
A Abraham no lo pudieron operar, ya que estaba muy chiquito para dicha operación que era muy riesgosa y el doctor decidió esperar algunos años a que el bebé estuviera más grande.
El doctor le dio una serie de recomendaciones para mantener el equilibrio en la salud de Abraham. Los debía seguir al pie de la letra.
