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La Campesina Y El CEO

La Campesina Y El CEO

Status: Terminada
Genre:Equilibrio De Poder / Traiciones y engaños / Amor Campestre / Completas
Popularitas:88.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Maria L C

Cuando el exitoso y temido CEO Martín Casasola es abandonado en el altar, decide alejarse del bullicio de la ciudad y refugiarse en la antigua hacienda que su abuela le dejó como herencia. Al llegar, se encuentra con una propiedad venida a menos, consumida por el abandono y la falta de cuidados. Sin embargo, no está completamente sola. Dalia Gutiérrez, una joven campesina de carácter firme y corazón leal, ha estado luchando por mantener viva la esencia del lugar, en honor a quien fue su madrina y figura materna.

El primer encuentro entre Martín y Dalia desata una tormenta: él exige autoridad y control; ella, que ha entregado su vida a la tierra, no está dispuesta a ceder fácilmente. Así comienza una guerra silenciosa, pero feroz, donde las diferencias de clase, orgullo y heridas del pasado se entrelazan en un juego de poder, pasión y redención.

NovelToon tiene autorización de Maria L C para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 24

Isabel entró con pasos firmes, pero el corazón latiendo como tambor. El cuarto olía a desinfectante y tristeza. Las máquinas emitían pitidos regulares, como si midieran el poco tiempo que le quedaba a Ernesto Montalvo. Estaba ahí, en esa cama blanca, reducido a tubos, cables y respiración asistida. El hombre que una vez había sido su padre. El mismo que la echó de su casa sin mirar atrás.

Se acercó lentamente. Lo observó. El rostro demacrado, los ojos cerrados. Aun así, seguía siendo él.

—Nunca pensé que terminarías así —murmuró con voz temblorosa, sin saber si la escuchaba—. Tú, tan duro, tan altivo. El que dictaba quién merecía amor y quién no. El que me dijo que estaba muerta para ti.

Se sentó a su lado, dejando que el silencio pesara unos segundos.

—Pero aquí estoy, papá. A pesar de todo, estoy aquí. No porque me lo hayas pedido… sino porque yo lo necesitaba.

Le tomó la mano. Estaba fría, pero no inerte.

—Me corriste de tu casa por amar. Me llamaste vergüenza. Me diste la espalda en el peor momento de mi vida. Y aun así… aun así no te odio. —Su voz se quebró, pero se obligó a continuar—. Tengo un buen hombre a mi lado. Soy feliz. Feliz de verdad, ¿sabes? Y no por ti. A pesar de ti.

Los ojos de Ernesto se entreabrieron. Apenas un parpadeo. No habló. Tal vez no podía. Pero un brillo indescifrable había en sus ojos al verla ahí, ahora, en esa situación.

—Me necesitas. Lo sé. Y por eso vine. No para que me pidas perdón. No para que me digas que me quieres… sino para decirte que yo sí. Yo sí te perdono.

Lo besó en la frente. Cerró los ojos.

—A veces el perdón es más para el que lo da que para el que lo recibe.

Se levantó, acarició por última vez esa mano temblorosa y salió del cuarto. El sonido de las máquinas siguió igual, indiferente. Pero ella, al cruzar la puerta, sentía que algo dentro de ella por fin había sanado.

Ya afuera de la habitación, Fabián la espera con un vaso de café. Isabel lo mira con compasión, sabe que su hermano nunca ha estado de acuerdo con su padre, pero se ha dejado manipular por esa ambición y el que ahora está pagando es Joaquín, su sobrino.

—Fabián... ¿y Joaquín? —preguntó Isabel, con el miedo reflejado en sus ojos. —No podemos dejarlo ahí, no podemos dejar que esto termine así. Ya hemos perdido tanto, ¿quieres perderlo a él también?

Fabián cerró los ojos, como si esa pregunta lo golpeara directamente en el corazón. ¿Cómo podía salvar a su hijo si las pruebas eran tan claras? La justicia ya había hablado, y aunque él quería luchar, no podía cambiar lo que había ocurrido. Pero, por otro lado, ¿cómo podía abandonar a Joaquín? Después de todo, era su hijo.

—Los abogados no pudieron hacer nada, Isabel. Las pruebas presentadas por Martín son irrefutables. Todo está en su contra. —Fabián caminaba de un lado a otro, incapaz de quedarse quieto.

—Pero, ¿y si... si hacemos algo? —insistió Isabel. —Hay que luchar por él, habla con los Casasola. Hazlo por Joaquín. No podemos dejarlo aquí.

Fabián la miró, dudando. La idea de sacar a su hijo de la cárcel parecía una misión imposible, pero no podía ignorar el dolor que sentía. Era su hijo, y aunque todo estuviera en su contra, no podía rendirse.

—Isabel... no sé si hay algo más que podamos hacer. Pero... lo voy a intentar. - Fabián dejó escapar un suspiro. —Primero, necesito llevar a papá a otro hospital. Quizás si lo traslado, haya alguna esperanza. Después, me encargaré de Joaquín.

Isabel lo miró con una mezcla de admiración y miedo. Sabía que Fabián estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario por su familia, pero también sabía que la carga sobre sus hombros era demasiado grande.

—Fabián, tienes que pensar en ti también. No puedes cargar con todo esto solo. —Isabel lo miró con preocupación.

—No tengo otra opción, Isabel. Si no lo hago, nadie más lo hará. —Fabián se acercó a su hermana, tomándola por los hombros. —Ya hemos perdido mucho. No voy a perder a mi padre... ni a mi hijo, como te perdí a ti, como perdí a mi hermana y no pude hacer nada.

Con un último suspiro, Fabián salió de la sala, decidido a hacer lo que tenía que hacer. Se dirigió directamente al despacho de los médicos, donde pidió hablar con el especialista que estaba a cargo del caso de su padre.

&Necesito llevar a mi padre a otro hospital, a uno de los mejores. No me importa el costo, ni el tiempo. Si hay alguna esperanza, quiero tomarla. —Fabián estaba decidido, sus ojos firmes, sin dejar lugar a dudas.

El médico lo miró con seriedad, como si comprendiera el peso de la decisión.

—Lo entiendo, señor Montalvo. Sin embargo, debo advertirle que su padre está en estado crítico. Si decide trasladarlo, no podemos garantizar que sobrevivirá al viaje. —El médico lo miró con preocupación.

—Lo sé. —Fabián asintió con firmeza. —Pero no puedo quedarme con las manos atadas. Si hay algo que pueda hacer, lo haré.

El médico no dijo nada más. Solo asintió, y luego salió para hacer las gestiones necesarias para el traslado.

Fabián caminó de vuelta a la habitación de su padre, donde se sentó a su lado. Lo miró por un largo rato, sin poder evitar que las lágrimas comenzaran a acumularse en sus ojos. En su mente, se sucedían recuerdos de una vida que ya no existía. Recordaba los tiempos de su infancia, cuando su padre era su héroe. Pero ahora, todo eso parecía haber quedado atrás.

—Lo siento, papá... —murmuró Fabián, tocando la mano de su padre. —Lo siento por todo lo que hemos hecho. Si pudiera dar mi vida para salvar la tuya, lo haría. Pero todo lo que has hecho nos ha llevado a este punto.

este punto.

En ese momento, el sonido de unos pasos acercándose lo sacó de sus pensamientos. Era Isabel, con el rostro marcado por el estrés y la preocupación.

—Fabián... —comenzó, su voz temblorosa. — ¿Qué vamos a hacer con Joaquín?

Fabián la miró, con un brillo de determinación en los ojos.

—Vamos a luchar por él, Isabel. Después de llevar a papá, me ocuparé de él. No me importa lo que tengamos que hacer. —Fabián se levantó, decidido a hacer todo lo posible por su familia.

Isabel lo miró con una mezcla de temor y esperanza. Sabía que la carga sobre sus hombros era enorme, pero si alguien podía enfrentarse a ello, ese era Fabián.

—Entonces, vamos a hacerlo. —Isabel asintió. —Vamos a luchar por ellos.

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𝓐𝓷𝓰𝓲𝓮 𝓭𝓮 𝓢𝓾𝓪𝔃𝓪 🦋
Cuanta maldad
𝓐𝓷𝓰𝓲𝓮 𝓭𝓮 𝓢𝓾𝓪𝔃𝓪 🦋
Que niño más romántico 🥰
Alhelí
María LC gracias por compartir ese talento de escribir que tienes
quedo al pendiente de tu próxima aventura
Alhelí
me fascino la historia donde el amor triunfa por ensima del odio y la union de dos familias que dejaron su pasado atras para unirse en ese amor
Alhelí
maravillosa historia llena de amor familiar😍😍
Alhelí
hermosa novela 😍😍
Alhelí
Emotiva la ceremonia de bodas, y los papas de Emiliano no asistieron a la boda
Alhelí
sorprendente la entrada de Emilio, hermosa propuesta de matrimonio 😍😍
Alhelí
Emilio amas muchísimo a Mariana pero las advertencias no estan de mas
Alhelí
el amor debe ser limpio no deberia llevar la carga de los problemas de los antepasados
deldel
Dice Martín que hay vacíos en su vida que no los tiene claros y el papá de Martín le dice a Dalia que hay secretos que no se han develado para proteger a alguien.
Ojalá que no haya sido Martín de pequeño quien haya provocado el incendio y ese sea uno d los secretos y que por eso Martín tenga sus vacíos sin entender !!
deldel
Solo necesita mínimo pedir las cosas por favor, o contratar a alguien para que lo atienda, por que finalmente él es el dueño su abuela se la heredó.
Alhelí
Espero que sus padres no se oponga Mariana y Emilio pueden vivir su amor sin llevar el peso del pasado
Alhelí
Quién será ese Salvador será algún Montalvo
Alhelí
El tiempo pasa y los hijos crecen duele cuando se van lejos de nosotros pero hay que entender que ellos tienen que formar su propio camino
Alhelí
la hacienda está llena de paz y amor y la familia creciendo
Maria Angelica Guillaume
Siempre pienso, porque las novizorras los dejan plantados en el altar, porque no avisarles antes para no dejarlos en ridiculo?
Yuly Ponce
Una historia hermosa que me llegó al alma 💕 felicidades autora 👏👏👏👏👏👏👏❤️
Luci Moya
excelente novela muchas felicidades
Lety
Que fácil es mentir 🤦🤦
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