La Villana Y El Príncipe De Las Rosas.

En el palacio, Larisa le cuenta a Calix que su padre solo la envío porque quería que ella ganará la competencia, aunque no sabe del porque de ese deseo, pero si puede intuir que no se trata de nada bueno, en especial porque suele reunirse con los padres de las otras candidatas, incluyendo al Marqués Silverless, ya que muchas lo vio en la mansión, donde hablaban a puertas cerradas, y que probablemente su padre también estaba involucrado en el negocio de los casinos y la venta ilegal.

—me preocupa que intenciones tenga la señorita Silverless, en especial ahora que se ha hecho cercana a su alteza Cassian.— comenta Larisa.

—la señorita esta fuera de sospechas, ella no esta involucrada en lo que su padre hacía.— responde Calix.

Larisa levanta la vista sorprendida por las palabras del rubio.—¿esta seguro?, me preocupa que su hermano salga herido si ella resultará ser parte de los planes de la facción a la que pertenece mi padre.— expresa con preocupación.

—descuide, Cassian no es ingenuo, mi madre nos enseño bien a detectar a las mujeres mentirosas y traicioneras.— la sonrisa de Calix parecía amable.

Pero, Larisa sintió un leve escalofrío al verlo, agachando la mirada de inmediato y se puso de pie, excusandose de que han estado juntos mucho tiempo y no quiere causarle problemas si las otras candidatas los ven juntos.

Cuando Larisa se marcha de esa habitación, Sohel se muestra ante Calix y se sienta a su lado comiendo un pedazo de pastel que estaba servido en la mesa.

—me preocupa que su hermano salga herido.— imita una voz chillona.—¡bah! Que falsa.

—y mi sacrificio no valió nada, no tiene información que me sea útil.—se pone de pie.— demos final a este estúpido juego.

Calix frunce los labios, ya se canso de fingir amabilidad con Larisa, cuando en realidad no le esta aportando nada útil.

—Cassian parece encontró algo más interesante, acaba de llegar con la familia Thomas como sus prisioneros.— comenta Sohel.

—vaya, entonces si fueron ellos los que quisieron hacerle daño a su novia.— responde Calix.

—supongo que si.— come otro bocado de pastel.— con esto la facción en tu contra pierde otro miembro importante.

—dos no son nada, aún quedan más y no sabemos exactamente lo que están planeando.— deja escapar un pesado suspiro.

Por otro lado, Larisa había llegado a la residencia de invitados, pero antes de llegar a su habitación, Irem y Lina se interponen en su camino, ambas luciendo molestas.

—la señorita Silverless tenía razón, te encuentras a solas con el príncipe.— expresa con enojo Lina.

—te vimos entrar en aquella sala con su alteza...te haces la inocente pero solo eres una ofrecida.— le grita Irem.

—eres una sucia, seguramente usas tu cuerpo para ganarte el favor de su alteza.— Lina se va contra Larisa y le pega una cachetada.

Irem por su parte, empuja a Larisa causando que caiga de espaldas al piso y le jala el cabello, Larisa suplica para que la dejen, pero ambas chicas comienzan a jalonearla del cabello impidiendo que se ponga de pie.

—¡wow!, que pelea.— expresa Veronika, quien iba llegando.

Ambas chicas se detienen, mientras que Larisa la mira con suplica, pidiendo su ayuda.

—solo ignorarlas.— se encoge de hombros.

Veronika sigue su paso mientras escucha como la pelea continúa, total, no es su problema y seguramente alguien más llegará a salvar a Larisa. Veronika entra a su habitación y se dispone a prepararse un baño, ya era de noche, así que solo quería descansar, mañana será un largo día con el interrogatorio de los Thomas.

Azure por su lado, sale al balcón, notando que entre el bosque, alguien observa, debe de tratarse de aquellos magos, pobres tontos, creen que ellos pueden poseer el poder de un dragón. Azure cierra las ventanas y coloca un hechizo de protección, en caso de que esos hombres quieran entrar mientras Veronika duerme, el hechizo lo alertara a él.

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Tras los árboles, un grupo de cinco hombres observa hacía la habitación de Veronika, hasta que, escuchan a uno quejarse y cuando voltean, una persona de ropa oscura y capucha estaba de pie ante ellos, esta persona muestra que lleva una daga en cada mano y una ya estaba manchada de sangre de su compañero.

—¿quienes son y que buscan en este palacio?— pregunta una voz femenina.

—solo venimos por el dragón, entregalo y no tendrán problemas...o si no, este reino perecera.— advierte el líder del equipo.

—el gran dragón blanco no puede ser tomado por nadie, solo él elige a su portador, y no crean que los reyes le temen a una guerra, este reino, posee a los mejores guerreros.— responde aquella mujer.— entre ellos yo.

La mujer se quita la capucha, revelando que se trata de Tamara, pues al igual que los príncipes, ella también entreno desde pequeña para ser una guerrera más que protege el reino.

Los cuatro hombres que quedaban vivos, atacan a Tamara al ver que solo se trata de una mujer joven, una que seguramente esta jugando a ser guerrera. Tamara esquiva los ataques directos de espada, usando sus dagas, ella se mueve con agilidad en ese bosque, pues lo conoce a la perfección. Ella logra herir a dos, mientras que ellos, no han logrado hacerle daño, así que el líder crea un hechizo lanzando una esfera de energia, que Tamara evita usando un escudo de magia, ante esto, los tres hombres atacan al mismo tiempo, combinando sus ataques físicos con la magia. Tamara era ágil, lograba detener los ataques mágicos, hasta que el líder logra darle una descarga de energía, Tamara cae de rodillas y los otros tres aprovechan para crear un remolino de fuego a su alrededor.

Tamara cruza los brazos creando una barrera para protegerse, pero, al no ver fuera de ese remolino de fuego, solo siente con su cuerpo es golpeado por un ataque de magia explosiva que la lanza contra un árbol, golpeando su espalda. Al tratar de pararse otro ataque va directamente hacía ella, pero, el hechizo explota mientras que ella siente como su cuerpo se eleva, y al levantar la vista, puede ver el rostro de su salvador, este era Azure, Tamara se queda sorprendida al ver a aquel hombre de bellos ojos azules y cabello albino, por un momento pensó que se trataba de Sohel, pero no, definitivamente no era él, ya que ha Sohel jamás lo ha visto tomando forma de hombre adulto, y sus ojos son dorados, no azules.

Azure carga a Tamara como un costal bajo su brazo, pero el dragón baja rápidamente dejando a la chica en el suelo y quedando delante de esos cuatro hombres, quienes al ver las alas del albino, les hizo saber que era el dragón, así que el líder ordena capturarlo. Asure solo agita una mano golpeando a los hombres con una especie de fuerza invisible que corta su piel. Tamara solo observa como el albino se deshace de esos cuatro magos sin que ellos puedan contra él.

—un dragón...creí que solo existía uno...— comenta Tamara, quien se mantiene en el suelo.

—no es así.— le ofrece la mano.— pero usted debería tener cuidado, no subestime a su enemigo.

Tamara sostiene la mano del dragón quien la ayuda a ponerse de pie.— tomaré en cuenta el consejo...pero...¿quien eres?, ¿por qué esos magos buscan a Sohel?

—ellos no buscan al dragón blanco, ellos me buscan a mí, lamento causar problemas, pero, le pondremos solución.—

Azure desaparece entre las sombras, sin que Tamara pueda preguntar más, y ahora, ¿como le explica a su madre sus heridas?, porque la presencia de esos magos no pasará desapercibida, los reyes y sus primos querrán saber que esta pasando.

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