MI LOBINO AMOR

#ALEX

Mi corazón late acelerado, corro por ese pasillo del sanatorio hasta encontrarme con Dante.

-¿Mi padre, donde esta? ¿Qué le pasó? Le pregunto con la voz rota.

-Ya lo estabilizamos, sufrió una sobredosis de su medicamento. Lo trajo su esposa que lo encontró desmayado, ahora se fue a buscar ropa para él. Me explica.

-¿Cómo? Eso es imposible, él sabe cuánto debe tomar. Le digo agitada.

-Cuando despierte, nos podrá decir que pasó. Me responde.

Héctor me abraza y nos encaminamos a la sala donde lo tienen, me aproximó tomando su mano, lo veo más anciano que de costumbre, pálido, no podía creer que ese sea mi padre, hace una semana lo ví y estaba bien dentro de todo.

"Papito, ya estoy aquí" Le digo con la voz quebrada, me estruja el corazón verlo así.

-Si vas a quedarte voy a buscarte ropa. Me dice Héctor.

-Si, me quedo. Le respondí.

Me da un beso y sale de la habitación.

"Alex" escuché la voz de mi padre en un susurro.

-SI, AQUI ESTOY. Le dije al sostener su mano.

-¿DÓNDE ESTOY? Pregunto.

-En el sanatorio. Le respondí.

-¿Qué? Pregunto.

-Lucrecia te encontró desmayado y te trajo. Le conté.

-Recuerdo tomar mi cápsula antes de dormir y después ya no recuerdo nada. Me cuenta pensativo.

-El médico dice que tenías sobredosis de tu medicina. Le cuento.

-Eso es imposible, solo tome una, lo recuerdo. Me dice y lo veo pensativo.

-Lo importante que llegaste a tiempo. Le dije.

-Quisiera agua. Me dice.

-Voy a buscar. Le aviso.

Al dirigirme hacia donde estaba la máquina para sacar agua veo a mi madrastra junto a Reina, parecía que tenían una discusión.

"DEBIA MORIR" Le escuché decir a Reina, por lo que me escondo en un rincón para escuchar.

"NO HABLES ASI AQUI, IDIOTA, O QUIERES QUE TE ESCUCHEN" La reta mi madrastra.

"ES UN VIEJO DURO" Comento Reina.

Querían a mi padre muerto.

"YA CALLATE, DEBEMOS TENER CUIDADO" Le dice mi madrastra.

¿Lo planearon ellas? Si fue así como lo demuestro. Pienso preocupada.

"HAY QUE HALLAR ESE TESTAMENTO, NO QUIERO QUE ESA TENGA ALGO, YO MEREZCO TODO" Dijo Reina.

Por esa se refería a mi.

Al ver que se aproximaba Héctor me dirijo hacia él corriendolo hacia un costado que no lo vean.

-Mis madrasta con su hija lo planearon, quieren muerto a mi padre, quieren ser las únicas que se quedan con todo. Le digo.

-Escuchaste eso. Me pregunta.

-Si, las acabo de oír, debo encontrar pruebas, mi padre no me va a creer si le digo, él siempre piensa que estoy en contra de ellas y por eso las acuso. Le aclaró.

-No te preocupes, encontraremos las pruebas, por el momento no hay que dejar solo a tu padre con ellas, si lo intentaron una vez, lo volverán a hacer. Me dijo.

-Si. Le respondí nerviosa.

-Tranquila, yo te voy a ayudar. Voy a ver a un amigo que puede averiguar. Me dijo posando un beso en mis labios, me entrego el bolso y se marcho.

Conseguí el agua y regrese junto a mi padre, le di el agua con un sorbete.

-Gracias. Me dijo apenas.

"VINISTE A VER SI MURIO PARA LLEVARTE TODO" Escuché escupir con bronca a Reina.

-Deseo que este vivo, para que asista a mi boda. Le respondí.

"SIGUES CON ESA MENTIRA, NADIE TE CREE, O ME DIRÁS QUE ES INVISIBLE" Se me burla.

-No peleen por favor. Escuché que dijo mi padre.

-Papito querido, despertaste, me tenías con el corazón acurrucado por la preocupación. Se aproximó Reina expresando con un tono lloroso, como si de verdad le importará mi padre.

-QUERIDO, LOS MILAGROS EXISTEN, ESTUVE DE RODILLAS SUPLICANDO PARA QUE MEJORES. Apareció mi madrastra, puse los ojos en blanco al escucharlas, son tan falsas.

-Estare por mucho. Le dijo mi padre.

-CLARO QUE SI. Le respondió mi madrastra.

-Supe que me trajiste. Le dijo mi padre.

-LLEGUE A TIEMPO, EL DOCTOR ME DIJO QUE SI PASABA UN RATO MAS NI LO CONTABAS, ESCUCHAR ESO ME DESTROZO, SIN TI NO PUEDO VIVIR, AHI MISMO ME QUITO LA VIDA, SOLO CONTIGO SOY FELIZ. Le expreso con un tono como si de verdad lo idolatrara.

-NO SALDRE MAS, ESTARE A TU LADO, NO PUEDO IMAGINAR UN MUNDO SIN TI PAPITO. Le dijo Reina.

Se me revolvía el estómago por escucharlas.

-No necesitas hacer eso. Te vas a casar pronto, eres joven, disfruta. Escuché que le dijo mi padre con la voz forzada.

-SALGAN, REVISAREMOS AL PACIENTE. Lo escuché a Dante.

Nos incorporamos y salimos de la habitación. No tuvo que pasar mucho para que el par de víboras me ataquen.

-MALDITA ZORRA, TE DESAPARECES, IGNORAS MENSAJES, LLAMADAS. PERO HO CASUALIDAD, APARECES, EN EL MOMENTO EN QUE TENIA UN PIE EN LA TUMBA. Expresa mi madrastra con desprecio.

-SOLO PIENSAS EN LO QUE TE TOCA, NO TE IMPORTA NUESTRO PADRE, JAMAS ESTAS PARA ÉL. Escupió Reina.

-Soy la que siempre lo cuida, cuando enferma. Ustedes son las que salen a gastar todo lo que con sacrificio gana. ¿Dónde estaban cuando le pasó eso?. Les pregunto.

-ESO NO TE IMPORTA. Grito Reina y ví que mi madrastra le tomo el hombro para que no se exaspere y cometa un error.

-NO LE PRESTES ATENCIÓN, SABEMOS QUE NADA LE IMPORTA, AHORA DEBEMOS ENFOCAR NUESTRA BUENA VIBRA PARA QUE TU PADRE MEJORE. Dijo mi madrastra como si de verdad le importará.

Me aleje de ese par de venenosas, debía encontrar la manera de demostrar que ellas atentaron contra mi padre.

-Alex, tu padre tiene una deficiencia cardíaca muy grave, si se trataba en su momento podría haber tenido la oportunidad de ingresar en la lista de los que esperan un corazón, pero debido a que no es así, lo que sugiero es colocarle un aparato que registrará sus latidos y ni bien aparezca un problema, como que sufra un ataque, sonara una alarma, que ayudará a atenderlo de inmediato, además de la medicación. Necesito que me traigas lo que estaba tomando. Me dijo Dante al verme.

-Esta bien. Le dije suspirando pesado.

-No te preocupes, me quedaré atento a él. Me dijo al ver mi cara de no querer dejarlo. Se retiró en dirección a su cuarto.

-Alex que te dijo Dante. Regreso Héctor justo a tiempo para ir a buscar las medicinas.

-Quiere los medicamentos que consumía. Le respondí.

-Te llevo. Me dijo.

Nos dirigimos a la casa de mi padre, Héctor en su vehículo anda rápido, para que no tarde en regresar con mi padre.

Al llegar suspiré hondo, me sentía afligida, no podía creer que sean tan frías de querer terminar con la vida de mi padre.

Héctor me ayudó a juntar la medicina que tenía mi padre en su estante en el baño.

-Esto estaba en la mesa de luz. Me muestra un frasco.

-Llevesmolo. Le dije al no saber si era de él, solo le consultaría.

Regresamos al sanatorio y le entregué la bolsa a Dante que se puso ante mi padre para que le diga cuando tomaba cada uno.

-Señor Eskala, dígame cuando consumía este. Le dice mostrando un frasco.

-Permitame la bolsa, yo le voy a decir. Le pido mi padre con voz débil.

Mi media hermana y mi madrastra, se comían las uñas en un rincón, se sorprendieron al ver que llegue con las bolsas de remedio.

-Este lo tomo con el desayuno, este con el almuerzo y este después de cenar. Le describio mi padre.

-Ya veo, le explicaré lo siguiente. Le dijo Dante.

-Debido a su deficiencia cardíaca, que es muy grave, le indicaré otra medicina, estos me los quedaré. Le aviso Dante.

-¿Qué tienen de malo esas? Le pregunto mi padre.

-Para que tomaba cada una. Le consulto Dante.

-Para regular mi presión, contra la ansiedad, para poder dormir, y el que es para mí corazón. Le explicó mi padre.

-Este le acelera su ritmo cardíaco y lo pone en riesgo de sufrir un ataque, al tomar la medicina para dormir, su sueño es pesado y no sentirá si muere, para la ansiedad, le aconsejo tener un pasatiempo, algunos pescan, pintan o crean algo con sus manos. Le aconsejo Dante.

-Comprendo doctor. Le dijo mi padre.

-COMO ES POSIBLE QUE NO TENGAN ESO EN CUENTA. QUE ME ASEGURA QUE LAS NUEVA FUNCIONEN. MEJOR VAMOS A NUESTRO DOCTOR DE CONFIANZA. LO TRAJE AQUI PORQUE ÉL NO ESTABA. Grita furiosa mi madrastra.

Seguro estaba de acuerdo con su doctor de cabecera, ahora que lo pienso, ella siempre lo va a ver por cualquier cosa.

-Querida no te alteres, si Alex confía en ellos, mejor pruebo con ellos, el doctor Caraballo está muy viejo y no se presta a las nuevas medicinas. Le dice mi padre.

-MEJOR EL DOCTOR CARABALLO, LE EXPLICAREMOS LO SUCEDIDO, SOLO CONFIO EN ÉL. Grita mi madrastra.

-Estoy cansado, elijo quedarme aquí. Respondió mi padre.

-RETIRENSE, DEJEN DESCANSAR AL PACIENTE. Ordenó serio Dante.

Sale mi madrastra junto a Reina con cara de pocos amigos.

Sin esperarlo se me puso todo negro, me ataje la cabeza y senté en la cama.

Dante se aproximó controlando mi presión y me miro los ojos.

-Reposa en la cama cerca de tu padre, te haré unos análisis. Me dijo.

-Estoy bien, no es necesario, solo necesito dormir un poco. Le respondí.

Pero él igual me extrajo sangre.

-Con esto bastará, mejor prevenir cualquier problema de salud. Me dijo.

-Te tendré como compañera. Me dice mi padre con una sonrisa.

Sin esperarlo dormite en compañía de mi padre.

-ALEX. Escuché la voz de Dante.

Desperté y junto a él estaba Héctor que se aproxima a sostener mi mano.

-Ya tengo los resultados de los análisis. Me dice Dante.

-¿Qué descubriste? ¿Debo incorporar vitaminas a mi dieta? Le pregunto al recordar que era eso lo que me decían los doctores siempre.

-Estas embarazada. Me dijo de una.

Me senté de golpe con sorpresa.

-¿Qué? Pregunto incrédula.

-Si tienes relaciones es lo que pasa. Me dice mi padre con una sonrisa.

-Pero me cuido. Siempre me pongo la inyección. Digo nerviosa.

-Alex, estoy contigo. Me dice Héctor y me retiro de él.

-No estoy lista para esto, recién inicio mi carrera. Comento nerviosa.

-Alex que me hagas abuelo me hace feliz, creí que moriría sin conocer un nieto. Me dice mi padre.

Suspiré al escucharlo, me estrujó el corazón, no niego que la noticia me tomo por sorpresa.

-Ni bien le den el alta, nos casamos. Aseguro Héctor a mi padre.

-Eso me hace muy feliz. Le respondió mi padre.

Los escuchaba decidir todo, no podía pensar con claridad, no me cerraba que este embarazada, pero recordé lo que es Héctor, debe ser que sus espermas son más fuertes que las de un humano normal, por lo que a ellos no le afectó el anticonceptivo que hay en mi sistema.

-Alex de ahora en más yo te voy a tratar. Me dijo Dante, asentí de manera mecánica.

Se aproximó con una inyección.

-¿Qué es? Le pregunto.

- Debo colocarte las que necesitas en ese estado. Me dijo.

Suspiré hondo, pero él tiene una manera de colocar que no sentí dolor, era muy bueno en ello.

- Nosotros cuidaremos a tu padre, ve a descansar, de ahora en más, debes cuidar tu alimentación y descansar lo suficiente. Me dijo.

-Buenas, puedo pasar. Escuché la voz de Manuel.

-Manuel adelante, ellos ya se iban. Le dice mi padre.

Me aproxime a mi padre y le susurré.

-No comentes nada de mi estado. Le dije.

- Como no, es la mejor noticia, Me respondió.

- Me gustaría ser quien lo haga, espera a que sea más seguro. Le suplico.

Me palmeo la mano con ternura.

- De acuerdo. Me dijo posando un beso en mi mejilla.

Salí del brazo de Héctor, sentía mis piernas languidas.

- No te alegra esperar un hijo mío. Me consulta Héctor.

- Todo lo que venga de ti es maravilloso. Solo creo que no seré buena en ser madre, no siento que pueda hacerlo, difícilmente me cuido yo, y tener la responsabilidad de criar, educar y guiar a una personita, me cuesta pensar en ello. Le respondo.

-Nadie nace sabiendo, juntos aprenderemos en el proceso. Me dice dandome seguridad en sus palabras.