Silvia Sephiran, es la protagonista de una historia de amor, donde una trampa llena de mentiras, la separa de su amado Javier, pero, como toda historia, la verdad sale a la luz y los protagonistas luchan por estar juntos, alcanzando su final feliz.
Pero ahora que ella ha reencarnado en Silvia, no esta dispuesta a seguir la trama y mucho menos a amar a un hombre que se deja manipular, así que, cuando tiene la oportunidad se marcha lejos de aquel hombre para iniciar una nueva vida cambiando su destino.
Lo que Silvia no esperaba es que al poner su negocio de perfumería en el reino Khalix, caería en las garras del gran general del reino, conocido como, "el hijo de la bestia", un atractivo hombre de ojos grises que se siente tentado por el dulce aroma de Silvia.
¿Silvia escapara de las garras de este hombre o caerá ante sus seductores ojos grises?
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Capitulo 07
En un año, la perfumería tuvo éxito, nobles y plebeyos no dudaban en ir a comprar, Silvia se había vuelto alguien importante entre la sociedad, incluso damas nobles la invitaban a asistir a sus fiestas de té, y la pelirroja no dudaba en ir, así podría atraer más clientes. Cada día que pasaba, se hacía más conocida, que incluso, mujeres de otros reinos llegaban a su tienda para comprar. Y cuando supieron que había un nuevo aroma, este no tardo en agotarse. Silvia estaba satisfecha con las ganancias, pues eran muy buenas, ya que, los productos que usaba como ingredientes, eran fáciles de conseguir y usando su magia, se creaban aromas totalmente llamativos, que nadie más podría replicar.
[En poco tiempo, ya tienes fama entre los nobles, no esperaba menos de ti.] Habla Cadell.
—sabes que siempre consigo lo que quiero, si sigo así, puede que hasta pueda conseguir un título nobiliario.— responde con una gran sonrisa.
No estaría mal ser una duquesa, aunque sea una condesa. Lo importante es ser alguien con suficiente influencia, tal y como lo fue en su vida pasada, que logro todo un imperio empresarial con sus marcas de perfume y ropas, quedando por encima de las marcas más conocidas.
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En el palacio, se prepara una fiesta, en un par de noches se celebrará un baile para las jóvenes que debutan en sociedad. Y la anfitriona será la reina Liliana y la princesa Lilian, aunque quien tiene la mayor tarea para preparar todo, es la reina, pues la joven princesa, prefiere estar fuera del palacio siendo una especie de garrapata pegada a su primo, pues así puede ir a misiones con él en lugar de estar encerrada en el palacio acompañando a señoras chismosas a la hora del té.
—seguramente este año, nuevamente todas esas señoritas querrán llamar la atención de mi hermano y de Vik.— comenta Lilian mientras ayuda a probar los postres.
—probablemente, pero, por mi parte, no pienso obligar a tu hermano a tomar una esposa, aunque la corte ya intenta precionarlo.— responde Liliana.
Y es que, su hijo mayor, Dariel, ha rechazado infinidad de veces lo ofrecimientos de compromiso con las hijas de los nobles de la corte, incluso rechazo a dos princesas de otro reino, ya que, al igual que sus padres, el quiere casarse con una mujer que le guste, y no solo por unión política.
—mmm...si a Vik ya lo presionan por los nobles y tiene solo veinticuatro, no me imagino a mi hermano que ya va para los treinta y es el príncipe heredero.— se encoge de hombros.
Y es que a los nobles les desespera que hombres de buen estatus, no sean para sus hijas, lo único que les importa es ganar mayor poder y claro, si la hija de uno de ellos atrapa a Slavik, sería un triunfo, ya que esta emparentado con la familia real y tiene buena posición en la nobleza.
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El anochecer estaba cerca, pero, Silvia se había entretenido recolectando algunas hiervas y flores, llevaba todo en una canasta, pero, detiene sus pasos al escuchar un ruido, era el aullido de los lobos, al parecer, estos ya empezaban a salir a cazar, y espera no encontrarse con ninguno. Acelera el paso, pero, conforme avanza nota que la siguen.
—Cadell, ¿dime que ves desde arriba...¿acaso son lobos, bestias?— pregunta la pelirroja.
[No puedo ver nada, los árboles me tapan la visión.] Responde el cuervo.
—carajo...— murmura.
Sigue a prisa, pero, justo cuando nota luces que le indican que ya esta llegando fuera del bosque, siente como el peso de algo cae sobre ella y la tira, rodando por el suelo y al detenerse, dándose la vuelta, su cuerpo se sobresalta al ver a aquella bestia de pelaje oscuro sobre ella, sus dientes filosos se dejaban ver y sus ojos grises se cruzaron con los de ella.
《Carajo...se supone que no debes ver a los ojos a un animal salvaje.》 Se regaña así misma.
Aquella bestia la mira fijamente, dejando salir un leve gruñido, para después abrir el hocico, Silvia en ese momento solo pudo gritar pensando que la mordería, pero, siente un cosquilleo por su cuello, mientras ella respira agitada, y al abrir los ojos, puede ver el pelaje más de cerca, sintiendo nuevamente esa sensación de cosquilleo, dándose cuenta que la bestia la estaba olfateando, ¿acaso la esta saboreando primero?, necesitaba hacer algo rápido, pero, con el susto, no pensaba en un hechizo. Entonces la bestia empezó a lamer su cuello, causando que Silvia deje salir un pequeño chillido, definitivamente si la estaba saboreando.
Pero, la bestia de aparta mirándola fijamente mientras aun la tiene encima suyo, lo ve arrugar la nariz y darse la vuelta para salir corriendo del lugar, mientras que ella se queda paralizada, eso realmente estuvo cerca y apenas se levanta, corre a toda velocidad hacía la salida del bosque.
—¿que carajos fue eso?, estúpido pajarraco que le dije que vigilará.—
Silvia llego a su tienda y entro rápidamente mientras sus piernas flaquean y cae al piso respirando agitada. En su vida se había sentido tan intimidada, ella, quien fue una poderosa vampiresa, se ha quedado paralizada ante un simple animal salvaje.
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En el bosque, aquella bestia tras alejarse de la pelirroja se detuvo y retomo su forma humana, siendo un atractivo hombre de cabello negro e intensos ojos grises. Este deja salir un gruñido, molesto consigo mismo por dejarse llevar por su instinto. Pero, le fue imposible no transformarse y salir corriendo tras esa mujer cuyo aroma era exquisito y excitante. Sus pensamientos se ven interrumpidos cuando Lilian llega al lugar toda agitada por estar corriendo tras de él desde el campamento.
—¡OYE!, Vik, al fin te encuentro, ¿por que saliste co...ay por los dioses...que haces desnudo?— la chica se cubre la cara.— tendré pesadillas.
Se tira al suelo hecha bolita, mientras que, otro chico, uno de cabello rubio, llega acompañado de otros caballeros, viendo la escena. Al ver a la joven en el suelo, solo patea la tierra para que le caiga encima a la joven.
—¡Vik!, ¿por qué saliste corriendo? Y ponte ropa.— le tira una capa.
—que dramáticos...— responde con fastidio.
El azabache toma la capa para cubrirse, ignorando también a la chica en el suelo.
—sentí un aroma extraño, creí que era alguien peligroso.— responde el joven.
—¿y?, ¿todo bien?, ¿encontraste algo?— pregunta el rubio.
—era solo una persona, una mujer recolectando hiervas.— responde con calma.
Y dicho esto, camina de regreso en la dirección que lo lleva al campamento, tras él van el rubio y los otros caballeros. Lilian al ver que estaba sola y se alejaban de ella, se pone de pie para seguirlos.
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Villanas, si esta es la primera historia que lees de mi autoria. El papusho de la máscara y ojos grises, es el hijo de los Aleksander y Ciel, los protagonistas de esta historia 👉 👇
Si ya me lees desde hace tiempo, y no has leído esta, adelante, está disponible en la app ♡