Dany es un adolescente nerd con una vida común. Lo único que desea en esta vida es lo que todo ser humano normal aspira y estima: paz.
Pero pareciera que nunca la tendría con Marcos dando vueltas: despiado, altivo, arrogante...
Porque Marcos era el típico macho de la escuela que jugaba fútbol. Ese tipo de chico que miraba a las personas como Dany como insectos.
No había manera de escapar de lo que se le venía encima o acaso si podría domar a la bestia.
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Almas en llamas, Amigos en Guerra
El aire de mi habitación pesa como plomo líquido. Vale aplasta su cigarro contra un plato de croissants, Renata teje nerviosamente un hilo rojo en su pulsera de la suerte, y Sebas alinea dados de rol como si fueran soldados.
—Tiempo estimado para el apocalipsis: 3 minutos —murmura Sebas, iluminado por la pantalla de su laptop—. Marcos está online y Javi acaba de entrar al juego.
Yo estoy hiperventilando y sucede que siento el corazón que da latidos frenéticos contra mi tórax. No puedo imaginarme lo que va a responder Marcos, pero estoy seguro que su respuesta será agresiva.
Renata toma mi mano con urgencia:
—¿Estás seguro de haber enviado eso, Danny? "No soy solo tuyo" suena a... declaración de independencia con bomba nuclear.
Yo le miro angustiado, hace un momento me sentía valiente contra el mundo. Ellos estaban conmigo y por eso.
Vale lanza una almohada al diagrama de dados:
—¡Deja de calcular el fin del mundo! ¡Dibujemos rutas de escape! —despliega un mapa de la ciudad garabateado en servilletas de La Peña.
Definitivamente son demasiados dramáticos. De Marcos no podría escapar ni aunque quisiera. Me sentía atado al sentimiento enfermo de creer que lo que teníamos era amor.
Después de unos minutos que parecen eternos. La pantalla de mi celular se ilumina con un mensaje que podria ser de esperanza, pero...
*Marcos : ¿Mío? Nunca fuiste mío, López...fuiste mi error más dulce. Disfruta tu libertad y tu nuevo perro faldero.
El mensaje nos golpea como un puñetazo colectivo. Renata ahoga un gemido. Sebas murmura *"daño crítico: 20"*. Vale arrebata mi teléfono:
—¡Esto no va a quedar así! ¡Le diré que—!
—No —detengo su mano— Es lo que quería oír... duele mucho lo que estoy leyendo, pero espero que mañana no sangre está herida —
No puedo contener mis lágrimas, el mensaje de Marcos me ha deprimido mucho. Pensè que buscaría la manera de decirme lo que mis oídos estaban esperando para no decidirme en ayudar a Javier.
Renata envuelve mi espalda en su chal de lana:
—Llorar no es rendirse Danny, es recargar puntos de vida — su abrazo hace que deje de llorar — Marcos solamente está dolido... en verdad tú le heriste primero.
Tratamos los cuatro de jugar cartas y al monopolio mientras que Javier se decidía en contestar. La vibración de mi teléfono hace que Val salga disparada hacia èl antes de que pueda hacer nada.
*Javi (10:45): Acepto, pero el botón azul es mi botín de guerra. Quiero mi primera lección: ¿Cuándo dibujas?
Mis ojos se abren mientras mi amiga lee en voz alta el mensaje para todos nosotros. No quería que ese mensaje fuera público... Estaba avergonzado.
Vale suelta una carcajada amarga:
—¡El muy cabrón! ¡Te pide tutoría artística mientras Marcos te entierra! —
Sebas analiza el texto como un criptógrafo:
—*"Botín de guerra"* \= símbolo de conquista. *"¿Cuándo dibujas?"* \= petición de intimidad. ¡Es un maldito poeta torcido!
Renata toma mi rostro entre sus manos:
—No puedes ser su salvador y su víctima, Danny— deposita un beso dulce en mi frente — No cargues con monstruos que no moldeaste
Nos sentamos en el suelo, iluminados solo por mi lámpara de lava. Cada amigo es un faro:
Vale es mi espalda protectora y leal guerrera:
—Javi no ha cambiado, Danny, solo cambió de táctica ¿O olvidas cómo te miraba mientras llorabas?—sus dedos dibujan cicatrices invisibles en mi brazo — No tengo que soportar verte sufrir otra vez —
Renata es un bálsamo de empatía, que llena mi corazón de paz:
—Pero ¿y si esta es su forma de pedir ayuda? Todos merecemos un "¿por qué?" antes de un "nunca más" —sus ojos brillan con lágrimas propias
Sebas es la lógica antes que las emociones y el control ante la tormenta del corazón:
—Escenario óptimo: Marcos se enfría en 72 horas. Javi necesita 3 lecciones de dibujo para bajar agresividad un 40%. Tú... necesitas un hechizo de cordura —me entrega un dado de 20 caras— Tíralo... Decidirá.
El dado es grande y de varios colores en cada cara, los números son como diamantes que relucen con el resplandor de la lámpara de lava.
El dado rueda entre migajas de croissant, cae en uno, lo que marca un fallo crítico en la posibilidad, quería que saliera el 2.
La vida me estaba dando una lección que nunca olvidaría.
En un intento de valor, decido escribir otra vez a Marcos para que recapacite su desición.
Escribo bajo la mirada de mis tres guardianes:
Para Marcos:
*Error o no... fue mi mejor caída, pero si prefieres el rencor al diálogo, no seré tu red.
Inhalo aire antes de que mis dedos entren a la burbuja del chat donde está escrito el nombre de la segunda persona que tiene mi vida hecha un revès:
Para Javi:
*Taller de arte. Lunes 4 PM. Trae tu ira... y lápices 2B. Si llegas tarde dibujo tu ferètrero.
Cada uno de mis amigos toma el teléfono y busca la sección de emojis. Es una manera de decirle a mis antiguos bullys que ellos son mis protectores y que ante cualquier desición no la tomaría por mero impulso.
Vale firma con una calavera. Renata añade un corazón. Sebas accede al emblema de un escudo épico.
Al enviarlos, el silencio se rompe con un trueno real. La lluvia cae como lágrimas del cielo.
