Curvas del Destino
Una historia de amor, coraje y renacer.
Lina Song perdió a su madre a los 16 años y terminó en un orfanato, donde su sobrepeso la convirtió en blanco de burlas y humillaciones. Al cumplir 18, con esfuerzo y el apoyo de trabajadores sociales, consigue empleo como auxiliar de limpieza y luego en una cafetería para poder pagar su renta.
Allí conoce a Daniela Ling, hija de un millonario, quien se convierte en su mejor amiga y la ayuda a ingresar a la universidad. Todo parece mejorar… hasta que aparece Luzbel Shao, un joven poderoso y arrogante que no tarda en hacerle la vida imposible. Pero lo que inicia como acoso se convierte lentamente en una pasión imposible de ignorar.
Cuando el primer amor de Luzbel regresa y Lina descubre que está embarazada, su mundo vuelve a romperse. Decide huir y empezar de nuevo… lejos del dolor y los secretos.
¿Podrá el amor sobrevivir a la distancia, el poder y las heridas del pasado?
NovelToon tiene autorización de America Blancas para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Colores, latidos y sombras.
Domingo, 2:42 p.m.
El mensaje de Iván llegó puntual.
Me había invitado a salir ayer.
MSJ de Iván: “Estoy abajo. Hoy te quiero llevar a un lugar diferente. Espero que no tengas miedo a los colores”
Yo solté una risa nerviosa mientras me miraba al espejo una última vez.
Llevaba una blusa blanca de tirantes con detalles bordados y una falda midi azul pastel que mi llegaba a los tobillos.
Daniela me había ayudado a recogerme el cabello en una trenza suelta con flores pequeñas entrelazadas.
- Te ves como una princesa de festival – me había dicho Daniela antes de que bajara corriendo.
Y aunque los nervios seguían ahí, era distinto a la primera cita.
Hoy, mi corazón latía más por emoción que por duda.
Al salir del edificio, Iván me esperaba apoyado en su moto, vestido con camisa azul y jeans claros, sosteniendo un casco adicional en la mano.
- ¿Lista? Hoy no hay películas, pero sí mucho que mirar.
Yo asentí, tomé el casco y me subí detrás de él.
………………
3:17 p.m. I “Espacio prisma – Exposición de arte inmersivo”
La moto se detuvo frente a un edificio bajo, con una gran lona colorida en la entrada que decía.
“La mente entre luces”
- ¿Qué es esto? – le pregunté yo, sorprendida.
- Una exposición artística. Salas llenas de luces, sonidos, ilusiones ópticas, espejos infinitos y mensajes que te hacen pensar en el universo y a mi me hacen pensar en ti. Te va a encantar.
Al ingresar, nos encontramos con un túnel de neón que cambiaba de color al paso.
Yo abrí los ojos como si fuera una niña pequeña entrando a un mundo mágico.
- ¡Esto es hermoso!
Iván me ofreció su mano.
- ¿Te animas?
Yo la tome sin dudar.
Pasamos por salas donde los espejos creaban versiones infinitas de nosotros mismos.
En otra, luces colgantes pulsaban al ritmo del corazón al poner la palma sobre un sensor.
Iván lo hizo primero, y luego me animo a mí a hacerlo.
- Mira – me dijo – Tu corazón es más fuerte que el mío. ¿Lo ves?
Yo sonreí, observando como las luces titilaban rápido.
El reflejo de ambos en los cristales nos envolvía en una imagen curiosamente íntima.
Juntos.
Naturales.
Una de las salas tenía frases flotantes en la oscuridad: “A veces el caos es quien da forma al alma” … “Lo que no nombramos, nos nombra” … “El amor no siempre se grita. A veces respira”
Yo me detuve en esa última.
- ¿Te pasa eso conmigo? – preguntó Iván a mi lado.
- No lo sé – respondí, sincera – Pero contigo se respira distinto.
…………………
5:42 p.m. I “Café Nostalgia”
Después de la exposición, caminamos por calles tranquilas hasta una cafetería vintage decorada con máquinas de escribir antiguas, vinilos colgados en las paredes y lámparas que parecían salidas de otra época.
Pedimos chocolate caliente con crema y pan de canela.
Nos sentamos en una esquina junto a una ventana.
- ¿Foto?
- ¿Enserio? ¿Con eso?
- Claro. Me gusta guardar recuerdos que no se borren con un clic. Así… tú vas a durar para siempre.
Yo baje la mirada, sonrojada.
- No digas esas cosas – susurre –
- ¿Por qué? ¿Te incomodan?
- No. Me asustan un poco. Estoy… aprendiendo a vivir tranquila. A no esperar que alguien me quiera a medias o con condiciones.
Iván me observó con una expresión suave, comprensiva.
- Lina… no tienes que correr. Pero tampoco te detengas solo por miedo. Estoy aquí. Y no voy a forzarte a nada.
Yo lo mire a los ojos, con algo latiendo dentro que no sabía nombrar.
Fue entonces cuando él se inclinó, apenas, para acercarse a mí.
Muy lento, muy claro en su intención.
Y justo cuando yo iba a cerrar los ojos…
- Interesante lugar para jugar a los novios, ¿No crees?
La voz cortó el momento como un vidrio quebrándose.
Yo giré la cabeza.
El mundo se me fue al piso.
Luzbel.
Estaba apoyado en la pared frente al café, dentro del mismo local, como si hubiese estado observando desde hacía rato.
Nadie más parecía notarlo, pero para mí, su presencia ocupaba todo el aire.
Iván lo miró con los dientes apretados.
- ¿Tienes que seguirla a todos lados? Esto es acoso, ¿sabes?
- Cinco minutos – dijo Luzbel con tono bajo, pero firme.
Se giró y salió como si no hubiese pasado nada.
Yo sentí un nudo en el estómago.
Mis manos comenzaron a temblar.
- ¿Qué significa esto, Lina? – me pregunto Iván, preocupado.
- No lo sé… no sé por qué no se va.
- ¿Quieres que lo enfrente?
Yo negué con la cabeza.
- No. Solo… acompáñame a casa.
………………………
7:12 p.m. I afuera del edificio.
Iván me llevó en silencio.
Esta vez no hubo risas.
No hubo música.
Solo pensamientos tensos.
- No tienes que dejar que te manipule – me dijo Iván, antes de despedirse – Estoy aquí para ti. Cuando quieras. No estás sola.
Yo asentí, intentando sonreír.
Subí las escaleras.
Entre.
Me dejé caer en la cama aun con la ropa puesta.
Notificación de mensaje de Instagram:
Luzbel: “Estoy afuera. Si no sales en cinco minutos, subo por ti”
Yo cerré los ojos.
Mis paredes seguras se empezaban a desmoronar.
El contraste entre la luz de Iván y la sombra de Luzbel… no era solo un mal presentimiento.
Era una amenaza.