Algunas pasiones no nacen para ser compartidas… nacen para poseerlo todo.
Alice siempre fue diferente. Bajo su apariencia dulce y su mirada de miel brillante, esconde un alma indomable, rebelde y peligrosa, capaz de amar hasta los extremos más oscuros. Desde el instante en que lo vio —al heredero más temido de una de las mafias más poderosas—, su mundo dejó de girar de manera normal. No era una elección... era una obsesión silenciosa, un lazo invisible que ella no estaba dispuesta a soltar.
Entre secretos, traiciones y sentimientos que rozan la locura, Alice demostrará que algunas sombras no buscan protección… buscan controlarlo todo.
En una historia donde la pasión y la obsesión se entrelazan con el peligro, el amor no es un refugio: es un campo de batalla.
¿Hasta dónde llegarías por convertirte en la dueña de su sombra?
NovelToon tiene autorización de VickyG para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 21— “La primera mirada”
El despertador no sonó esa mañana. No lo necesitaba. Alice ya estaba despierta mucho antes de que el cielo comenzara a aclarar. Abrió los ojos con la misma determinación que la había acompañado los últimos meses. Hoy era el día.
Se duchó con lentitud, dejando que el agua tibia cayera sobre su piel mientras su mente volvía a él… a Ben. Pensaba en su voz, que había escuchado solo en grabaciones. En sus ojos, que había estudiado una y otra vez en cada fotografía. En su expresión, fría, poderosa, distante… Tan inalcanzable y tan suyo al mismo tiempo. Ese hombre, sin saberlo, se había convertido en su obsesión. Y ese día, finalmente, ella cruzaría su mundo.
Eligió su ropa con cuidado. No buscaba llamar la atención, pero sí dejar huella. Llevaba meses preparándose, investigando todo sobre la empresa. Sabía que buscaban una nueva administradora. Sabía que tenía las habilidades… pero sobre todo, tenía una razón personal para estar ahí.
Al salir de casa, el aire de la ciudad parecía distinto. Cada paso que daba hacia el edificio donde Ben trabajaba parecía guiado por algo más que voluntad. Era destino.
Mientras tanto, Ben estaba sentado en su oficina, revisando informes con la mirada perdida. Los días eran todos iguales desde que asumió el control. Entrenaba, trabajaba, comía, dormía. Un ciclo sin color. Solo números, decisiones y una fría rutina.
Nada lo sorprendía. Nada lo emocionaba.
Hasta que escuchó un golpe suave en la puerta.
—Señor Ben, ha llegado la siguiente candidata para el puesto de administradora —dijo su secretaria con voz neutra.
Ben apenas alzó la vista.
—Que pase.
Alice entró. Y en ese momento, el aire pareció cambiar de peso.
Llevaba una carpeta entre las manos, pero su mirada lo buscó directamente. No con descaro, sino con una calma calculada. Sus ojos dorados tenían una profundidad que parecía contener secretos, y su rostro mostraba seguridad… pero también algo más oscuro.
Ben, por un instante, se sintió observado de una forma que no comprendía. Una sensación que le recorrió la espalda sin avisar. No era miedo. Era algo distinto. Algo desconocido.
—Tome asiento —dijo, sin expresión.
Alice lo obedeció con elegancia. Por dentro, cada fibra de su cuerpo temblaba, pero por fuera… era perfecta.
Él tomó su currículum, sin saber que esa mujer había esperado años para estar en ese momento. Que conocía su vida como si fuera un mapa grabado en su alma. Que había imaginado su voz miles de veces, y ahora la tenía frente a ella.
—Nombre completo —preguntó.
—Alice —respondió, con una voz suave pero firme.
El silencio que siguió fue breve, pero cargado. El nombre quedó flotando, como si resonara con algo en la mente de Ben que no lograba ubicar.
Ella lo observaba sin perder ningún detalle. Cada movimiento, cada inflexión de su voz, cada suspiro. Estaba ahí, frente a él… y él no tenía idea de quién era en realidad.
La entrevista apenas comenzaba, pero el juego ya había iniciado mucho antes.
Y aunque ambos lo ignoraban, aquel cruce de miradas marcaría el principio de una historia que nadie podría detener.
