Malas Decisiones.!

No soy así, debo respetar mi relación con Jeremy. Este hombre me hace perder la razón, se dijo a sí misma mientras miraba por la ventana, sumida en sus pensamientos y con la respiración entrecortada.

No te preocupes, no le diré nada a tu novio, me dijo el hombre, sacándome de mis pensamientos.

Miré la parada de taxis y vi uno estacionado.

¡Detén el auto! dije con firmeza.

Tranquila, te llevaré a tu casa, respondió el hombre sin detenerse.

¡Detén el auto! No es necesario, yo tomaré un taxi, dije, algo molesta.

Finalmente, el hombre paró el auto, y sin darle tiempo a bajar, me quité el cinturón, abrí la puerta y me bajé de inmediato.

¡Gracias! le dije.

Espera, ¿me podrías decir tu nombre? - me gritó el hombre, pero ni siquiera volví a mirarlo, sentía tantos nervios que solo subí al auto.

Por favor, ¡arranca de inmediato! - le pedí al conductor del taxi.

Mientras iba de camino a casa en el taxi, cerré los ojos y me perdí en los pensamientos sobre el beso que acababa de ocurrir. Me sentía en las nubes; mis emociones estaban muy revueltas, ese hombre me estaba haciendo sentir tantas cosas que no lograba comprender.

Al llegar a casa, entré y me quité el abrigo, ya que estaba helando.

Vi a mis abuelos en la sala tomando café.

¡Nova! ¿Qué haces aquí? Te dije que yo iría por ti! —dijo mi madre enojada, gritando.

Tranquila, Elvira, mi chofer trajo a Nova, dijo mi abuelo, tratando de evitar los regaños de mi madre.

Papá, le dejé muy claro a Nova que yo iría a recogerla a su trabajo, respondió Elvira enojada, mirando a Nova de tal manera que parecía incomodarle su presencia.

Lo siento mucho, mamita, dije suspirando, mientras me acercaba a mi padre para darle un beso en la mejilla, al igual que a mi abuelo. Evité a mi madre, ya que no le agradaba que yo la besara o abrazara.

Qué bueno que estés aquí, papá. Nova ya tiene la edad para casarse, ha comenzado a trabajar y ha cumplido con su sueño. Ahora es momento de que se case y fijemos una fecha para la boda, comentó mi madre.

Yo miré a mi padre, sintiendo tristeza, ya que no quería casarme con Jeremy.

Ahora Nova ocupa un puesto muy importante en la empresa, y no puede casarse Elvira. Debes entender lo crucial que es que mi empresa siga siendo la mejor, ya que gracias a eso tú vives como una reina sin tener que trabajar. - dijo mi abuelo, algo molesto.

En ese instante, llegó mi hermana Camil con su hijo, quien corrió a los brazos de mi abuelo para abrazarlo.

La situación entre mi madre y mi abuelo era algo tensa, mientras que mi padre, como solía suceder, no podía opinar sobre la vida de sus hijas.

¿Qué les pasa? Parecen haber visto a un fantasma, comentó mi hermana Camil con una gran sonrisa, saludando a nuestro abuelo y dándome un beso en la frente, como solía hacer cuando éramos pequeñas.

Parece que tu abuelo desea que Nova permanezca soltera, a pesar de que Jeremy es uno de los hombres más deseados de la ciudad, proveniente de una familia excelente. Además, con el proyecto que ustedes están llevando a cabo juntos, su matrimonio podría ser muy exitoso, incluso si ella continúa trabajando, comentó mi madre, y se podía ver en su rostro que realmente estaba molesta.

Los negocios que estoy llevando a cabo no son con Jeremy, sino con su hermano, quien acaba de regresar del extranjero. Y déjame decirte que es muy distinto a Jeremy; por eso el proyecto está avanzando, comentó mi abuelo.

Padre, no tengo intención de discutir el futuro de mis hijas contigo. La decisión está tomada: en un mes mi hija se casará con Jeremy, y la conversación se ha terminado. Ahora, por favor, vamos todos al comedor para cenar juntos, dijo mi madre, levantándose de su asiento.

No los voy a acompañar, estoy un poco indispuesto, dijo mi abuelo, levantándose molesto con mi madre, quien solo continuó caminando hacia el comedor sin despedirse de él.

Mi abuelo se acercó a mí, me miró con ternura y me dijo: Tú debes ser quien tome las decisiones sobre tu futuro, ya eres una señorita. No puedes seguir soportando esto; por eso es que te di ese regalo. Luego, me dio un beso en la frente mientras se despedía de mi sobrino y de mi hermana.

Mi padre y yo estábamos solos en la sala, así que me acerqué a él y, llenando mis palabras de esperanza, le dije:

—Padre, por favor, tienes que ayudarme. Tienes que hablar con mamá. No estoy enamorada de Jeremy.

No había terminado de decir esto cuando escuché a mi madre detrás de mí.

—Eres una malagradecida. Busqué un buen marido para ti para que no te pasara lo mismo que a tu hermana, y así me lo pagas. Ahora entiendo por qué tu abuelo está tan decidido a que no te cases. dijo madre tomando mi brazo con demasiada fuerza.

Elvira, por favor, suéltala, la estás lastimando, dijo mi padre levantándose del sillón.

Tú no te metas en esto, lo único que haces es darme problemas. Mi padre no tendría que estar chantajeándome con la boda de mi hija si tú fueras más hombre y te pusieras a trabajar, dijo mi madre, visiblemente molesta.

Madre, te lo pido, yo no quiero casarme con Jeremy, no estoy enamorada de él, respondí entre lágrimas.

Tú qué vas a saber del amor, eres una arrogante y enseguida, Levantó la mano y, con mucha fuerza, golpeó mi rostro, lo que me hizo caer al suelo. Mi padre se interpuso entre nosotras y la sujetó de las manos.

No voy a permitir que vuelvas a golpear a nuestra hija. He soportado tanto, Elvira, que estoy cansado. Si alguna vez vuelves a hacerle daño a alguna de mis hijas, me iré de tu lado. Te abandonaré, y no se trata de una amenaza, solo quiero que sepas lo que sucederá. Dijo mi padre, visiblemente enojado, mientras mi hermana y yo los observábamos y mi sobrino temblaba de miedo.

Camil me ayudó a levantarme del suelo y los tres caminamos rápidamente hacia las escaleras, encerrándonos en la habitación de mi hermana. Ambas intentamos tranquilizar a mi sobrino, quien ya estaba tenso, ya que había presenciado los problemas entre mi hermana y su pareja, y las muestras de agresividad lo afectaban mucho. Nos acostamos en la cama, abrazados, y así nos quedamos profundamente dormidos juntos esa noche.