MI LOBINO AMOR

#HECTOR

Cuando se fue Alex, apareció el padre de Leonela, exigiendo una satisfacción, según él, manche la reputación de su hija.

En ese momento estaba soportando los reproches de mi madre, a ella solo me limitaba a escucharla, por ser mi madre le tenía esa paciencia, pero al padre de Leonela no le permitiría esa falta de respeto.

-¡MANCHO EL NOMBRE DE MI HIJA, NO POR SER EL ALFA, SE CREE INMUNE A HACER Y DESHACER A SU ANTOJO! Gruño con furia.

Sin mediar palabras, sin advertirle, me lance a enfrentarlo, luchamos de manera feroz, una pelea sangrienta, nos lesionamos sin piedad, por cada golpe que me daba, le regresaba el doble, no por nada soy el Alfa.

Cuando se quedó quieto, sin reaccionar a mi ataque, le gruño feroz en su rostro.

-¡QUEDAN EXILIADOS!

Fue mi orden.

Apareció la madre de Leonela suplicando piedad.

-Por favor no nos corra, siempre fuimos fieles a sus mandatos, no nos castigue de ese modo, me ocuparé de mi hija insensata, tenemos toda nuestra vida hecha aquí, no conocemos otra.

Suplica entre sollozos.

-LA DECISIÓN ESTÁ TOMADA, NO ES LA PRIMERA VEZ QUE ME OFENDEN, SE LOS ADVERTÍ Y NO ESCUCHARON. Rugí con furia.

Ella entre lágrimas junto a Leonela, retira a su esposo que seguía inmóvil en el suelo, estaba mal herido, pero sabía que sobrevivió.

No podía mostrarme débil ante nadie, debía marcar el ejemplo, y con ellos enviaba el mensaje de que quien me desafíe, no lo sacará barato.

Regrese a mi casa, mi madre solo me miró, ya no siguió con su reproche, me dirijo al baño a lavarme, en eso me llega un mensaje de Dante.

"Mira la camara de seguridad de mi departamento" Me escribió junto a un enlace.

Al abrirlo veo a Alex bailando, me quedé sorprendido, sus movimientos son sensuales, delicados, provocativos, acaricio la pantalla de mi celular como si la acariciara a ella. Con ver eso me hizo sonreír, me decido en ir a verla.

-¿Dónde vas? Me pregunta mi madre al verme salir.

-Me voy. Le respondí.

-Tu vehículo aún no está. Me dice.

-No lo necesito. Le respondo transformandome en lobo y emprendo mi carrera hacia la ciudad, atravesando los campos, para que los humanos no me vean.

Llegué hasta estar enfrente del edificio, estaba a punto de ingresar cuando veo a Alex que llega con una bolsa de compras, no pude evitar probar cómo reaccionaria con mi presencia. Ella me trata con dulzura y me da el único sándwich que compro para cenar, me vio sucio e ideo la manera de llevarme al interior para bañarme, no podía permitir eso, me podría descubrir, antes quería poder hablarle, contarle sobre mi linaje, sobre que soy un lobo, de una manera que no se asuste.

La llegada de Dante me dió la oportunidad de escabullirme e ingresar al departamento sin que ella lo note, me duche quitándome todo el barro, lo hice de manera rápida, su ex la intercepto en la vereda.

"No sé da por vencido" Gruño molesto.

Deseo darle una buena paliza, pero Dante me detiene que no lo haga, que solo me centre en Alex.

-Solo ve por ella, alejala de él. Me aconsejo.

-Tengo ganas de romperle el cráneo. Le confieso.

-No sos el único. Pero ya llegará el momento. Ahora solo importa Alex. Está engendrando a tu cachorro. Me dijo.

Me gire a mirarlo.

-¿Cómo? Le pregunto.

-Al tocar su mano, sentí su pulso, por lo que refine mis sentidos, y te puedo asegurar que está embarazada. Hay que cuidarla, no sé cómo su cuerpo reaccione con un hijo tuyo, si va a soportarlo o no. Debes decirle lo que sos, es el único modo que entenderá porque se desarrolla tan rápido lo que lleva en su vientre y yo me ocuparé de tratarla. Me dijo Dante.

-Va a tener a mi hijo. Digo emocionado y con sorpresa.

-Es lo que pasa cuando no te cuidas. Y se ve que la tomaste en su momento más fertil. Me dice serio.

No puedo con la emoción y llamo a mi padre.

📱Voy a casarme con Alexandra.

Le anuncie ni bien me atendió.

📱¿Qué dices? Pregunto con sorpresa.

📱Ella me aceptó y está esperando a mi hijo. Le comento.

📱Aguarda, ¿Dónde estás?, Debo comprobar lo que dices, sabes lo que eso significa.

Me dice mi padre.

📱Te espero en el restaurante donde nos reunimos siempre, ahí la podrás ver. Le dije y corte.

Salí del edificio y la tome besándola ante Manuel sin importarme nada, la emoción que sentía era enorme, ella aún no sabía de su estado, como saberlo si era tan reciente todo, aunque tenía náuseas y mareos, pero ella lo relacionaba con el estrés, la repulsión que sentía al ver a Manuel.

La llevé al restaurante con la excusa que le invitaba a cenar, aunque no era mentira, merecía celebrar la buena noticia.

Mi padre llegó enseguida junto al padre de Dante y Sam, en su forma humana, al enterarse de que yo sería padre.

Los presente ante Alex que los miraba con sorpresa por verlos ahí, mi padre sin esperar le tomo la mano y sintió su pulso mirándola a los ojos, le consulto si era verdad que me aceptaba para casarme con ella, a lo que respondió segura.

En un gesto mi padre me confirmó del embarazo de Alex, ellos podían predecir eso con solo sentir el pulso y mirar a los ojos, esa habilidad la adquirió Dante, por lo que se hizo médico.

Me señalo que la lleve a hablar, para que le revele lo que era, a ella le entrego dos frasquitos, uno que al beberlo le hacía más fuerte a mi bebé y otro que lo eliminaba, mi padre no quería correr riesgos, en mi caso no quería que ella lo tome, por lo que se lo quito al dirigirme con ella hacia el lugar donde le enseñaría sobre mi linaje.

-Deja que te sostenga esto. Le dije al guardarlos.

En el mismo lugar había un pasadizo secreto que llevaba a una habitación donde estaban todos los documentos sobre nuestra existencia.

-¿Qué hay aquí? Me preguntó Alex un poco asustada.

-No tienes que preocuparte por nada, solo mantén la mente abierta a lo que te voy a decir. Le pido sosteniendo su mano.

-De acuerdo. Me dice mirándome directo con sus ojos que me enloquecen.

-Aqui está el árbol genealógico de mi familia. Le muestro un libro.

-Guau, es antiguo. Expreso sorprendida.

Lo abrí ante ella enseñándole el contenido, tengo las palpitaciones aceleradas, mirando su reacción, y ese frasco rojo que me quema el bolsillo, deseo destruirlo, no quiero terminar con la vida de mi bebé, no quiero y anhelo que me acepte por lo que soy.

-Esto, esto que dice aquí, ¿es verdad? Me preguntó con la voz temblorosa.

-Si, es así, es un secreto familiar. Le digo.

Ella se gira mirándome a los ojos, se me abraza.

-¿Te duele? Me pregunta al preocuparse de que sufra cuando me transformó, ella miro muchas películas que hacen parecer que uno sufre por ello.

-No, no es así. Le dije.

-Y ¿Te transformas en luna llena? Me pregunta.

Sonrió por sus preguntas, era obvio la ignorancia que tenía hacia nuestra especie, solo cuentos pagamos que gente temerosa disperso por décadas, coincidiendo que nos veían en luna llena.

-No, puedo hacerlo cuando quiera, nos moviliza las emociones, es aprender a controlar eso, al menos es así en nuestra manada. Le expliqué.

-Me comerás al estar transformado. Me preguntó.

-No, no de manera literal. Le digo con picardía, tengo deseos de poseerla.

- Puedo verte transformado. Me consulta.

-Luego, el espacio aquí es pequeño. Le digo.

Pero la verdad no quiero asustarla, solo espero que acepte del todo lo que le revele, aún está en la etapa de sorpresa.

-Me recorre una emoción, hasta podría decir excitante. Me comenta con una sonrisa, mientras sigue leyendo el libro.

No puedo con mis impulsos y la atraigo hacia mi, la descubrí de su abrigo, se ve tan hermosa con el atuendo que lleva. Ella posa sus manos en mi pecho contemplando mis ojos.

- No te asusta saber lo que soy. Le consulto.

- No, sigues siendo de quién estoy muy atraída. Me responde con una sonrisa.

Poso un beso en sus labios, son tan suaves y tiernos, con una mano cubro su cintura, la recuesto con suavidad sobre su abrigo y junto a ella me recuesto, tenerla de esta manera me relaja, me hace olvidar los problemas, a su lado me siento muy bien.

Sus latidos se aceleran ante mis caricias, que deslizo sobre su figura al querer grabar en mi memoria cada segundo de tenerla, ella desprende cada botón de mi camisa y cuela sus manos que se sienten frías, me encanta esa sensación que provoca ante su toque. Su aroma dulce me fascina.

"Me gusta su temperatura" escucho que piensa.

No le revele que puedo oir sus pensamientos, se sintiria invadida en su privacidad, es donde ella revela lo que realmente siente, debo fortalecer su confianza, así expresará con libertad, todo lo que realmente cree.

#ALEX

Creo estar viviendo un sueño, entiendo lo difícil que pudo haber sido para Hector tener que decirme la verdad sobre su familia, de seguro le estuvieron presionando para que lo haga.

A los demás se los ve con una mirada fría y penetrante, en cambio él me mira diferente, por lo que me siento segura entre sus brazos.

Tenía muchas preguntas que hacerle, pero lo dejaría para después, me gusta estar tan próxima a él, su calor envolvente me cobija entre sus brazos, su aroma me hechiza, el sabor de sus besos tan tibios y a la vez frescos, no lo cambiaría por nada.

Recorre mi cuello con besos, que sella a cada paso un calor infinito en mis zonas bajas, que crece cada vez más y solo deseo que me tome de una buena vez. Mi corazón está desenfrenado, es como si latiera con eco.

"Héctor"

Repito en mi mente solo su nombre, no puedo decir improperios, ni gritar como hiena, me muerdo el labio disfrutando de su exploración. Con una mano me giro dándole la espalda y ciento su cálida lengua recorrer mi columna vertebral.

Siento su garrote chicotear en mi zona baja, no se apresura en invadirme de un solo empujón, lo hace de apoco, como acomodando a su tamaño, que ingresa mediando y en mi interior se expande, rozando cada punto que me elevan a la gloria infinita, no puedo evitar gemir de manera sonora, sus movimientos son tan suaves, al principio. Hasta que sus manos se sujetan de mis lomas, extrujandolas como naranja y su movimiento se incrementa, me gustaría verlo en un espejo, quiero ver cómo me toma.

"Mira hacia tu derecha. Me susurra en mi oido y diviso un enorme espejo, su cuerpo es escultural, sus movimientos tan provocativos, los colores invaden mi rostro, si antes me tenía a punto caramelo, ahora incendio todo el lugar.

Siento una descarga en cascada, mi cuerpo tiembla, me siento agitada. Él me marca que pose mis manos en el piso, mi espalda recta y sus manos aferradas a mi cadera, guiando en cada movimiento, sus ojos brillaron como dos soles, se mordió el labio hasta que se libero por completo, pero no se apartó, me sujeto mi torso con sus manos, pegando mi figura a su cuerpo, me moldea a su gusto, me maneja como una muñeca.

En mi interior, siento latir a su bastón, como si se contrajera y expandiera al mismo tiempo, acariciando mis paredes internas, es como si lo sintiera en mi garganta.

Se recuesta de lado, colocando su brazo izquierdo bajo mi cuello como almohada y a la vez su mano caliente en mi costado, su pierna envolviendo la mía, con la mano que tiene libre acaricia mi cabello, lo aparta de mi rostro y posa besos profundos en mis labios, su mejilla contra la mía.

- Así está mejor. Susurro en mi oido.

Me abrazo por su brazo y entrelazó nuestros dedos.

- Fue ardiente. Le susurro.

-Solos incendiariamos un bosque. Me responde.

En ese momento tan cálido su celular suena.

📱DANTE.

Responde Héctor.

📱EL PADRE DE ALEX LLEGO A EMERGENCIAS.

Le anuncio.

📱YA VAMOS.

Dijo Héctor y corto.

-¿Qué tiene mi padre? Le pregunto angustiada.

-VAMOS, ESO LO SABREMOS AL LLEGAR. Me respondió.