Introducción
Viridiana una joven mexicana que ama la música, había ganado la oportunidad de hacer una maestría en Roma en la Accademia Nazionale di Santa Cecilia. A sus 22 años ya tenía cien canciones escritas, y no solo la letra ella quería convertirse en una compositora mundialmente famosa. Sabía que pronto pasaría el tiempo, después volvería a su país para comenzar su sueño. Pero su estadía en Roma le cambiaría la vida para siempre, así entendería la razón de cada canción compuesta y escrita por ella.
Levent Akyürek un CEO de Estambul, estaba haciendo negocios importantes en Roma para fortalecer su imperio en compañía de su padre, a sus 24 años tenía todo, una familia unida, una fortuna en constante crecimiento. La más bella prometida de toda Turquía, pero el destino lo pondría a prueba.
“La vida sería mejor explicada a través de las más bellas canciones.” Viridiana
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Cuñados
Capítulo 21
Después de varias semanas conociéndose y saliendo a todos lados juntos, Levent y Viridiana se volvieron realmente inseparables. Estaban trabajando en la adaptación de una nueva novela, esta vez había sido escrita por Levent.
—Mi suegra es excelente en lo que hace, producción le ve potencial y también nuestro director.—
—Me alegra escucharlo mi amor.—
—Todo esto es gracias a ti, mi dulce Viridiana. Te amo.—
—También te amo, Levent eres todo para mí.—
—a veces pienso que nos conocemos de otras vidas, y estamos destinados a encontrarnos. Viridiana no puedo vivir sin ti, júrame que siempre vas a amarme.—
—Te juro que voy amarte siempre.—
Levent la tomó entre sus brazos para besarla sin medida, Viridiana le correspondía. Hasta el momento no habían tenido relaciones íntimas, a pesar de la gran pasión que había entre ellos. Esta vez las caricias habían subido de tono, Levent acariciaba sus senos por encima del vestido al compás de los besos, Viridiana cedía al fuego de la pasión.
—Levent por favor detente.—suplicaba Viridiana con su voz agitada
—Lo siento es que no puedo contenerme, eres hermosa y te amo, quiero que seas mi mujer.—
—No estoy lista, además siempre me he guardado para el hombre con el que me voy a casar. Así como mi madre se guardo para mi padre, soy muy anticuada y tal vez eso te aburra de mí.—
—Para nada, jamás me aburriría de ti. Al contrario, también he pensado que deberíamos casarnos.—
—¿Qué dices?—preguntó sorprendida Viridiana
—Si, quiero convertirte en mi esposa. Para que nunca nos separen. Te amo tanto, que me atormenta solo el echo de pensar que un día ya no te vea más, sin ti no podría vivir.—
—¿Pero quien podría separarnos? Mis padres siempre apoyan mis sueños y deseos, ¿te refieres a tu familia?—
—Sería complicado convivir con mi familia, sin embargo tampoco lograrían que dejara de amarte o separarnos.—
—Mi amor te pones triste cuando piensas en tu familia, pero sabes algo, si me casaría contigo.—
—¿De verdad?—
—Si, de verdad.—Levent la colocó entre sus brazos para llenarla de besos.
Viridiana amaba con todo su ser a Levent, le ilusionaba demasiado casarse con él. Más tarde la llevaba devuelta a su casa, la acompañó hasta su puerta para despedirse de ella, se estaban besando cálidamente cuando alguien abrió la puerta.
—Espero no interrumpir.—
—Hermano, ¿que haces aquí?—Viridiana respondió en español, Levent no entendía que estaba pasando—Lo siento mi amor, él es mi hermano Marcelo, no sabe italiano.—
—O por lo menos no lo domino como mi hermana. Soy Marcelo Escalante.—se presentó Marcelo con un mal italiano pero comprensible
—Mucho gusto soy Levent Akyürek.—estrechó la mano de su cuñado.
—El placer es todo mío, creo que ya es tarde para recibir visitas.—agregó Marcelo
—Si claro, me retiro. Un gusto conocerte, mi vida nos vemos mañana.—Levent se despidió de beso de Viridiana y se marcho rápidamente.
—Marcelo, ¿por qué lo corriste?—
—Porque ya es tarde, ¿no te alegra verme?—
—Si mucho, no sabía que venías.—Viridiana abrazó a su hermano
—Toque en un concierto en Barcelona, y decidí venir a conocer al novio de mi hermana. Muy caballeroso y educado, ¿de dónde es?—
—De Estambul.—
—Vaya un turco, nunca imaginé que te enamorarías de un musulmán.—
—No todos los turcos son musulmanes.—
—Te ves feliz, pero necesito que salgamos a comer con el. Créeme he practicado mi italiano y si no tú puedes traducirnos. Quiero conocerlo más, después de todo es el primer novio oficial de mi hermana.—
—Va ser el único, quiere que nos casemos.—
—Me alegra saber que tiene buenas intenciones contigo, pero aún tienes muchas cosas que hacer. Además si te casas con él, te tendrías que mudar a Estambul.—
—Solo lo hemos hablado, todavía no es un hecho. ¿Cómo están nuestros papás?—
—Trabajando como siempre, y extrañándote obviamente. Estaré tres días de visita, así que avísale a Levent para que se prepare.—
—Se que se llevarán muy bien.—
Al día siguiente Levent estaba en su oficina cuando recibió una grata sorpresa, parecía que el universo conspiraba para unir a sus familias.
—¿Qué haces aquí?—
—Vine a conocer a mi cuñada, también te extrañaba hermano.—
—Me alegra verte Cibel, además te agradezco que hayas venido. Mi cuñado Marcelo está aquí, hoy comeremos juntos y me sentía aterrado.—
—¿Por qué?—
—Se ve que es un hermano muy protector, ayer me hizo sentir corrido. Pero lo comprendo.—
—Por favor Levent, tú jamás corriste a Zafer. Al contrario le ayudabas a que nos viéramos. Él no debería atreverse a correr a mi hermano.—
—¿Aún estás enamorada de Zafer?—
—Ya no lo sé, pero es obvio que él no lo está. Pero no hablemos de mi, mejor muéstrame toda la televisora.—
Levent y su melliza recorrían la televisora, definitivamente él era otro. Esta vez era verdad que se había enamorado, le emocionaba conocer a la mujer que había logrado ese cambio en su hermano. Más tarde salieron para reunirse con Viridiana y Marcelo en su restaurante favorito llamado Dolce Vitta. Al llegar los hermanos Escalante ya los esperaban.
—Hola de nuevo Marcelo, les presento a mi hermana Cibel.—decía Levent
—Mucho gusto Cibel, soy Viridiana y él es mi hermano Marcelo.—se presentaba y a la vez se acercó para abrazarla.
—Mucho gusto señorita, permítame para que tome asiento.—se portaba Marcelo como un caballero, mientras Levent ayudaba a Viridiana a tomar asiento.
—Es un gusto conocerlos, vine de sorpresa para visitar a Levent y conocer a mi cuñada.—respondía Cibel
—También hice lo mismo, participé en un concierto en Barcelona y decidí venir a conocer a Levent.—agregaba Marcelo
—te felicito hermano sí que has practicado tu italiano.—intervino Viridiana
—Sin ti en casa dándome problemas tengo más tiempo para hacer otras cosas.—respondió Marcelo riéndose
Los cuatro disfrutaron de la comida y también de la conversación, por primera vez Marcelo no tenía objeciones por el prospecto de su hermana.
—Levent mi hermana me comentó que piensan en casarse.—Cibel se sorprendió bastante ya que ella y su familia no sabían nada
—Si, lo platicamos. Pero aún no hago la propuesta formal, cuando ambos estemos de acuerdo hare mi propuesta.—respondió Levent
—Me alegra, cuando se decidan espero que me lo hagan saber. Mi hermana es muy valiosa, además de que tiene un futuro brillante. Así que cuídala mucho.—agregaba Marcelo
A Cibel le agradaba Viridiana, pero sabía que su madre se opondría a un matrimonio entre ellos. Bahar estaba aferrada a que Levent se casara con Ceren, aunque no entendía por qué. Esperaba que Levent lograra luchar y mantenerse firme en defender su felicidad.